Pongo por testigo a Dios que no te fallaré
Yo seré consejo, nena, pero no tu juez
Maite Zaitut - Mägo de OzCapítulo 11. El secreto.
—Rose Rouge—mencionó Rook, rozando sus labios con los de Vil, sintiendo su respiración algo agitada—, alguien nos ha visto.
Vil abrió los ojos sutilmente y se separó con discreción, sintiendo como las mejillas se le teñían de rojo. Suerte estaban de noche.
—¿Cómo sabes eso?
—Un cazador siempre está alerta, Vil—dijo Rook, colocando su codo en el respaldo de la banca y mirando a Vil.
Soltó un suspiro, estaba también agitado. No era su primer beso, pero sí el primero con un hombre y el primero que le había hecho sentir de esa manera. Se quedó abstraído, observando la perfecta nariz de Vil recortada en la penumbra. Vil recorría con la mirada por todos lados, intentando ver quién los había visto.
Quizás era peligroso, el Rey (la Reina) enredada en un amorío con el cazador jefe del palacio, ¿No era acaso escandaloso?
Vil se relamió los labios y aquello hizo que Rook tuviese un escalofrío eléctrico en la espina dorsal. Suspiró e hizo lo que creyó mejor.
—Doux Jardinier—Rook alzó la voz sin dejar de mirar a Vil—, sal de tu escondite.
Vil frunció el ceño y giró la cabeza en dirección de Rook para luego sentir como de los arbustos salió Epel.
—L-lo siento, solo quería saber si Su Majestad estaba bien. Digo, yo...—colocó las manos detrás de la espalda, intentando disimular el nerviosismo que le estaba invadiendo—Yo vi que Su Majestad palideció con la noticia del Príncipe Neige y... Q-quiero decir, Su Majestad ha sido muy amable conmigo y me... me preocupé.
Epel estaba siendo completamente sincero, solo que no esperó encontrarse con aquello. Epel miró al suelo y serio como nunca, comenzó a hablar nuevamente:
—Prometo no decir nada. Mis labios están sellados, he sido imprudente al seguirlos, no era mi intención espiar. Les ruego que confíen en mí.
Rook sonrió con confianza y Vil parecía demasiado serio. El chico no se atrevía a mirar a ninguno a los ojos, solo permanecía de pie, tenso y nervioso.
—Epel—llamó Vil, a lo que el jardinero alzó la mirada—, quiero que seas mi aprendiz.
Esta vez no hubo gritos desesperados o rabietas en la cabeza de Epel, solo se formó un silencio de estupefacción. El jardinero abrió la boca sin poder procesar bien las palabras de Vil.
—E-eh... ¿Yo?, ¿Por qué?
Vil pestañeó con suavidad y de paso miró unos segundos a Rook.
—Quiero que alguien siga mis pasos.
Era obvio, Neige quizás se iría del palacio o por lo contrario, permanecería, pero distanciado de Vil. La Reina necesitaba de alguien con quien hablar, con quien interactuar, alguien a quien ayudar, enseñar.
Alguien a quien cuidar.
Epel desvió la mirada para posarla en el suelo. No era en absoluto bueno para él, prefería estar entre las rosas, con su ropa llena de tierra con olor a petricor, lleno de implementos de jardinería, descubriendo orugas y pupas. Suspiró y decidió exteriorizarlo.
—No es que quiera rechazar algo tan importante, pero mi labor es ser jardinero, creo que no podría cumplir con las expectativas.
—Eres alguien con un potencial muy grande en convertirte en un jardinero selecto—dijo Vil, ya con la respiración regularizada—, no es necesario que dejes de serlo, solo quiero que seas mi pupilo.
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Corona de Sangre [RookVil TWISTED WONDERLAND]
Hayran Kurgu[Reboot del cuento Snow White con ciertas modificaciones en trama y ambientado en época similar a la victoriana] [SLOW BURN] Vil Schoenheit es el hermoso rey de Lazulia, un reino sumido en la paz después de años de guerra. Su querido hermano, Neige...