Vulnerable

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Capítulo 13. Vulnerable


Vil tenía los ojos posados en el techo mientras que Neige estaba acurrucado a su lado.

No podía conciliar el sueño, estaba alerta en todo segundo, incluso quería levantarse y ver a través de la ventana como si vigilar evitara que alguien viniera a importunarle el desvelo.

Sus manos se encontraban sobre su abdomen, consciente de su propia respiración. El silencio era el mayor gobernante de esas horas y aún así, Vil no se encontraba en calma.

—Vil—murmuró Neige a su lado, apoyando la frente en el brazo izquierdo de Vil—, intenta dormir.

—También tú—contestó Vil suavemente, sin intención alguna de acceder ante la petición de su hermano.

Después de lo ocurrido, la oscuridad de la noche le dio paso a cuestionarse qué era lo que sucedió. Los informes de seguridad y protección del reino indicaban que las cosas iban bien, entonces, ¿De dónde salieron todas esas mujeres?

Atropa Belladonna.

Aún recordaba cómo su madre llamaba así al espejo. El espejo había pertenecido a las reinas del palacio desde que él tenía conocimiento sobre eso. Nunca fue un objeto muy importante o valioso... aunque por su extraña aura, debería serlo.

Vil hizo el ademán de levantarse para ir a ver el espejo, sin embargo, Neige le detuvo.

—Duérmete hermano—pidió, tomando su brazo.

—No puedo, debo estar alerta.

—Vil, los guardias están para protegernos, debes descansar.

Vil tomó aire profundamente y se sentó en la cama. Miró a Neige con severidad y sacudió la cabeza, molesto.

—El día en que nuestra madre murió también estaban los guardias y no la protegieron. Si no estoy alerta yo por ti y por mí, nadie lo estará.

Neige le imitó al sentarse en la cama y se acomodó en los almohadones de plumas. miró la ventana a los pies de la cama y curvó las cejas al escuchar aquello.

—Siento que no se hacer nada Vil—confesó, en un tono bastante serio—, desde que ella se fue de nuestro lado te has preocupado de que las cosas sean lo más livianas para mí. Quiero casarme, quiero hacerme cargo de mis actos. Quisiera serte útil de alguna manera, pero estás siempre lleno de trabajo y me planteo, ¿Qué podría hacerte feliz?

Vil terminó por levantarse de la cama. No tenía ánimos para una conversación como esa.

—Yo solo estoy garantizando lo que nuestros padres querían para ti.

—¿Y para ti, Vil?—Neige se arrodilló en la cama, ahora frunciendo el ceño—, ¿Tú crees que nuestros padres no querían algo así para ti?

—Neige—Vil alzó la voz levemente como tono de advertencia—, deja de ser tan infantil.

El príncipe guardó silencio. Su rostro expresaba una dulce seriedad, muy contrastante a su siempre alegre sonrisa.

—Intenta dormir, hermano—dijo escuétamente Neige, volviéndose a arropar y girándose hacia un lado.

Vil se quedó de pie observando a Neige en la penumbra, sin encontrar más palabras que mencionar.

Decidió volver a la cama y quedarse despierto hasta que no pudiese aguantarlo.

***

El espejo había sido llevado al sótano del palacio, donde una tela oscura ocultaba la superficie argenta del polvo ambiental.

Corona de Sangre [RookVil TWISTED WONDERLAND]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora