Corona de Sangre [RookVil TWISTED WONDERLAND]

Punto de no retorno

Capítulo 21: Punto de no retorno

Vil abrió los ojos al escuchar que alguien golpeaba la puerta de su habitación.

Se giró levemente y llevó las mantas sobre su cabeza, ocultando la radiante luz que se colaba por sus ventanas. Suspiró profundo para intentar volver a sumirse en sueño, ignorando por completo que el día ya estaba avanzado y que tenía obligaciones que atender.

La puerta volvió a expandir el ruido seco del golpeteo.

—Vil, ¿Estás bien?

La voz familiar de Neige se escuchaba apagada detrás de la regia madera de la puerta. Vil apretó los párpados con fuerza y quitó las mantas con algo de violencia.

Se puso de pie algo mareado, sintiendo el picor en los ojos del sueño que le invadía. Giró el picaporte y abrió levemente. Neige se quedó atento observando a Vil, frunciendo el ceño levemente.

—Te ves diferente, ¿Estás enfermo?

—¿Diferente cómo?—preguntó Vil con la voz algo ronca.

Abrió la puerta y su hermano se introdujo en la habitación, llevando consigo algo en el pecho, envuelto en papeles de colores fríos. Lucía preocupado, muy pendiente de Vil.

—Tus labios... están más rojos, pero estás ojeroso. ¿No debería llamar al médico?

—Estoy bien Neige, no pasa nada—dijo Vil con un ademán, restándole importancia.

—Vil, son las once un cuarto. Nunca te despiertas a esta hora. Adelaide vino con tu desayuno y dijo que dormías profundamente.

Neige permanecía de pie, abrazando el objeto entre sus brazos, bastante desconcertado. Se aclaró la garganta y continuó la conversación:

—Vil, ¿Podrías descansar el día de hoy? Estoy un tanto consternado, a esta hora estarías atendiendo tus clases o leyendo las actas.

Vil negó con suavidad, luego de desenredar su cabello con los dedos.

—Estoy bien, solo me salté algunas cosas. Me pondré al día.

Neige no parecía muy seguro de las palabras de su hermano, sin embargo, asintió y se acercó a él, extendiendo sus brazos con el paquete que traía consigo.

—Es el regalo que te dije que tenía. Es muy especial, te encantará.

Vil recibió el presente entre sus manos y una sonrisa tenue se pintó en sus labios. Notó que tenía cierto peso y comenzó quitando el papel.

Descubrió un pesado libro, grande y muy elegante, de color azul, enchapado en diseños dorados de plumas de pavo real, con un corazón al centro. Vil recorrió la portada, observando todos los detalles con sumo cuidado.

—Es un grimorio para tus preparaciones. Sé que te has interesado por la farmacéutica mágica y creo que algo así viene muy bien para ti. Lo mandé a hacer especialmente a tu nombre, sus hojas pueden ser ocultadas si escribes "Silencio" y serán develadas si escribes "Habla ya". Solo reconocerá la letra de la primera persona que escriba en él, así nadie más que tú podrá saber que está en él... serviría como un diario de vida: ¿No es genial?

Vil abrió el grimorio y se percató que la primera página tenía un diseño exquisito en dorado, donde había unas líneas centrales para que él escribiera su nombre. Sonrió ampliamente y Neige volvió a extrañarse.

—Vil, te ves más... radiante.

El Rey abrió los ojos levemente y contuvo una risa discreta. Negó intentando entender por qué su hermano le decía algo así.