Triste despertar

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Capítulo 34: Triste despertar

Vil enseguida volteó: el corazón se disparó en su pecho, endiablando sus sentidos, mezclando la extraña sensación de sangre en su lengua y la acidez provocada en su mente.

Neige y Rook se habían separado, cada uno continuaba su camino, como si nada.

Corrió hacia la ventana y se apegó al vidrio, mirando fijamente la figura de Rook, queriendo saber si lo que había visto fue un mal ángulo del espejo. Sin embargo, el cazador siguió su camino, al igual que el Príncipe. Rook no volteó a mirarle, como usualmente lo hacía.

Estaba agitado, asustado y mareado. Caminó unos pasos en reversa, chocando con una silla, provocando que esta se tambaleara.

Un pinchazo en el estómago le hizo curvarse, afirmándose el abdomen con fuerzas. Sus ojos se cerraron producto del dolor. Volvió a chocar con la silla.

Retrocedió hasta quedar de espaldas a una pared. En su mente había una imagen difusa, como visión de túnel, donde Neige y Rook estaba cerca, mirándose con atención.

Se llevó ambas manos a la cabeza, desordenando el peinado que con tanto esmero había ordenado. Un segundo espasmo le hizo curvarse.

—Neige, maldito asqueroso. Te odio, te odio mucho...

Un mar negro y espeso se hizo presente en su boca. Terminó arrodillándose y manchando la alfombra con las olas de blot. Sus selectas ropas quedaron impregnadas de negro. Asustado y agitado, se afirmó del mueble, intentando ponerse de pie para ir al baño, pero una segunda descarga hizo que su mentón se manchara.

Qué desagradable y denigrante sensación.

Tosió y logró respirar nuevamente. El blot olía intensamente a rosas y a aceite de pino. Sus reminiscencias terminaban en los besos de Rook en su cuello, su respirar sensual sobre su oído, sus manos acariciando el abdomen. Negó incontables veces, intentando borrar imágenes que no quería crear.

Neige y Rook...

Su mano se apoyó en la pared, dejando una huella negra sobre el papel mural.

—Tengo que ir a la reunión, tengo que hablar, pedir ayuda... R-Rook...

Su mirada terminó en el reflejo del espejo que le reveló la visión maldita. Solo mostraba el jardín a las afueras, sin nadie en el perímetro.

Un mechón manchado de su cabello cayó frente a su ojo derecho.

Caminó desorientado hacia el espejo para tomarlo, sin embargo, cayó al suelo, lastimándose una rodilla. Quedó estático sobre la alfombra, sobre su charco de odio e inseguridades, de rosas y pinos, sumiéndose en un vórtice de oscuridad, donde él se encontraba al fondo de una prisión fría y sin luz, mientras que Neige brillaba bajo la luz del sol.

***

—¿Vil?

Vil abrió los ojos.

Sus manos estaban sobre su abdomen. Un médico revisaba su corazón con un estetoscopio de plata, los cuales tenían propiedades mágicas, revelando el estado mental del paciente. Este flotaba fantasmalmente mientras se ubicaba sobre su pecho. El médico estaba a un lado con un aparato sobre su oído, escribiendo y revisando algunos papeles. Tenía una pequeña venda en su brazo derecho, que indicaba que habían tomado una muestra de su sangre.

Sus ojos giraron lentamente hacia quien le había llamado. Se encontró con Neige, mirándole con preocupación, ojeroso y con una ropa formal algo desarreglada.

Vil pestañeó lentamente, reconociendo a su hermano.

Poco a poco las imágenes fueron agolpándose en su mente: el espejo, el blot...

Corona de Sangre [RookVil TWISTED WONDERLAND]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora