Epílogo 3: Vil Schoenheit
—Madre, hoy el maestro nos contó sobre una enfermedad... Estábamos viendo enfermedades de Alma y nos contó sobre una—mencionó un joven Vil, de no más de diez años.
La hermosa Reina, una mujer de piel blanca y cabellos negros, acarició el cabello de Vil y colocó uno de sus mechones rubios tras su pequeña oreja.
Vil había sido un niño demasiado hermoso desde muy pequeño. La Reina siempre se lo decía al ver que su pequeño combinaba las ropas por sí mismo, peinaba sus cabellos y a veces, jugaba con su maquillaje. La Reina estaba orgullosa de él, era tanto el amor que le tenía a su niño que, a pesar de no ser su madre biológica, daría la vida por él.
—¿Qué te contó? —preguntó la Reina, cerrando el libro de cuentos que le había estado leyendo: Vil era algo grande para ese tipo de cosas, pero secretamente seguía deseando los cuentos antes de dormir.
Vil curvó las finas cejas y su rostro expresó la elegancia del miedo.
—Madre, nos dijo que algunas personas enfermaban del Alma y comenzaban a producir blot.
La Reina abrió los ojos levemente para luego fruncir el entrecejo. Eso era algo muy delicado para contarle a un niño, sin embargo, Vil era alguien con mucha madurez, a pesar de su edad.
—Sí, es una enfermedad algo cruel. Una persona puede comenzar a producir blot por muchas razones: miedo, soledad, envidia... Tú sabes que todos tenemos energía mágica en nuestro interior y esta se irá agotando a medida que esos malos sentimientos y sensaciones se vayan apropiando de tu corazón. Es una sustancia negra que comienza a crearse alrededor de la persona que padece la enfermedad. Puede afectarnos a todos, pero alguien rodeado de afecto, compañía y comprensión, es difícil que produzca blot. Un exceso de blot produce algo llamado overblot y consume la energía mágica del alma de quien la padece. Lleva a la muerte en muchos casos, pero siempre hay esperanzas de sanar a esa persona.
Vil apretó en sus pequeñas manos el borde de las mantas y tragó con suavidad.
—¿Qué pasa, corazón?—preguntó con suavidad la Reina, alzando el mentón del niño, acariciándolo con suavidad.
—¿Y si un día enfermo?
La hermosa mujer rió con suavidad y negó.
—Alguien tan hermoso como tú jamás sufrirá de aquel cruel destino, cree en tu madre. Ahora, a dormir.
La hermosa dama besó la frente de su hijo y lo acomodó entre las almohadas y las mantas.
—Me quedaré aquí hasta que te duermas, mi bebé.
Vil le miró unos segundos con cierto temor y la amorosa mujer apagó las luces con un chasquido.
En la penumbra, la mujer cantó una nana, suave, desde lo profundo de su garganta, con una melodía suave y dulce hasta que Vil se durmió.
La Reina se puso de pie y sacó un frasco que contenía una sustancia negra. Lo abrió y dejó caer una gota sobre el cabello del pequeño Vil. Comenzó a susurrar:
—Hijo malnacido, asqueroso engendro del mal, recibirás todo el odio del mundo ante ti. Ni tu madre ni tú tienen pase al paraíso. Te maldigo, que cuando el amor llegue a ti, este se torne en tu peor pesadilla y te consumas en algo negro y espeso. No mereces ser amado, no mereces ser salvado. Mi hijo llegará a ser Rey de Lazulia y tú, quedarás en el olvido, obligado a alimentarte de gusanos y tierra. Que el espejo sea tu única verdad, aunque su superficie no muestre completamente lo que quieres ver. Él te dará lo que tu quieres oír. Eres vanidoso, ¿No? Que tu belleza sea tu podredumbre. Cómete tu orgullo consumiendo tus propias tripas, tus horribles ojos verán lo que tu corrupta alma quiere ver.
La mujer escupió sobre Vil y dio media vuelta, saliendo de la hermosa habitación de Vil, donde un pequeño tocador de juguete se encontraba en una esquina. La mujer tomó una gota de blot y la esparció en el espejo, en una línea recta y perpendicular al suelo.
La Reina salió al pasillo y se encontró con su dama de compañía.
—Astrid—dijo la dama, sonriendo con dulzura—, ya puedes poner a Atropa Belladona en mi habitación. Vil ha hecho la pregunta.
—Como ordene Su Majestad.
—Que el espejo no sea removido del palacio hasta que Neige sea Rey de Lazulia.
Astrid sonrió con cierta malicia.
—Su verdad es absoluta, Reina de los Espejos.
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Corona de Sangre [RookVil TWISTED WONDERLAND]
Fanfiction[Reboot del cuento Snow White con ciertas modificaciones en trama y ambientado en época similar a la victoriana] [SLOW BURN] Vil Schoenheit es el hermoso rey de Lazulia, un reino sumido en la paz después de años de guerra. Su querido hermano, Neige...