Mara, Joana y Samanta tienen un accidente de auto tras una discusión. Las tres quedan inconscientes y despiertan en un mundo totalmente conocidos para ellas. La famosa década de los 80s. Ninguna sabe como llegaron ahí pero no desaprovecharan esta op...
Narra Duff: Después de unos días de lo que paso en el club, después de ese hecho intimo para ambos, decidí que ya era hora de dar el siguiente paso. Le pediría a Lyn que fuese mi novia.
Como le dije en el cubículo del baño, yo no la quería solo para sexo, ella de verdad me gustaba, se notaba que ella era una chica de buenos sentimientos. No me gustaba tanto alguien desde que iba a secundaria. Quería ir serio con ella.
Y para pedirle que fuese mi novia no iba a ir y simplemente preguntárselo. Quería que fuera algo especial para ambos. Algo para recordar por muchos años. Decidi llamarla por teléfono para asegurarme de que hoy no tenia planes.
—¿Hola?—contestaron desde la otra línea. Por la voz parecía ser una de sus amigas.
—Hola, habla Duff ¿se encuentra Lyn?
—Ah...si. Enseguida te la paso.—esperé unos segundos hasta que volvieron a hablar. Esta vez, reconocí esa voz.
—¿Duff?—contestó Marilyn.
—Hola preciosa, tanto tiempo.—ella río del otro lado del teléfono.—oye, llamaba para preguntarte si esta noche estas libre. Digo, quería llevarte a un lugar especial.
—Oh, bueno no, no tenia planes para esta noche. ¿Donde me llevarás?
—Es una sorpresa estrellita. Pasó por ti a las ocho ¿Si?.
—Claro, te esperare.
—Y yo iré por ti.—dije para luego despedirnos y cortar. Aún no tenía mi propio auto, asi que le pediría prestado el auto a mi viejo amigo, al cual siempre se lo pido. Con la banda nos estaba yendo bien, de hecho, muy bien, más de lo que esperaba. Estábamos yendo de bar en bar tocando. Habían muchas chicas que nos esperaban al terminar los conciertos, pero yo trataba de evadirlas lo más que podía.
De hecho, Axl ya había conseguido a alguien, creo que su nombre era...¿Monique?. Como sea, el punto es que Axl habla cada vez más de esa chica, pareciera muy enamorado.
Ahora que lo pienso, cada vez que Axl esta con Monique, Slash se va lejos a drogarse y emborracharse. Pero solo lo hace cuando está con ella. Es raro. Como sea, no es mi problema.
Me puse a preparar todo para esta noche, decidí llevarla a un lugar que era muy especial para mí. Un lugar que logró tranquilizarme muchas veces. Espero y le guste.
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Ya casi iban a ser las ocho, ya estaba todo preparado. Me cambié, me puse una musculosa negra, con una campera de jeans azul arriba. Unos vaqueros negros rotos con mis botas de vaqueros favoritas. Me miré al espejo. Se me estaban empezando a ver algunas raíces en el pelo, tendría que volver a teñirme pronto.
Como sea, salí de la casa de mi tía quien no estaba presente. Junte todo lo que iba a llevar, me subí al auto y conduje hasta el lugar donde la llevaría a Lyn. Ahí, organize y ordene todo para cuando la trajera a ella. Mire la hora en mi reloj y vi que se me estaba haciendo tarde. Me subí al auto y conduje hasta la casa de Lyn. Cuando llegue, me baje del auto y fui a su puerta a tocar timbre.
Cuando ella salió, no lo podía creer...estaba bellísima. Llevaba puesto un vestido negro, corto y suelto en la parte de abajo. Hacia resaltar sus hermosas curvas. Su pelo estaba suelto pero se había hecho bucles. Estaba maquillada pero discretamente. Y en sus pies llevaba unas hermosas botas estilo militar. Quedaba hermosa, y no perdía su estilo.
—Estas...hermosa—logré articular por fin.
—Gracias—respondió ella, agachando la cabeza.
—¿Nos vamos?— propuse, ofreciéndole mi mano para que la tomara. Ella lo hizo y la conduje hasta el auto. Le abrí la puerta para que subiera y luego subí yo.
—¿Donde me llevarás?— pregunto muy intrigada.
—Ya lo veras.—conteste, llenándola aún más de intriga. Durante el viaje ella iba contemplando el paisaje. Llegamos, estacione el auto y la hice bajar.
—¿Dónde estamos?—Preguntó mientras agarraba mi mano.
—Tú solo sígueme—le dije mientras la guiaba por un camino cuesta arriba, al rededor de los árboles. Por ese lugar de noche no había gente, por eso me gustaba. Mientras subíamos me fumaba un cigarrillo. Antes de llegar a la cima le dije que cerrará los ojos y la guíe, sosteniendola de ambas manos para evitar que se caiga.
Llegamos a la cima del camino, tierra firme. Era un acantilado, uno que conocía como la palma de mi mano desde que tengo 12 años. La hice abrir los ojos, y cuando lo hizo, vio la sorpresa que le preparé. Había puesto una gran manta. Sobre ellas, dos velas prendidas, junto con una botella de Vodka y una de Jack Daniel's, apartadas del fuego por supuesto. Con una canasta cerrada donde habían sándwiches preparados por mi.
—Duff...es bellísimo— dijo tapándose la boca con una mano mientras apreciaba el lugar.— me encanta, es hermoso— dijo para luego abrazarme. Le correspondi el abrazo, ella era tan pequeña en mis brazos, que me daba miedo abrazarla muy fuerte. Amaba su perfume, la oleria todo el día.
Me despegué de ella y la insite a sentarse. Estábamos iluminados por las velas y por la gran luna llena de esa hermosa noche. Comimos, bebimos y nos reímos mucho. Tenía más botellas de Vodka guardadas en el auto pero decidí que con una bastaría. Por ahora. Luego de comer, beber y reírnos, decidí decirle lo que tanto había planeado y repasado una y mil veces en mi cabeza.
—Lyn, ven, párate un segundo linda.— ella obedeció y se paro y la tomé de las manos, listo para hablar.
—Marilyn. Eres la persona más dulce, buena, tranquila pero a la vez alocada que conozco, diste vuelta mi cabeza. Eres lo primero que pienso al despertar, y lo que esta en mi mente durante todo el día. Eres esa música que resuena en mi cabeza desde el primer día que te conocí. Eres tan frágil pero a la vez tan fuerte y ruda. Me encantas. Y desde nuestra primera cita que estoy pensando en como preguntarte esto. Pero...quiero decírtelo de una vez por todas. Marilyn ¿Quieres hacerme el idiota más feliz convirtiéndote en mi novia?—pude ver el momento exacto en el que comenzó a llorar, yo le limpie las lágrimas y ella solo reía.
—Si Duff, por supuesto que quiero hacer feliz a un idiota como tu.—dijo, para luego abalanzarse hacia a mi y besarme. Por fin era mi novia, por fin lo oficializamos. Estaba tan contento.
No sé que mierda tenia esta chica, no entendía como de un momento a otro pudo robarme el sueño de esta manera. Es increíble.
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