Mara, Joana y Samanta tienen un accidente de auto tras una discusión. Las tres quedan inconscientes y despiertan en un mundo totalmente conocidos para ellas. La famosa década de los 80s. Ninguna sabe como llegaron ahí pero no desaprovecharan esta op...
Narra Duff: Lyn estaba en esos días, la verdad no esperaba a que me dijera todo eso sobre ese tema, pero ahora que me lo dijo tenía sentido en muchas cosas. Mientras pensaba todo esto me adentré en el almacén. 'Toallas femeninas Duff, no lo olvides'
Busqué la sección donde podrían estar esas cosas, cuando las encontré, me arrepentí mucho de no haber traído a Lyn conmigo. Habían muchos...muchos paquetes, de distintos colores y descripción, habían más chicos y más grandes. Me puse a leer su descripción. Algunas decían nocturnas, otras decían clásicas. Otras decían que no eran toallas sino protectores. ¿Protectores? Seguro es lo mismo. Tomé un paquete que decía clásicas, otro que decía nocturnas, y otro que decía protectores en vez de toallas. Fui a pagar y le pedí a la cajera algo para los famosos "cólicos".
—Vaya que eres buen niño como para comprar estas cosas—dijo la cajera. Era una señora bastante mayor, pero no mucho. Solamente reí ante el comentario, una risa muy fingida ya que no me gustó lo que dijo. Guardó las píldoras en la bolsa, pagué y salí de ahi. Abrí la puerta del auto y me adentré en él.
—Lyn, habían muchas cosas entonces de traje todo eso. Espero que te sirvan—dije tendiendole la bolsa con las compras.
—Gracias Duff, eres el mejor te amo—dijo Lyn con una voz un poco cansada, me preocupé mucho, ¿estaba bien?, ¿tenía que llevarla al hospital? Esperé atento mientras ella inspeccionaba todo lo que le compré. Las miró y las volvió a dejar en la bolsa, hasta que sacó el paquete más chico de todos, los protectores. Ella miró el paquete, para luego soltar una risita y mirarme.
—Es mi culpa, olvidé advertirte sobre estos—dijo ella con mucha gracia—Duff, estos no sirven para cuando estas menstruando.
—¡¿Qué?! Lyn solo reía.
—Estos mayormente son para cuando la mujer tiene leves perdidas de orina, o mucho flujo, pero en realidad son muy chicos como para usarse cuando estas sangrando. Pero gracias igual, me sirven. Ella me besó en forma de agradecimiento, tomé su mentón profundizando el beso, beso que cortamos por falta de aire.
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Dejé a Lyn en su casa, parecía bastante dolorida pero dijo que con las píldoras que le compre los dolores cesarian. El camino estuvo tranquilo y silencioso, de noche no hay mucho tránsito, pero ya me había acostumbrado a la voz de Lyn. Le devolví el auto a mi amigo, dejándolo aparcado en frente de su casa, tal cual me lo había prestado, y me fui para mi casa caminando, ya que no vivíamos tan lejos unos de otros. Cuando llegué los chicos aún no se habían ido a dormir. Estaban todos en la sala tomando cervezas y hablando estupideces.
—Miren quién se digno a aparecer—habló Slash. Me senté en un lugar libre del sofá y abrí una cerveza. Los chicos estaban hablando de los siguientes shows, demasiado entretenidos como para darse cuenta de que ni siquiera les estaba prestando atención. En un momento clave, decidí preguntarles.
—¿Ustedes qué saben sobre la menstruación?—pregunté pensativo. Todos se quedaron en silencio, contemplandome. Hasta que todos estallaron en risas y carcajadas, burlándose.
—¡Pero que carajos jirafa, porqué preguntas eso!—preguntó Slash, muriéndose de risa.
—Ya basta imbéciles, solo respondan—dije molesto ya que no tomaron encerio mi pregunta.
—¿Que pasa Duff?, ¿acaso a tu novia le vino?—preguntó ahora el pelirrojo.
—Bueno si y tuve que comprarles toallas femeninas. Slash escupió toda la cerveza que tenia en su boca apunto de tragar y comenzó a reírse como loco.
—¡¿En-encerio l-le compraste toallas a tú novia?! Dijo estallando otra vez en risas.
—¡Ya basta idiota! ¿qué tiene de malo?—grité molesto.
—Amigo, que vergüenza—dijo Axl.
—No es tan malo—minimizó Steven—yo también he tenido que comprarle de esas a Adriana.
—Muy bien, ya me recompuse, ¿cuál era tu pregunta jirafa?—me habló Slash.
—Que saben de la menstruación.
—Bueno...lo que se es que en esos días las mujeres se ponen locas y sentimentales. Oh y que la sangre sirve como lubricante para el sexo.
—Agh eres un asco.
—Hablando de sexo, vimos que ese día de la fiesta subieron juntos a la habitación. ¿Lo hicieron?—preguntó Axl con una sonrisa pícara en su cara. Yo agaché la cabeza mientras reía ante él recuerdo de Lyn debajo de mí, entregándose, gimiendo.
—Hermano...es lo mejor que probé en mi vida—contesté Los chicos comenzaron a festejar de que por fin lo habíamos hecho.
—¿Es buena? ¿Se mueve bien?—preguntó ahora el rizado. No le iba a dar muchos detalles, si se los daba, iban a querer sobrepasarse de listos con ella. Después de todo, no me gustaría pelearme con ellos por una mujer, ellos eran mi familia ahora, con quienes convivía, reía, tomaba, fumaba, drogaba y peleaba. Podían ser unos idiotas, pero me gustaba que fueran ellos mismos. Y si tenía que defenderlos de cualquier cosa, lo haría.
—Es tímida, pero buena. Es lo más hermoso que vi en años. Todos se quedaron en silencio.
—Vaya...de verdad te hechizo el pene—comentó Slash. Para recibir insultos de parte mía y risas de parte de los demás. Lyn era hermosa por dentro y por fuera. Espero que nuestra relación jamás cambie. Aún no me olvido de lo que me dijo Slash. Ese maldito trapeador no tiene límites con las palabras.
Flashback: Habíamos terminado de ensayar, estábamos todos agotados, ahora que grabariamos nuestras canciones ensayabamos el doble. Les estaba contando a Popcorn y a Slash una anécdota muy graciosa que tuve en una salida con Lyn. Ella se había hecho un pequeño corte en la yema del dedo con un vidrio astillado que no vio. Me puse tan nervioso porque no paraba de sangrar que corte un pedazo de manga de mi camisa y se lo envolví en el dedo. A todos les parecio exagerada mi acción pero no le veo nada de malo. Los chicos se me reían. Luego Popcorn se fue a buscar una cerveza, dejándome solo con Slash.
—Oye jirafa..., se que no debería decirte esto pero...tu novia es muy linda de verdad. Mire a Slash, ¿de verdad es tan idiota como para decirme eso en la cara?
—¿Que carajos trapeador? No te pases de listo.
—Si algún día terminan, espero que no te moleste que la haga mía.—respondió, con una sonrisa boba en su cara. Para luego decir: —¡Ay vamos idiota! Es solo una broma, quería hacerte enfadar. Si...aja.
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