𝐈𝐧𝐞𝐯𝐢𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 ☆(Duff McKagan)☆

☆Capítulo 22☆

 Un mal sueño -Un mal dia

—¿Donde estoy?—pensé.
Estaba todo blanco, no veía nada más que no fuera blanco. Tampoco distinguía absolutamente nada.
¿Que estaba pasando?, ¿Que hago aquí?

—Mara...no te preocupes linda, todo se solucionará ¿si? Pronto volverás con nosotros.
Esa voz...era mi madre.
Podia escucharla, pero no verla, su voz retumbaba por todo el lugar, sea donde sea que esté.

—Te amamos hija, no se si puedas escucharme o no, pero te lo diré las veces que sean necesarias.
Ahora hablaba mi padre.
No entendía nada.

—¿Mamá? ¿Papá? Estoy aquí.—grité, pero no escuché respuesta alguna.

—Se que volverás con nosotros—dijo mi madre, y escuché que comenzó a llorar. Odiaba verla o escucharla llorar.

—¡Mamá! ¡Estoy justo aquí!. ¡Mamá por favor contéstame! ¡MAMÁ!.

Me desperté sobresaltada, sentándome en la cama de golpe.

—Linda ¿estas bien?—me preguntó Duff, sentándose en la cama mientras me tomaba del hombro.
Estaba agitada y transpirada.

—Tranquila cariño, fue solo un mal sueño ¿si?—me dijo el rubio para luego abrazarme por el costado, arrecostando mi cabeza en su pecho.
No aguanté más y exploté en llanto, abrazándolo y escondiendo mi cara en su pecho.

—Tranquila...fue solo una pesadilla, no puede hacerte daño. Yo estoy aqui ¿si? Te protegere—me consolaba Duff mientras sobaba mi cabeza con su mano.
Estuvimos así un largo rato, hasta que pude calmarme.

El rubio se levantó para alcanzarme un vaso de agua. La noche anterior me había quedado a dormir en su casa. Asique ahora estábamos en la misma cama de su habitación.

—Gracias Duffy.

—No es nada, de verdad me preocupaste recién. Mientras estabas dormida estabas llorando y repitiendo una y otra vez "Mamá, mamá".
Vaya...al parecer el sueño me afecto fuerte.
No podia contarle a Duff el sueño a detalle, porque ya tendría que explicarle que no soy de aquí. Además, si le digo que vengo del futuro jamás me creería.
Asique opte por utilizar el pasado de Marilyn a mi favor.

—Soñé con mi madre.

—Y al parecer no es algo bueno—dijo Duff.
El pasado de Marilyn no es nada bonito, según tengo entendido que jamás tuvo buena relación con su madre.

—Yo...jamás tuve buena relación con mi madre.
Él me miraba atentamente.

—Pero este sueño...me hizo extrañarla...—algunas lágrimas amenazaron otra ves con salir.

—¿Y dónde está?

—No lo sé, no la veo desde que tenía 13.
Duff me volvió a abrazar, pasando su brazo por mis hombros.

—Aveces es mejor simplemente dejar atrás y olvidar, antes que seguir sufriendo.

—Te amo Duff.

—Y yo a ti Marilyn. Estaré aquí para lo que necesites, lo prometo.
El beso mi frente. Me sentía tan acompañada a su lado, tan bien, tan relajada, que me daba miedo pensar en estar sin él. Y fue con ese pensamiento con el que me di cuenta lo jodida que estaba.

Con Duff nos levantamos para desayunar. Hizo el intento de hacer huevos fritos pero se les pegaron en la satén. Entonces tomé el control de la cocina y como pude hice unos huevos revueltos.