☆Capítulo 24☆

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No es correcto

Estaba preocupada.
Desde ayer, Duff no había llamado ni dado señales de vida. No quería llamar porque tampoco quería parecer desesperada, quería darle su espacio.
La verdad me dejo muy triste después de lo sucedido con su tía, jamás lo había visto así. Quién iba a decirlo, las estrellas del rock también lloran.

Ya era de tarde, las chicas dijeron que irían a comprar baquetas nuevas, ya que Nicki había intentado algo con la batería y se les rompieron.
No sé exactamente que truco intentó, porque lo intentó cuando yo no estaba, pero lo que sí sé es que cuando volví estaban los restos de las baquetas por el piso, y una Nicki frustrada.

Me había quedado sola en casa. Estaba sirviéndome helado cuando tocaron el timbre.
Fui a ver quien era.

—¿Si?—le dije al abrir la puerta, para toparme con un enorme ramo de lo que parecian ser amapolas rosadas. Y atrás del ramo, el chico que las repartía.

—¿Marilyn Hudson?—asentí—las envían para ti. Lo dice en la tarjeta.

—Bueno...gracias—fue lo último que dije para despedir al chico y cerrar la puerta.
¿Serán de quien yo creo que son?
Busqué la tarjeta entre las hermosas flores y efectivamente, la encontré.

Una hermosa carta escrita por nada más y nada menos que Duff. Es tan tierno.
Lo amo tanto, cada día me enamora más.


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Ayer Duff mandó un hermoso ramo de amapolas rosadas a mi casa. Y hoy decidí que iría de sorpresa a la casa de los Guns para sorprender al rubio teñido.
Eran las 18:30 hs cuando sali en dirección a la vivienda de los chicos. Fui caminando ya que no quedaba tan lejos su casa de la mia, aunque a Duff le gustaba buscarme en auto, no era mucha distancia.

Golpeé la puerta, y el que me atendió fue Slash.

—¡Ey Lyn!, que tal hermosa, que se te ofrece por aquí.

—Vine a ver a Duff.

—Ohh...lo siento hermosura pero Duff salió hace unos minutos, no dijo donde, solo que ya volvía. Puedes esperarlo aquí si quieres.

—De hecho es buena idea, ya que quería aparecer de sorpresa.
Slash se hizo a un lado en la puerta y me adentré a la casa. ¿Donde habría ido Duff?, ¿Y porque la casa estaba tan vacía...y sucia?

—¿Y los demás?
Slash comenzó a palparse los bolsillos de sus vaqueros.

—Mmm no los tengo aquí. Mejor me fijo en los bolsillos de la cachqueta.

—Ja, muy gracioso. Te lo pregunto encerio negro.

—Oye no vengas con racismo a mi casa.

—¿Me dirás donde están los demás?

—Pfff, no lo sé, Axl no apareció en toda la noche,  Izzy se fue en la madrugada, Duff acaba de salir, y Steven....la verdad no se que es la vida de Popcorn, ni siquiera se donde esta.

—Okey...—no sé qué me sorprendia esto, ya eran muy normal estas cosas en ellos.

—¿Quieres cerveza?, hay cerveza, Vodka, whisky, café...

—Tal vez pueda hacer un café para Duff y para mi.

—Bien, ya sabes donde esta la cocina—respondió Slash, sentándose en el sofá.
Me fui para la cocina, puse el agua a calentar y me puse a preparar el café.
Estaba tan concentrada en lo mío que me sobresalté cuando sentí unas manos en mi cintura.

𝐈𝐧𝐞𝐯𝐢𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 ☆(Duff McKagan)☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora