Universos Paralelos - El chico del año

23 - Me enamoré.

Jamie entró de nuevo al salón y caminó hacia su mesa, Jess lo miró un poco nervioso. 

Jess:  ¿qué pasó con Arya? ¿se fue?

Jamie: No, está... atrás respirando un poco. 

Jess: pero, ¿por qué? no entiendo. 

Jamie: Jess, ella tuvo una relación con Louis. 

Jess: ¿qué? Algo supe pero no sabía que tan serio fue. 

Jamie: bastante serio, él le pidió matrimonio, y ahora está aquí con otra mujer, cuando claramente le decía que no podían hacerlo público por un contrato. 

Jess: pues míralo, no está muy feliz y parece que está buscando a alguien. 

Jamie: Jess... no es todo lo que está pasando y me estoy poniendo un poco nervioso. 

Las luces bajan de intensidad y el maestro de ceremonias sube al pequeño escenario para presentarse. 

Jess: no me asustes Jamie, ¿qué pasa? 

Jamie: esperemos un momento y tendrás que ayudarme si las puertas de la exposición son abiertas. 

Jess: claro que las van a abrir, está en el programa. 

Jamie: ay Dios... la gran sorpresa nos la vamos a llevar todos. 

Jess: Jamie... habla ahora. 

Jamie: espera... (miraba atento la puerta lateral mientras daba sorbo a su bebida)

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(Recomendación: "The Scientist" - Coldplay)

Su mano bajaba del hombro y recorrió su brazo suave con el dorso hasta llegar a su mano, la tomó e hizo que diera la vuelta para estar uno frente al otro. Arya tenía lágrimas contenidas en sus ojos...

Joe: gracias por venir... lamento mucho lo del elevador, no lo tenía planeado así pero... por favor escúchame, voy a contarte todo.

Arya asienta y espera...

Joe: (suspira) cuando tenía 15 años descubrí el amor tan grande que le tenía a la fotografía, le pedí a mis padres una cámara y ellos me la compraron para mi siguiente cumpleaños, al principio solo le tomaba fotos a todo, sin entender, pero me inscribí a clases en el instituto y me apasionaba cada que aprendía cosas nuevas. 

En la universidad  fue donde conocí a Shirley, ella... simplemente brillaba donde quiera que iba, era una de las más talentosas de la clase y me enamoró todo en ella, era... mi sol. Nos hicimos novios y no había lugar al que no fuéramos con nuestras cámaras, éramos una locura. Recorríamos la costa en mi auto y un día sin planearlo, sin anillo... le pedí que se casara conmigo.  

Un año después nos casamos en la residencia de la familia Quinn en Londres, esa siempre fue la tradición en los Quinn, fue un gran día para mis padres y para mi,  a mi no me importaba el lugar o los invitados, yo era el hombre más feliz del mundo con la mujer que iluminaba "mi mundo". 

Recién graduados y con esta vida nueva juntos, las oportunidades laborales llegaron pronto, trabajábamos duro y los fines de semana nos escapábamos con nuestras cámaras fuera de la ciudad. Pero ella cambió la visión y un día me dijo que quería trabajar para la corona, casi se obsesionó con eso y yo respeté sus sueños y la apoyaba con todo. 

Fueron meses de casting y pruebas, no dormía y pasaba las noches en nuestro estudio para perfeccionar su técnica, admiré su pasión. Una tarde me envió un mensaje diciendo que la habían aceptado, hice una gran cena para celebrar y ella no llegó, pues le dieron la bienvenida en la corona y no pudo negarse a ello.