2.03 - París.

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Cementerio de Los Ángeles
(17 agosto 2025)
(9:45 a.m.)

Como todas las mañanas desde hace 2 años 4 meses Arya lleva su peonia rosa a Joe.

Arya: (coloca la flor en el mismo lugar) te extraño... hace tanto que no me visitas en mis sueños, por favor no hagas que esto termine; la psicóloga dice que es normal, pero yo me rehuso a dejarte de ver.   

Suspira mientras enfoca su mirada en la peonia. 

Arya: además, hoy será un día difícil, Jamie y Jess insisten en que viajemos juntos para unas vacaciones por Europa, pero... no puedo dejarte solo, no puedo. 

Arya limpia los restos de hojas secas que cubren el nombre de Joe y después de contarle como estuvo su día anterior, se despide dejando un beso acariciando su nombre con la mano y se va.  

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Ese día la psicóloga no pudo derribar su resistencia cuando le propuso, que tal vez era momento de dejar de visitar a Joe todos los días. 

Aunque le recordó los grandes avances que ha tenido; como el hecho de aceptar una relación con Scott, una relación que sin duda va lenta, aunque ya tiene 4 meses, pero que le hace tanto bien. Scott es amable con ella, ha tenido la paciencia y consideración en su proceso, nadie más que él puede comprender lo que vive. 

El bufete de abogados de Scott la contrató para su representación y ser la responsable de las relaciones públicas y la imagen corporativa de la empresa. Era lo mejor que le pudo pasar, porque cuando no podía levantarse de la cama y soñaba con el día del accidente, Scott lo entendía perfectamente y no la cuestionaba.

Pasó de ser el abogado que los Quinn contrataron para ella... a un gran amigo. Tenía las palabras correctas en el momento correcto, escuchaba a Arya por horas y siempre estaba en los momentos de crisis. 

No fue difícil para él verla más allá de la amiga, en el fondo una parte siempre la vió como mujer, desde que la conoció en aquel bar y ebrios se dieron aquel beso. Pero sabía que no podía esperar mucho y el instinto de protección se desarrolló en él y lo hacía de todo corazón.

Una tarde Arya no fue a trabajar, él comenzó a preocuparse cuando no respondía llamadas o mensajes. Pero algo en su interior le hizo pensar en un lugar y tomó las llaves para salir de la oficina. La encontró hecha mares frente a la tumba de Joe, se sentó tras ella y la recargó  en su pecho para que descansara, quizá tenía horas ahí sin descanso.

Fue cuando prestó atención y lo entendió, leyó la fecha de nacimiento en la placa...era cumpleaños de Joe. Después de dos horas, cuando ella estaba más tranquila y sin decir una sola palabra, la ayudó a levantarse, la llevó a su casa y mientras ella tomaba una ducha, le preparó algo de comer y aunque apenas tocó la comida, le agradeció el hermoso gesto. 

En tardes difíciles como esa, era común que él la dejara descansar en su pecho, que su camisa terminara húmeda por sus lágrimas y que él le acariciara el pelo hasta que ella se quedaba dormida. 

Pero dentro de él también había un hombre, mentiría si negara que no disfrutaba del calor de su cuerpo cerca de él, de abrazarla a su pecho y de los días un poco más relajados con ella. Se enamoró de su caminar en la oficina, con trajes sastre hechos a medida, los tacones altos y lo sofisticada que se veía cuando usaba anteojos y recogía su cabello. 

Nunca tuvieron un "cita" o por lo menos nunca  la llamaron así, en el fondo Scott tenía sus propios asuntos con Thelma, cuando admitía para sí mismo sentirse enamorado de Arya, lo invadió la culpa y le pedía perdón, pero en sus propios sueños él llegó a sentir que ella estaba de acuerdo, como si le diera su aprobación,  incluso que era ella quien la había puesto en su camino, como si fuera la indicada. 

Universos Paralelos - El chico del añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora