2.16 - Déjalo.

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Hotel Bel-Air
Los Ángeles, CA.
(4 enero)
(7:23 a.m.)

La noche fue larga y silenciosa; esa mañana Scott estaba en el balcón de la suite, no había podido dormir absolutamente nada y puso una cucharada extra de azúcar al café para que endulzara un poco en el resto del día, que era incierto. El sol de Los Ángeles dejaba los primeros rayos sobre el sofá de jardín en el que estaba sentado, no sabía si entrar o quedarse más tiempo allí, no quería despertarla.

Lo que él no sabía es que ella tampoco había dormido, seguía recostada aparentemente pacífica, pero su mente era ruidosa y la cabeza le dolía de tanto pensar. No habían dicho una sola palabra desde que supieron la noticia, después de varios minutos él secó sus lágrimas, la ayudó a llegar a la cama y se recostó junto a ella abrazándola; después ambos fingieron que dormían.

Con sentimientos encontrados, Arya sabía que tenía que hacer frente a los eventos que estaban por venir. Pero en ese momento había que empezar con el maravilloso hombre que estaba ahí afuera, que solo le había brindado consuelo, soporte y amor.

Salió de la cama y se dirigió a la ducha, el agua corriendo desde su rostro hasta los pies era reconfortante, le ayudaba a respirar mejor; y en ese momento aprovechó para hacer algo que debido a toda la confusión y la sorpresa no había podido hacer.

Bajó sus manos hasta llegar a su vientre y le regaló una caricia suave de bienvenida a la chispa de vida que se alojó dentro de ella; a ese pedacito de cielo tan inesperado que estaba creciendo sin parar y que se estaba robando todo su amor.

Se vistió, tomó los anillos que representaban su unión con Scott para colocarlos en su dedo anular y salió de la habitación, en el área común no estaba, pero el ondeo de la cortina le avisaba que el balcón estaba abierto y se acercó hasta ahí.

La taza vacía de café en la mano, miles de pensamientos y su mirada perdida en la hermosa vista...

Arya: hola. (Scott de inmediato dirige su mirada triste a ella)

Scott: hola.

Arya tenía las manos unidas, nerviosa, pero decidida a afrontar cualquier decisión que él tomara.

Arya: ¿quieres hablar? (preguntó con incertidumbre)

Scott: solo si te sientes lista.

Arya: si, lo necesito y creo que tú también.

Scott hizo un gesto amable con su mano para que se sentara junto a él, ella no tenía idea de lo que Scott sentía o pensaba de la situación, así que esa invitación la relajó. Al momento de sentarse él ve los anillos en su dedo y sintió alivio, la tomó de ambas manos y escuchó atento.

Arya: (exhaló) Scott... lo lamento, lamento no haberme dado cuenta antes, yo te juro que no sabía nada, jamás te habría puesto en esta situación tan incómoda.

Scott: lo sé, no tienes que disculparte, no hay culpables. Tú fuiste muy clara conmigo, el día que hablamos y retomamos nuestro compromiso, me dijiste que habías estado con él, tus sentimientos y yo lo acepté; nunca me mentiste y sé que no lo haces ahora.

Arya: voy a entender cualquiera que sea tu decisión después de esta charla, por favor tenlo claro, no espero que te quedes o entiendas mis decisiones.

Scott: Arya, yo me casé contigo ayer, pero desde que nos comprometimos, me prometí que estaría contigo en todo momento mientras tú lo quieras. Yo no voy a abandonarte, no voy a irme si tú no me lo pides; pero si quiero saber lo que quieres hacer.

Arya: primero quiero ir a una revisión médica, de ser posible hoy mismo. Tengo un historial que no quisiera que complicara nada del proceso, ha pasado antes, incluso un falso positivo; la diferencia es que aquella vez no había síntomas mas que el retraso.

Universos Paralelos - El chico del añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora