Capítulo dos. Apologies

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La chica no dudo en estrechar mi mano, sonríe, - Mi nombre es América, un gusto Melanie.

A lo lejos un chico se asomó y le gritó a América. — ¡América apurate ya vamos tarde! - El chico se acercó, — Qué te pasa, te estuve buscando por todos lados, - le reprocha el chico, — Por algo soy el mayor.

— Ya va, ya iba pero está chica me tiro, - señala hacia mi dirección, — Y no me importa si eres mayor que yo o no.

Agacho la cabeza un poco sonrojada, — Perdón no quería causar problemas.

- Ya, no te preocupes, este chico es mi hermano, Wyatt.

Un chico de altura alta, pelo plateado y ojos grises, me tiende la mano,

— Wyatt, un gusto.

Estrecho la mano con Wyatt, — Melanie

Mi mano está sudando, su mano se siente super aspera, no se compara con la de su hermana, la de ella se sentía super suave. Quito mi mano rápido, no he hablado con ningún hombre, salvo que fuera Julian o mi padre, que se supone que debo de hacer?

— Bueno nosotros nos vamos, ¿verdad Wyatt?

Wyatt no me quita los ojos de encima, le habré gustado no? O solo te está intimidando Melissa, habla mi subconsciente, — Si ya, vamos tarde por cierto.

América voltea los ojos, — Si si, lo se, - me ve y sonríe, — ¿Quieres que te llevemos a tu casa? ¿Vives cerca? Preguntó América

— América ya vamos tarde, seguro que Mel puede regresar sola, verdad?

— Está bien, mañana nos vemos, adiós.

América empezó a alejarse despidiéndose con la mano.

Wyatt se queda, agarra un mechón de pelo y empieza a jugar con él, bajó la cabeza sonrojada, — Eres muy bonita, ten cuidado, aquí no es muy seguro estamos muy cerca de la frontera con The Darkness.

— Si, está bien, tendré cuidado.

— Te ves linda cuando te sonrojas, ¿te lo habían dicho? Nos vemos mañana, princesa.

Con eso me dio la espalda y se fue.

Princesa? ¿Es en serio? Apenas nos conocemos y ya me trata de princesa, o sea es mi título, pero él no lo sabe.

Será mejor que vaya ya al castillo, se está haciendo un poco tarde y como dijo Wyatt, es peligroso estar afuera. Empiezo a caminar, esta vez pongo atención a mi camino, nada nuevo. Llegó a la parte trasera del castillo, empiezo a escalar, gracias al padre de Julian, se escalar muros, sabía que esto me iba a servir de algo. Logró llegar a la cima, miro que no había nadie en la habitación y entro, pero no todo es color rosa, mi madre toca la puerta.

— Mely puedo entrar? - corro al baño, me quito los zapatos y el suéter, quedó solo en una blusa de tirantes, me pongo una bata y salgo, — Si madre, puedes entrar.

Sonrió, mostrando los dientes, mi madre entra sonriente también, –- ¿Cómo estás pequeña?

- Bien, súper bien madre, - bostezo falsamente, — Un poco cansada.

- Oh, está bien, bueno no te molestó más y te dejo descansar, - me da un beso en la frente, — Feliz noche mi niña, mañana te daré una sorpresa

— Sí madre, - como dice el dicho, ''La curiosidad mató al gato'', y yo soy muy curiosa, — Que sorpresa madre?

— Eso te lo diré mañana, estás muy cansada.

Entrecierro mis ojos, — Bueno, está bien, descansa madre.

Mi madre salió de la habitación, me hago la dormida para no levantar sospecha.

Cuando cierra la puerta, abro los ojos y miró al techo. Todo este día fue bueno, ¿no? Conocí a tres chicos muy amables, bueno uno quería quitarme la cabeza, pero los otros dos no, así que esta bien.

Tengo que tener cuidado porque mi madre o mi padre pueden entrar a mi habitación sin previo aviso, necesito un plan, para poder salir sabiendo que ellos no podrán entrar. Bueno, en las tardes tengo tiempo libre, puedo decirles que me dejen a solas en mi habitación. Ok, ahora los horarios, me desocupo desde las 4 de la tarde, la cena es las 9, tengo 5 horas libres, pediré que no me molesten por este lapso de tiempo, en este tiempo podré salir sin la preocupación de que mis padres entren y no me encuentren, podré ir a ver a Matias y ahora a los hermanos.

Después de repensar las cosas, me empezó a dar sueño de verdad y me dormí.

Al dia siguiente despierto, bajo a desayunar, en el comedor ya estan mis padres, los saludó, — Buenos días mami y papi

Mi madre me sonríe, - Buenos días hija, ¿cómo amaneciste?

— Bien madre, ¿cuál era la sorpresa que me hablaste ayer?

Si, soy muy curiosa, no me culpen, — Hay no niña, tu si que eres muy curiosa, te lo va a decir tu padre.

Me dirijo a mi padre, — Padre?

— Si nena, estábamos hablando con tu madre y como ya tienes 19 años, vas a poder salir del castillo. Dice mi padre con una sonrisa genuina.

— ¡Muchas gracias! Los amo mucho, mucho, - les doy un beso en el cachete a mis padres, — Estoy muy emocionada.

— Pero... Alguien tendrá que ir contigo para que estés segura.

Cruzó los brazos encima de mi pecho,— Pero por qué? Ya soy mayor de edad, puedo cuidarme sola.

— Y lo sabemos, pero sentimos que estarás más segura y conociendo tu rebeldía decidimos que será así.

— Agh está bien, ¿quién será mi guardaespaldas?

— Julián, él acaba de terminar sus entrenamientos para convertirse en un caballero real, y es el único de confianza entre el castillo.

— ¡No! No por favor el no, es muy aburrido y cada que yo quiera hacer algo él me va a decir que no, por favor no.

— Nada que no, él será el que te guarde o no sales, punto y fin.

— Bueno entonces no saldré.

Agarré un pedazo de fruta y fui a mi habitación.

¿Por qué? Me cae tan mal y aparte que lo ponen como mi guardia, escogería mil veces a Matías antes que a él, ¡Te odio Julian!

Alguien toca la puerta, se escucha la voz de Julian, — Puedo pasar Mely?

— Igual si te digo que no, pasarás.

Como dije antes, entro, — Mely por qué no quieres que yo sea tu guardián? Ya terminé mi entrenamiento ya puedo cuidarte

Nota del auto: Y otra vez corte mal el capitulo, ahh no aprendo.

En fin espero que les haya gustado este cap.

Nuevos personajes: América y Wyatt

Bay, los amo.

M. R. 

Melissa: Blood and Love [Ángeles Caídos #01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora