8 - " Mal educado "

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Narra Emilia

El día de la mudanza llegó. Han sido días bastante cansadores. Fuimos a comprar electrodomésticos para la casa y mas sumando que tuve que empacar toda mi ropa y mis cosas para llevar a la otra casa.

Me levante de la cama a duras penas, era sábado por lo cual no tengo que ir a la universidad.

Si les digo la verdad estoy muy cansada, había dormido muy mal estos últimos días, por la mudanza, las clases y aparte de eso los trabajos de la universidad. Mantener un promedio en todo este caos si era agotador después de todo.

Tome una ducha relajante pero corta y me vestí con ropa cómoda para todo el día ya que iba a ser bastante largo.

Me estaba peinando cuando recibo un mensaje de Pablo diciendo que estaba en entrenamiento

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Me estaba peinando cuando recibo un mensaje de Pablo diciendo que estaba en entrenamiento.

¿Y la mudanza?

No le di importancia, y baje a desayunar junto a mi mamá. Papá había salido temprano a hacer no se que cosas.

Todas las cosas que necesitábamos ya estaban en la casa, como los sofás, televisión, cama y esas cosas que son más grandes. Hasta ya habían instalado el internet y el cable de la televisión. Solo tendríamos que llevar las cosas personales de cada uno.

También nuestros padres habían contratado a unas señoras para que hicieran una limpieza profunda antes de que nosotros instalaramos todo.

Cargamos todas las cajas en la camioneta de mamá y salimos para mi nueva casa.

Cuando llegamos ya estaba Gema junto a Aurora. Quienes trajeron las cosas de Pablo y también vinieron para ayudarnos a instalar todo.

- Gavi dejó todas sus cosas acomodadas- nos comentó Aurora.

- No falta a un entrenamiento ni por que le paguen- dijo esta vez su madre y reímos.

- Oye Emi, vi tu video bailando- Me sonrió Aurora mientras las dos íbamos a la cocina a acomodar todo lo necesario.
- De verdad lo haces muy bien-

- Muchas gracias, me alegro que te guste- le sonreí guardando un par de ollas en las alacenas.

Seguimos hablando de muchas cosas más, y chismeando también y unas dos horas después la cocina ya estaba completamente lista.

Justo cuando íbamos saliendo para la sala entran Pablo y su padre por la puerta con algunas bolsas de comida.

- Compramos algunas cosas hasta que vayan a hacer la compra general de todo- Me sonrió aquel hombre.

- Muchas gracias- le sonreí y vi como el hombre se dirigía a la cocina para dejar las bolsas.

- Buenas, buenas- entro mi padre con una amplia sonrisa.

- Hola papi... donde estabas- me acerque a el para saludarlo.

- Estaba en busca de un regalo para ti- me sonrió y lo mire extrañada.

Yo si te amo | Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora