Cuando todos se dieron cuenta de mi presencia se quedaron mirándome. Llevé una de mis manos a mi nuca nervioso.
- Hola Pablo, ellos son los amigos de Emi de Argentina- dijo Vanesa, su madre.
- Que tal- los salude a todos
Se veían nerviosos.
- Si es real - susurro uno de ellos a sus amigos y los demás asintieron.
Solté una risita por la cara de cada uno. Emilia solo sonreía, se veía feliz de tener a sus amigos aquí.
- Crees que luego puedas tomarte una foto con ellos?- me pregunto Emilia algo tímida.
- Claro, no hay problema- les sonreí a los chicos y ellos también lo hicieron.
Nos adentramos todos a la casa y fuimos a la sala.
- Y sus maletas?- pregunto Emi viendo que ninguno traía nada
- En el hotel- dijo una chica
- Como que en el hotel?- Emi miró a sus padres.
- Insistí que se queden en casa, pero no quisieron- dijo su madre
- Vamos a buscar las cosas, se quedan en en casa de mis padres- Se paro para ir a buscar sus llaves. Pero uno de ellos la tomó de la cintura y la volvió tomándola con las dos manos.
- Claro que no, las cosas ya están ahí y aparte ya esta todo pago- le dijo ese mismo de frete mirándola sonriente.
No voy a negarlo, muero de celos.
Narra Emilia
Pasamos la tarde todos juntos, ya todos sabían que estábamos los 7 juntos otra vez y la verdad estoy muy feliz.
La hora de irse llegó así que mis padres y yo llevamos a los chicos al hotel donde se hospedaban, yo llevé a las chicas mientras que mis padres a los chicos.
Me dijeron que mañana iban a la fiesta que mamá organizo para festejar. Me despedí de ellas y luego volví a casa, Pablo estaba aún en la sala. No dije nada y seguí mi camino a las escaleras para ir a mi cuarto.
Hice mi rutina de noche y acomode todo para mañana. Los nervios se hicieron presentes y sabía que no iba a poder dormir. Decidí bajar a la cocina para hacer un té, por ahí me relajaba.
Cuando mire por la ventana de la cocina que daba al patio trasero vi a Pablo sentado en el césped, quien acariciaba a coco que estaba a su lado mientras miraba el cielo.
Mi corazón empezó a latir con fuerza, y por más que me encantaría estar ahí con el, sabía que no pasaría ni en mis sueños. Era una de las pocas veces que lo veía con coco. Siempre trataba de evitarlo al igual que a mi.
Tome una foto rápido para tener ese recuerdo y subí otra vez a mi cuarto con mi té.Lo tome mientras miraba una película elegida al azar.
Cuando la película me empezó a aburrir y el sueño se estaba apoderando de mi cuerpo, apague la TV y me arrope para dormir.
Narra Gavi
Entre a la casa, coco entró detrás de mi y fue directo a su camita en la sala, sonreí de lo tierno que es. Apague las luces dejando solo una pequeña en la sala para que coco no se asuste.
Subí las escaleras para ir a mi cuarto, que quedaba justo en frente del cuarto principal. Donde como siempre la puerta estaba entre abierta. Ella nunca la cerraba.
La mire desde ahí, dormida con una pequeña sonrisa en su carita. En ese momento me vino la imagen de ella esta tarde cuando estaba con sus amigos. Se veía feliz de tenerlos.
Negué rápido con la cabeza cerrando mis ojos para luego entrar al cuarto cerrando la puerta detrás de mi.
Tengo que parar. El contrato solo está a meses de acabarse, y parece que mientras más se acerca el final es cuando los recuerdos se me vienen.
Ella no puede gustarme, de ningún modo. Hice demasiado para que me odie, y voy a seguir asiendolo.
Ella es tan buena, tiene un alma tan libre, que se merece a alguien que si pueda hacerla realmente feliz. Por eso es que desde el primer momento no lo intente.
Porque ella es mucho, y yo tan poco.
Narra Emilia
El día llegó, dios mío me voy a hacer popo encima. Me levante de la cama y me fui a la ducha. Luego me cambie con lo que había comprado justo para la ocasión y me arregle para ya quedar lista.
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Baje a desayunar, era un manojo de nervios que en estos momentos eran imposibles de controlar así que llame a mi madre.
Hable un rato con ella mientras desayunaba, lo cual no fue mucho ya que no tengo hambre.
Luego más tranquila corte la llamada y subí al cuarto a buscar todas mis cosas. Esta vez hice dos viajes para poder bajar todo seguro. Sin accidentes.
Tengo tantos sentimientos encontrados en este momento que empecé a llorar, mientras veía mi último trabajo, mi última maqueta.
Narra Gavi
Ya sentía movimiento en la casa, baje ya listo para entrenar, llegué a la sala y esta Emilia sentada en el sofá... llorando. Me partió el corazón verla llorar. Ella nunca lloraba frente de nadie.
- Ey, estas bien?- me acerque tímidamente.
- Si... si, no pasa nada, solo estoy nerviosa- se saco las lagrimas que rodaban por sus mejillas.
- Aa, okey... pues, mucha suerte- Dije dudando cada palabra que salia de mi boca.
Y por muchas ganas que tenia de abrazarla y decirle que todo iba a estar bien, que es una chica super lista y capaz de todo... solo salí de ahí después de escuchar su " muchas gracias". Ni me atreví a mirarle la cara, pero estaba seguro de que había sonreído.
Ya en la cocina hice el desayuno con un nudo en la garganta. Este sentimiento no se me va y ya no puedo seguir con esto. Debo alejarme. Si, alejarme más de lo que estaba.
Cuando salí de la casa vi como ella subía sus trabajos al coche con cuidado. No dije nada como siempre y subí a mi coche y salí de la casa.
El entrenamiento de hoy termina a la misma hora que termina o bueno todos creemos que termina la presentación de las chicas por lo cual vamos a ir todos a recibirlas fuera de la universidad para felicitarles.
