Encuentro

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—Necesitas recordar, tienes que recordar, Hope. Nuestro amor depende de esto.

—¿Qué quieres que recuerde? ¿Quién eres?

—Abre los ojos Hope, ahora.

Me despierto alterada, miro el reloj en mi pared, apenas son las 7:33 mi corazón este acelerado como todas las mañanas, y me pregunto si antes de despertar he gritado.

Hoy te veo, y no sé porque me emociona.

Ni siquiera sé quién eres Willow, o Rea. Eres todo un enigma para mí. Pero hare esto por ti, por saber más de ti.

Tomo una ducha de agua fría, sin importar que mi corazón este acelerado.

A esta altura de la vida, nada me ha pasado, podría decir que llevo una década aquí en este mundo.

Cassandra entra al baño sin tocar la puerta y es muy obvio lo que busca.

No será hoy, no puedo darte nada cuando pienso en otra mujer.

—Buenos días H— Entra con una sonrisa al baño y deja la toalla caer al piso.

Cassandra es hermosa, no hay que negarlo. Es pelirroja, y su cuerpo está lleno de pecas, he de admitir que desde el día uno se volvieron mi debilidad.

Pero nada como las pecas de los cachetes de mi Rea.

MI.

Me rio, y Cassandra frunce el ceño.

—¿Te estas riendo de mí? ¿Desperté fea?— Se mira en el espejo preocupada

—Tu nunca has sido fea, solo recordé algo y me dio risa.

—Espero que no sea de mi— Entra a la tina, y seductoramente se acerca a mí.

—Estoy en mis días.

Me ve extraña, y dice que eso nunca me ha parado.

Es cierto, encuentro el sexo mucho mejor cuando estoy en mis días. Porque si, muy 125 años y todo, pero no sé lo que es la tal menopausia, no sé ni siquiera lo que se siente envejecer. Siempre luzco como alguien de 18-19 años. Por lo tanto, mis hormonas suelen estar siete días al mes alborotadas.

Muerde mis labios, y casi, casiiiii. Me dejo tentar.

Pero ella está en mi mente.

—!Oh por Dios! Estas pensando en Tomy. Esto tiene que ser una broma.

Excelente excusa para librarme de ti.

—Acheron me conto que ha pasado una semana de mierda, y eso me hace sentir culpable, no quiero herir los sentimientos de nadie, mucho menos los tuyos, sabes que te quiero como a..

Me interrumpe y corta de una vez.

—Las hermanas no se follan Hope, eso es muy enfermo, no entiendo cómo puedes decir que me ves como una hermana y tienes deseos sexuales por mí.

—Lo hago solo para no herir tus sentimientos.

Uhh.

Muy bajo de mi parte.

Ella sale del baño echa una furia, e intento disfrutar mis últimos minutos de paz.

A las 8:50 estoy en el Partenón, nunca en mi vida he sido tan puntual.

—Pero bueno bueno, mira quien madrugo, te esperaba por aquí después del tour—Acheron me abraza y luce elegante con su gorra negra, mi amigo es muy guapo, y si no fuera gay, hace rato hubieran pasado cosas entre nosotros dos.

Eterna condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora