Habían pasado 107 años.107 años y había perdido la noción del tiempo en más ocasiones de las que podía recordar. A veces, los años parecían un parpadeo, y otras, una eternidad. En esos años, había observado cómo Hope disfrutaba de su inmortalidad, la vi enamorarse, reír y llorar en los brazos de otras personas, experimentar la vida en todas sus formas mientras se movía de un lugar a otro, escondiéndose del mundo para que nadie descubriera lo que era, pero jamás me imagine que hoy la tendría frente a frente.
Hope había perdido el aliento tanto como yo, y sus pensamientos eran tan genuino como siempre, hace 107 años que no puedo leer su mente, y hoy soy merecedora de ello.
Hope piensa que soy hermosa, tal cual como la primera vez que me vio.
¡Lo sabía!
Después de todo, su corazón aun late por mi.
Yo también deseo abrazarte Hope.
Pero tenía que actuar normal.
No podía dejar de mirarla, tenía miedo de acercarme a ella, hasta que por fin ella se atrevió.
Pero Hope era terca, tal cual como el primer día.
—¿En serio? Te quedaste durante 10 minutos en silencio mirándome, ¿Te deslumbre Hope?
—¡Estas loca! — Y entonces se alejo de mi, dejando mi corazón triste.
Hope...
No puede ser posible, la tengo frente a mi y han pasado las horas y no ha muerto.
Tenía que volver a intentarlo.
—Un placer Hope, yo soy Rea— Estire mi mano y cuando la toque no paso nada...
Que placer tocarla nuevamente, como la extrañaba.
—¿Por qué me miras como si estuvieras enamorada de mi Hope? — La rete, sus nervios me hacían gracia.
Intentalo más Rea, me reto ahora a mi misma.
—Tú y yo siempre hemos sido la prueba de que si existe el amor a primera vista.—Y entonces ella se desmayó.
Esa tarde salí corriendo a donde Afrodita, necesitaba respuestas.
—El amor es más fuerte de lo que imaginas, Rea —Me dijo Afrodita, acariciando una rosa con delicadeza—La maldición que creías indestructible se basa en el miedo y el control. Pero tú y Hope nunca planearon reencontrarse, ¿verdad? Fue el destino el que las llevó a cruzarse, sin premeditación, sin intención. Esa es la clave. No puedes forzar el amor. Pero cuando se encuentra por sí mismo, cuando el destino lo une sin intervención, no hay maldición que pueda destruirlo. —Afrodita me miró fijamente esta vez—La maldición ha sido rota, Rea. El amor que compartes con Hope es más poderoso de lo que jamas imaginamos.
Por primera vez en más de un siglo, sentí que algo se había liberado en mi interior.
No podía dejar de sonreír, estaba feliz.
Mi amor esta de vuelta, que vuelca al corazón, jamás imagine que esto podría pasar.
—Debes ser cuidadosa— Advirtió Afrodita.
Y entonces, el momento que había estado soñando durante 107 años finalmente llegó.
Yo estaba allí, de pie, observando a Hope desde la distancia. No en secreto, no oculta en las sombras como había hecho tantas veces antes. Esta vez, estaba allí, enfrentándola, visible, vulnerable. Intente esta mañana de dominar sus sueños y pedirle que me recordara, no lo hizo, pero me sentía bien esta vez.
Llena de ilusión y esperanza, como su nombre, como la primera vez.
Ella estaba observando nuestra piedra, ¿Quizas ella recuerde algo?
Pero sus pensamientos me pusieron en duda, ¿Hera y un amante?
Quise sorprenderla, pero la sorprendida fui yo, ella se había arreglado para mi.
¿Como no amarla más?
¿Y por que se hace la difícil conmigo?
Quise contarle la verdad, y se burlo de mi en mi cara, ¿Había sido siempre Hope una idiota y la había idealizado durante tanto tiempo?
No puede ser.
—Es molesto que no recuerdes nada— La empuje llena de rabia, pero no sin olvidar decir— Por cierto, el destino es tan mierda, que el amor de Rea se llamaba Hope.
Ese día Hope salió con una de mis compañeras de viaje, ese día alguien moriría por accidente.
Estaba harta de Hope y sus aventuras, incluso teniendome aquí no cambia.
¿Por qué?
Hope a veces me caia mal, pero seguía siendo la dueña de mi corazón, al tercer día lo intente nuevemente, ¿y a quien quiero mentirle? Lo haría todas las veces que sea necesario hasta que ella me recordase.
Encontrarla fue fácil, hoy no quise fingir, hoy quise ser todo lo que realmente soy.
Y no me equivoque, la deje sin aliento como la primera vez.
Hope seguía siendo terca, supongo que no es una chica fácil, y eso de alguna manera me alegraba pero me molestaba, en sus anteriores vida ni siquiera se hacía la dificil, pero ahora que lo pienso...
Ella solo tuvo una relación, las otras veces fue solo sexo.
¿Quizás por eso es difícil?
—¿Quieres caminar conmigo Hope? — Le pregunto para usar mi jugada.
Mi mejor jugada, tan solo me basto llorar para que Hope me abrazara y ella recordara.
No había más preguntas. No había más explicaciones.
¡Hope me recuerda!
¡Por fin! En su abrazo encontre la paz que había estado buscando durante más de un siglo.
¿Como pude renunciar a ello?
Después de tanto tiempo, después de tantos años de dolor y espera, sus ojos me encontraron de nuevo. En ese instante, supe que, aunque el tiempo nos separara mil veces, el amor siempre nos traería de vuelta. No importa cuántos siglos pasen; hoy, finalmente, Hope me recuerda, y eso es todo lo que necesito para sentirme completa.
ESTÁS LEYENDO
Eterna condena
RomanceHope creía ser una simple mortal, pero todo cambia cuando conoce a Rea, parece como una chica de 17 años pero en realidad tiene 124 años, pasó toda su vida huyendo cambiando de países para que nadie descubriera su secreto, hasta que un día regresó a...