Me miras como si estuvieras enamorada de mi

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Esto era todo lo que hacía falta en mi vida, tocar a alguien y amar cada parte de su cuerpo, y ser correspondida, dejar el sexo atrás y hacer amor con el amor, con Rea fue mi primera vez, aun no puedo creer que fue hace 107 años. Nunca pense sentir por una niña para ser honesta, al principio aunque me robo el aliento la primera vez que la vi, Rea y yo eramos amigas. Nos complementabamos perfectamente y nos entendiamos como nadie. Ella era mi alma gemela y yo la suya. Quizás por eso se nos hizo fácil crear nuestra conexión de la manera en que la hicimos. Rea solía ir todos los días a Atenas, en realidad empezo a aparecerse en mi habitación todas las veces que ella quería, un día tomamos una ginebra que mi padre tenía en su colección, y las dos nos colamos, ahí nos dimos nuestro primer beso. Fue perfecto, al tiempo descubri que Rea lo tenía planificado ya que ella es una Diosa, y ellos no se emborrachan, pero tenía miedo de decirme de que estaba enamorada de mi y quería besarme, esa noche dijo que me quería, y aunque no fue correspondida, hicimos el amor.

Hoy se siente como aquella vez, mi primera vez.

—!Te amo!— Susurro Rea en mis labios.
Justo como la primera vez

No le respondí, pero la bese como nunca, tenía que hacerle saber que siempre he tenido sed de sus labios, que llevo años extrañándola a pesar de que la olvide, en mis sueños la buscaba y aunque casi la encontraba, ella siempre fue mi destino.

—Siempre haré lo posible para encontrarte Hope.

—Y yo... Incluso si te olvido, mi alma te encontrara, porque yo te pertenezco Rea.

—Siempre mía Hope.

Podría decirte que te amo Rea, pero hace años que no sé lo que es amar, aun así siento que te pertenezco, que elijo ser tuya en libertad a pesar de que me rompas como nadie lo ha hecho. Estoy enamorada de ti, desde la primera vez que te vi.

Y elijo creer que estas leyendo mi mente por la manera en la que me me estas mirando.

—Me miras como si estuvieras enamorada de mi Rea— Cite la misma frase que me dijo hace dos días en el partenon

—¡Lo estoy!— Confirmo sonriendo

Y ahí esta, mi corazón latiendo como si no importara que pudiera sufrir un paro cardiaco. Si tan solo pudiera morir, no me importará perder el aliento por ti.

Moriría por ti Rea.

—¿Sigues enojada conmigo?— Pregunta triste.

—Tengo 125 años Rea, debería haber muerto hace unos 40 años quizás. Debería haber tenido una vida plena, tú no lo entiendes porque tú puedes tenerlo todo— Me mira y me interrumpe diciéndome que yo también puedo—Déjame terminar, por favor. Rea, yo estuve sola, ocultándome durante años preguntándome que me pasaba, porque era tan extraña en esta vida. Llegue a pensar que era un puto vampiro— Ella se ríe, y su risa me parece tan tierna, que me derrito— No te rías. ¡Hablo en serio! Leí muchos libros, hasta fui una vez a una donación de sangre con la excusa de que yo también quería donar, y terminé robándome como 2 litros de sangre. ¿tienes idea de todo lo que vomite esa noche después de probar?

—¡Si lo se! — Se ríe y afirma que fue gracioso— Yo siempre estuve a tu lado Hope, solo que tu no podías sentir mi presencia. Deje de saber de ti cuando estuviste en mi templo con Thomas.

—¡Lo siento! Si te hubiera recordado nunca lo habría hecho, hablo en serio cuando digo que nunca tuve intenciones de lastimarte.

—¿Lo amas? — Veo en sus ojos preocupación y me parece irónico.

—Ni siquiera sé si te amo a ti.

—Pensé que tus intenciones no eran lastimarme— Se queja.

—Rea, ¿Sabes cuantos años han pasado? No se amar a nadie, pase años cerrada, sin dejar que nadie entrara en mi cabeza o corazón.  No dejaba ni siquiera que alguien me quisiera, porque apenas sentía que lo hacían me desaparecía de su vida, ¿Como te puedes molestar porque no se amarte cuando pase todos estos años corriendo tratando de descubrir quien coño soy? ¿Como estás segura de que me amas?

—Tú y yo tenemos algo único. Claro que te amo Hope. Y cada año te ame un poco más— Se levanta de la cama, y me detengo a observar que es lo que hará, y es ahí cuando me doy cuenta de que estoy en su habitación, estoy en el templo de Rea.

Oh por Dios, ¿Cómo no pude darme cuenta de que todo lo que estoy viviendo ahora paso hace 107 años?

La primera vez que entre aquí me sorprendí de que su habitación estaba llena solo de obras de artes, siempre imaginé su habitación llena de oro, ya que todo el templo era de oro. Pero Rea era tan humilde y sencilla, que todas las paredes estaban llenas de obras de artes de artistas desconocidos.

En la actualidad nada ha cambiado, me sorprende que en su techo tiene un lienzo de nosotras dos al desnudo. Lo recuerdo, Napoleón lo hizo para nosotras. Y en su pared tiene todos los poemas que le dediqué y le escribí a puño y letra.

Increíble.

—¿Como es posible que aún lo conserves? —Pregunto sorprendida.

—Todo lo que escribías lo hacías con la pluma de Artemisa. Y sabes cómo es ya, lo de ella tiene que ser eterno y recordado.

Volteo a mirar el techo y no me reconozco, tengo el mismo rostro, pero una mirada distinta. Ahí era feliz, feliz porque era correspondida por el amor de mi vida, y porque era aceptada por mis padres. Unos padres que me amaron incondicionalmente.

—¿Te gustaría ver a tus padres? —Suelta a Rea.

—¿Puedo hacerlo? — Me lleno de esperanza nuevamente, y admito que es lo que más deseo en la vida.

—Es peligroso, pero estoy dispuesta a correr el riesgo siempre y cuando me gane tu perdón en el proceso.

No le respondo, pero la miro con una sonrisa.

¿Me recordaran en realidad? ¿Sera posible despedirme de ellos?

—¿Por qué sería peligroso? — Me da curiosidad saberlo.

Mnemósine me odia, se casó con mi padre, y tuvieron 9 hijas— Ella no parece contenta con lo que me está diciendo, y puedo sentir una pizca de celos, Rea siempre amo ser la favorita de Zeus—Tenemos que ir a Lebadia, a la fuente que esta frente al oráculo, todos los humanos van allá y deciden si quedarse con la memoria u olvidar su pasado. El problema de esto es que tú eres humana, pero no del todo, ya que tomaste de mi sangre— Se encoje de hombro y suelta— En parte serias la primera semidiosa del olimpo, así que eso definitivamente enfurecería a Zeus. ¡Ya sabes lo que puedo pasar! — No, no lo sé, ¿Que puede empeorar? — Si vas a Lebadia tienes que ser muy cuidadosa con lo que decides recordar y olvidar, y no puedes pensar en mi en ningun momento.

—No habrá problemas, solo tengo recuerdos de ti de un año, los otros 107 años viví muchas cosas, y en ningún momento tú estuviste en ellos— ¡Esta bien! Admito que eso que dije estaba muy lleno de veneno. —¡Lo siento! —Me disculpo —¿De todos modos me quieres explicar como es eso de que soy una semidiosa? Estoy perdida en esa parte.

—¿Estas lista para escuchar la profecia?

Oh no...

Aqui vamos.

Eterna condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora