Recuerdos que duelen

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Recuerdo el día que conocí a Rea, tal cual, como mi sueño, recuerdo mi segunda vez visitando el templo de ella, recuerdo sus labios con los míos, nuestro primer beso en aquellos pasillos del Partenón, la primera vez que hicimos el amor, cuando confeso sus sentimientos por mí, y dijo que me amaba, lo mucho que tarde yo para decirle que lo hacía también, que ella estaba dispuesta a renunciar a todo por mí, dispuesta a enfrentar a Zeus, y que no le importaba nada de aquella profecia del oráculo, recuerdo el día que Afrodita nos dijo que estábamos destinas a vivir un amor como el sol y la luna, que sería complicado pero no imposible, que nos elegiríamos  y nos haríamos bailar entre las tormentas.
Porque, ella y yo estábamos destinadas a siempre ser, incluso si yo moría alguna vez, recuerdo con exactitud el día que Rea con sus propias manos agarro un pincel y moldeo nuestras iniciales en aquella piedra, y prometió que el mundo sabría que nuestra historia de amor era la más real de todo el olimpo. Y recuerdo a Apolo apuñarme con su daga justo en mi corazón.

Como si hubiera sido hace unas horas.

Rea siempre ha sido las chicas de mis sueños, y pensé que mi obsesión con los libros de Dioses griegos me hacía soñar todos los días cosas turbias como estas, pero era mi historia de amor.

Mi historia de amor con el amor para mi vida.

Mi Rea, mi cielo, mi luna.

Siempre has sido tú.

—Has recordado—Solloza y me aprieta más fuerte, este sí que es el verdadero me aferro a ti, no me sueltes.

—¿Como es que estoy viva todavía? ¿Por qué nunca envejecí? ¿Dónde has estado todos estos años? Me abandonaste— Siento mi voz quebrarse, y ella me suelta.

—¿Recuerdas la noche que nos tatuamos? — Asiento— No brindamos con vino especial del templo, bebiste mi sangre. Sabía que en cualquier momento mi hermano o mi padre te harían daño, y quise mantenerte segura.

—¿Haciéndome inmortal? — Grito furiosa, porque de verdad lo estoy —Me dejaste en un mundo en el que siempre pertenecí, pero me abandonaste, tengo más de cien años Rea, y parezco de 18 años, tengo más de 107 años con este aspecto, cambiandome de país, de ciudades, de amigos, de pareja. Preguntandome si habia alguien como yo en este mundo, pense que tenía unos padres, los vi morir, pero ellos no eran mis verdaderos padres. ¿Que paso con ellos? ¿Por que no te podía recordar? ¿Por que me hiciste esto?

—¿De que te quejas? ¿De que viviste 107 años follandote a cualquiera que se te ofreciera?— Grita dolida

Auch.

—Yo te veía cada maldito día besandote con ellos, tocando a otras, te vi decirle te amo a esa chica, seduciendo por diversion, ¿Y dices que viviste un infierno? El infierno lo vivi yo. PASE 107 AÑOS VIENDOTE FOLLAR A OTROS, Y EN CADA AÑO MI CORAZÓN SE ROMPIA MAS.

Me doy cuenta de que estamos en un lugar en publico, y le hago saber a los espectadores que estamos practicando para una obra.

Odio ser el centro de atencion.

—Supongo que tu tambien te divertiste, no pongo en duda que te hayas casado con el idiota de Apolo. ¿cuantos hijos tienes ya Rea? ¿10?

Empieza a sollozar nuevamente, y sale del lugar.

Pienso si seguirle vale la pena.

Pero he pasado tantos años en incertidumbres que necesito saber que fue lo que paso.

—Solo para que sepas Hope, tú has sido la única en mi vida, la primera persona en tocarme, e incluso besarme, y también la última. ¿Crees que yo quería esto? Pase años queriéndome acercar a ti, y no podía. Porque si lo hacía te morirías, te ibas a ir para siempre, y lo menos que quería era perderte. Prefería verte feliz con otros, a que no verte nunca más en este estúpido mundo terrenal. Y todas las veces que pude acercarme a ti fue en sueños, y cuando me acercaba a ti. Apolo apuñalaba tu corazón, te despertabas gritando, y me era imposible si quiera acercarme en sueños a ti. Yo sufría, cada maldito día sufría, y cuando por fin nos vimos hace tres días sin planificarlo, pensé que me recordarías.

Esto es lo que quiso avisarme Cassandra hace días.

De los gritos.

Todo en mi vida ha sido real, incluso mientras dormía.

—No entiendo porque no podías acercarte a mí. Si bebi de tu sangre, ¿cómo iba a morir?

—Napoleón nos vio esa tarde y le fui a decir a Zeus, el era el humano más leal de mi padre. Le dijo lo que tenía planificado hacer. Era inevitable que no la tomaras, eso estaba destinado. Pero mi padre hizo todo lo posible con ayuda de mi abuela Rea, para que tu olvidaras quienes éramos nosotras, vivieras la vida mortal que te correspondía, pero si yo me acercaba a ti, morirías . En el fondo siempre supe que papa deseaba que te buscara, pero mi amor por ti fue tan grande, que no lo hice.

—¿Y cómo es posible que estemos tú y yo ahora mismo?

—Invadí los pensamientos de Napoleón antes de morir, murió hace 26 años. Para ser honesta. ¡Yo lo mate! La misma noche que le dijiste a Ela que la amabas, me llene de rabia y celos, porque no podía estar contigo, y tenía miedo de que te enamoraras de ella.

Jamás, siempre has sido tú.

Se que ella puede leer mi mente.

Sonríe y me llena.

—Napoleón no quería decir nada, pero estaba agonizando, y me metí en su mente. La única manera de yo poder acercarme a ti era solo si recordabas nuestra historia. Intente ayudarte con los sueños, pero Apolo tenía mucho más poder que yo, hace años cuando llegaste a Grecia, Afrodita me hizo saber de tu existencia. Me llene de esperanza, sabía que en cualquier momento recordarías. Pero... ¡No lo hiciste! Te llevo 7 años más.  Así que me toco verte follar a Tomas en el lugar donde nos conocimos tú y yo por primera vez. ¿Romántico cierto? Ese día me fui a España, y no quise volver a Grecia hasta ahora.

Sentía su dolor como si fuera mío, y estaba empezando a odiarme. Jamás habría tenido intenciones de lastimar a Rea, muy en el fondo sabía que tenía que encontrar a la chica de mis sueños, pero había olvidado por completo que estaba enamorada, que alguna vez en mi vida había amado... Amado de verdad.

—¿Entonces ya no me amas? — Pregunta con tristeza, y al yo no responderle se aleja de mi otra vez.

Sale corriendo por las ruinas de aquella arquitectura, aquellos pasillos donde ella y yo nos enamoramos por primera vez,  amor a primera vista.

Lo siento Rea, pero han pasado tantos años, que no recuerdo lo que es amar.

Esta vez no salgo corriendo tras de ella.

Y me duele.

Eterna condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora