En las calles corría el rumor de que Rea la hija de Zeus se había encontrado con Gea para manipular a un monstruo llamado Tifón.
Los humanos gritaban que Tifón había sido creado con un único objetivo: Acabar con Zeus.
Yo no sabía quién era Tifón hasta que aparecí en el Olimpo.
Artemisa me miraba con cara de odio, y mi abuela con preocupación.
—¿Que has hecho Rea?— Pregunto la abuela decepcionada.
Los comentarios de Napoleón llegaron rapidamente al olimpo.
Ya nada me preocupaba, Hope había vevido de mi sangre.
Una enorme bestia con cuernos y serpientes se acercaba al olimpo, muchos gritaban llenos de pánico, y aunque por fuera todo parecía estar bien, no entendía como eso era posible.
—¿Que es eso?— Pregunte confundida.
—¿Eso te pregunto, como lo has conseguido?— Pregunto mi abuela decepcionada.
—Yo...
—¿Has subido más arriba, verdad?
Oh no...
Gea me ha traicionado.
Zeus, Hades, Poseidón aparecieron cuánto antes, los tres con cara de preocupación.
—No es tan grande como padre— Dijo Zeus con sonrisa victoriosa.
—¿No?— Pregunto Hades— Ni siquiera en el inframundo hay una bestia de ese tamaño.
—Falta de creatividad hermanito.
—¿Por qué se quedo parado ahí?— Pregunto Poseidón. — Siento su mirada amenazadora que me molesta.
¡Es verdad!
La bestia dejo de moverse, se quedo ahí observando, estaba tan quieto que incluso todos los humanos dejaron de correr.
Y entonces, apareció Apolo.
De entre las nubes, descendió, brillante como el sol que él mismo comandaba, pero en sus manos llevaba algo mucho peor.
Hope.
Senti cómo mi corazón se rompía en mil pedazos al ver a Hope en manos de mi hermano.
—Apolo, ¿qué haces? —Grite desesperada
Apolo no respondió de inmediato, dejo el cuerpo de Hope en medio de los demas dioses.
Esperaba que Gea despues de todo tuviera razón. Pero aun así no pude evitar dejar de preocuparme.
—Cumplo con el deber del Olimpo —respondió fríamente—Ella es la raíz de tu traición, Rea. Y por eso debe ser juzgada.
—Padre... — Llame a mi padre con voz de suplica, sin embargo el me ingoro, levantó una mano, cortando cualquier intento de súplica.
—Te has dejado manipular por Gea, llevamos rato esperando a que esa bestia ataque y no lo hace, solo esto significa que has traicionado a tu familia. A partir de hoy, Rea, ya no eres mi hija. Has traicionado al Olimpo, a tu familia, y por eso serás desheredada. No hay lugar para ti aquí —dijo con una calma aterradora—. Hera, tu madre, y tu abuela no intervendrán en este juicio. Y si intentan hacerlo, sufrirán las mismas consecuencias.
Entonces todo se volvió caótico, los padres de Hope aparecieron y empezaron a gritar desesperadamente, mi corazón dolia...
Ellos no podían hacer nada, nadie podia desafiar a Zeus. Ni siquiera yo, pagaría las consecuencias.
—¡Por favor! —grite desesperada incapaz de contener las lágrimas—. ¡No la lastimen! ¡Es mi culpa! ¡Yo soy la culpable!
—Hoy, tu juguete será juzgada por lo que has hecho. —Zeus señaló a Hope—. Y tú, Rea, aprenderás lo que significa desafiarme.
Entonces Apolo apuñalo a Hope.
El grito de dolor de sus padres se sintió desgarrador.
Y mi corazón se partio en dos.
Salí corriendo a sostener el cuerpo inerte de Hope, y mi padre sin duda alguna nos desecho a las dos del olimpo.
Hope no despertaba.
Gea me había mentido.
Creí que solamente yo tendría el poder de acabar con su vida, y todo fue una total mentira.
No sabía donde me encontraba ahora mismo.
Pero entonces ella apareció.
—Tienes que dejarla ir— Dijo Afrodita.
—No... Me niego a hacerlo, no puedo.
—Si lo haces, podra despertarr.
—¿Qué?— Subi la mirada hacia ella, y me seque las lágrimas. —¿Que quieres decir?
—No lo podía creer, pero parece que es verdad. Este sera nuestro secreto hermana.
—¿Que quieres decir?— Estaba confundida y con el corazón acelerado.
—Le has dado de tu sangre, ahora es inmortal. He escuchado a Dione hablando con Zeus, la daga con la que apuñalaron a tu humana esta encantada, fue por precaución, por si se te ocurría traicionar al olimpo, la abuela hizo todo lo posible porque si eso fuera verdad, ella no nos recordara y estuviera condenada a vivir en el mundo de los humanos.
No entendía absolutamente nada.
—¿O sea que esta viva?— Cuándo la vi asentir pregunte— Entonces, ¿Por qué no despierta?
—Tu presencia, una vez te alejes de ella, despertara. Si alguna vez te acercas a ella, morira.
—¿No podre acercarme a ella nunca?— Pregunte desolada.
—¡No!
—¿Tampoco me recordara?
—La única manera de salvarla es dejarla ir. Tal vez así, ella podrá ser feliz.
—Pero yo... Yo quedaré condenada a recordar cada instante de lo que pudimos ser. ¿Como puedo vivir en este mundo sabiendo que ella tambien esta aquí, y no me puedo acercar?
—Puedes volver al olimpo cuando quieras, eres la favorita de padre. Solo que tienes que seguir con la fachada de que Hope murió, y también tendras que fingir que te duele.
—¿Como puedo fingir? ¡Ya me duele!
No era lo que esperaba, pero Hope no había muerto, el olimpo nos habia separado, y yo tendría mi castigo.
Podía estar conforme de que Hope viviera, incluso aunque ella no pudiera recordarme.
—Aunque el mundo borre tu recuerdo de mí, mi amor por ti es para siempre. Te amaré en cada amanecer, en cada suspiro del viento, y en cada estrella que ilumine la noche. No importa cuántos siglos pasen, tú siempre serás mi razón de eternidad. —Me despedí de ella por última vez, aceptando que nunca mas tendría ni siquiera una parte de ella, el destino había sido cruel en todas las maneras posible.
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Eterna condena
RomanceHope creía ser una simple mortal, pero todo cambia cuando conoce a Rea, parece como una chica de 17 años pero en realidad tiene 124 años, pasó toda su vida huyendo cambiando de países para que nadie descubriera su secreto, hasta que un día regresó a...