Había regresado a Delos con el alma rota, nunca pense que sería yo quien terminaría para siempre con Hope, pero no me sentía del todo bien. Sentí que había perdido a mi alma gemela, a mi otra mitad, y a una parte de mi, después de que Hope recupero sus recuerdos no pude evitar dejar de imaginar una vida entera junto a ella, donde mi padre y nadie del olimpo supiera de nosotras, pero supongo que no puedo vivir siempre de ilusión.Hope y yo habiamos terminado para siempre.
—Oh, llegaste— Apolo estaba con Artemisa.
—Si, pero me ire a acostar ya— Dije con voz rota.
—¿Estas bien?— Pregunto el preocupado— Dejame despedir a Artemisa y voy contigo en unos minutos.
—¿Me estas corriendo?— Pregunto Artemisa ofendida.
—No es necesario, quiero estar sola.
Y con esto me fui a mi habitación.
A llorar por todo lo que habia perdido.
Otra vez.
*
Al siguiente día Apolo me había preparado un banquet, me habia despertado ese dia decidida a que Hope quedaría en el pasado y no la nombraria mas, estaba dispuesta a darle una oportunidad a mi nueva vida.
—Apolo..— Lo llame nerviosa—Quiero hablar contigo...
—¿Si? ¿Estas bien?
—Si, solo queria decirte algo..
—Bueno, soy todo oidos.
—Padre siempre ha querido un nieto, y estaba pensando que...
—No me digas—Interrumpió emocionado.
—Si...— Respondí con una sonrisa.
—¿Si de si de si, de tu y yo?— Pregunto emocionado.
—¡Si! Quiero intentarlo, quiero darte una oportunidad, pero a la minima que me falles, te arrepentiras toda tu vida Apolo.
—Rea...— Apolo se acerco a mi, y sin previo aviso, sus labios y los míos se tocaron.
Me sentía extraña, estaba acostumbrada a una piel suave, en cambio las manos de Apolo se sentían rasposas, pero me sentía protegida con ellas. Nunca había besado a nadie, y Apolo no es que lo hiciera tan mal, solo que el nunca seria...
BASTA.
Pensé en mis adentros, me separe de Apolo y me disculpe, le mentí diciendo que me faltaba aire.
Apolo y yo teníamos que anunciar a nuestro padre de nuestro siguiente paso, no podriamos experimentar sin tener la bendicon de Zeuz.
Asi que todos se encontraban en el Olimpo ahora mismo.
Apolo no pudo evitar darle la noticia a nuestro padre antes de tiempo, asi que Zeus realmente se lucio.
El Olimpo resplandecía como nunca antes. Las columnas de mármol, iluminadas por los rayos dorados de mi padre, parecían reflejar la euforia de el. Enormes mesas rebosaban de néctar y ambrosía, mientras la música celestial llenaba el aire. Era un festín como pocos.
Antes habíamos vivido muchas celebraciones, pero esta era especial: Porque yo había decidido abrazar mi vida con Apolo. Y lo más importante, después de tantos siglos de espera, había aceptado la posibilidad de darle un heredero a Zeus.
El heredero de la profecía.
Zeus seria abuelo.
O al menos eso era lo planeado, todavía tenia miedo de entregarme a Apolo, y no se cuan rápido seria.
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Eterna condena
RomantikHope creía ser una simple mortal, pero todo cambia cuando conoce a Rea, parece como una chica de 17 años pero en realidad tiene 124 años, pasó toda su vida huyendo cambiando de países para que nadie descubriera su secreto, hasta que un día regresó a...