«Podría decir que las mujeres como Milly no eran mi tipo, ni lo serían jamás, pero no podía negar que me fastidiaba y bastante verla como se metía en un bucle sin salida con aquel hombre. Y la historia siempre volvía a repetirse»Maverick.
Jamie, quien se encontraba trabajando en la mesa del comedor, la que había cerca de la ventana donde observaba parte de la ciudad, ponía al día su horario de la semana o, al menos, fingía hacerlo. Sabía lo que se avecinaba y no quería achicarse por ello. Que no fuese capaz de salir de su piso, no significaba que no siguiera teniendo esas agallas que la definieron tanto en su pasado.
Aunque ahora, la ansiedad, la había comido bastante toda aquella valentía.
La puerta sonó y supo de quien se trataba.
Jamie miró su reloj en el portátil y negó repetidas veces al ver que llegaba tarde 20 minutos. Y, siguiendo escribiendo en el portátil, no se levantó a abrir aun sabiendo que su hermana pequeña se encontraba en el cuarto.
Milly salió de su escondite, mirando a su hermana, al cual parecía ajena a todo, pero como los búhos, tenía la vista y todos sus sentidos pendientes a lo que podría suceder con aquella persona que se encontraba esperando fuera de aquel piso.
—¿Por que no vas a abrir? —La pregunta de Milly hizo que Jamie ni se inmutase de su asiento, sin levantar la mirada de su portátil tras aquellas gafas que solía ponerse tan solo para trabajar.
Con suma tranquilidad, respondió;
—No me relaciono con nadie que provenga del infierno. —Su sarcasmo empezaba a salir a la luz, y eso significaba problemas.
Se veía a lo lejos que no le gustaba para nada el novio de su hermana, que no le trasmitía buenas vibras. Y Jamie era tan sincera que la gran mayoría de las personas podría odiarla por ello. Milly la conocía y la quería tal cual era, aunque no le gustaba que hablase de Lewis de esa manera.
—Jamie... —advirtió.
Jamie levantó la mirada, bajando sus gafas unos segundos para murmurar;
—Perdón, no puedo controlar mi sinceridad.
La joven rubia negó con la cabeza, observando como su hermana volvía a su "trabajo" con la máxima tranquilidad del mundo. Por lo que se acercó a la puerta, abriéndola para así recibir a su novio Lewis.
Lewis, con aquel cabello rizado y tan bien arreglado como acostumbraba, sonrió al ver a su novia, no lo suficiente, pero la abrazó con dulzura y se besaron. El beso fue tal, que Jamie, desde su asiento, arrugó su labio superior al verlo de lejos, asqueándola por completo.
"Mira que había hombres, hermanita" —se dijo a sí misma mientras miraba tal escena desde su asiento.
Cuando la joven pareja acabó, Lewis miró el pequeño piso de Milly con algo de disgusto, hasta que sus ojos se dirigieron hacia la mujer pelirroja que lo observaba con el mismo rostro que él miraba el piso de ambas.
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A Escondidas [+18]
RomanceLas hermanas Russell han pasado por una horrible experiencia que las ha cambiado por completo. Milly es la más popular, la más hermosa y con un novio que es el capitán del equipo. Pero ese hombre no la hace feliz y la tóxica relación que tienen la h...