Las hermanas Russell han pasado por una horrible experiencia que las ha cambiado por completo.
Milly es la más popular, la más hermosa y con un novio que es el capitán del equipo. Pero ese hombre no la hace feliz y la tóxica relación que tienen la h...
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«Era lo más importante que tenía en la vida. Pasara lo que pasara, siempre sería mi hermana y siempre estaría ahí para ella»
Jamie.
Las luces de la ambulancia iluminaban las calles en aquella noche de invierno por cada zona que pasaba a gran velocidad.
Una joven luchaba entre la vida y la muerte mientras su hermana mayor presenciaba todo desde su lado, sentada en un lado de la ambulancia mientras los sanitarios trataban de hacer lo posible para que aquella joven sobreviviese.
Jamie, triste y desconsolada, miraba como su hermana estaba completamente inconsciente, mientras los golpes empezaban a ser más presentes en la piel de Milly.
Maverick y Colson perseguían la ambulancia en el coche de este primero, ya que solo Jamie podía acompañar a la joven rubia en ese lugar.
Pero los pitidos del corazón dejaron de sonar en la pantalla, sonando un sonido desagradable y fijo, significando que su corazón había dejado de latir.
Rápido, los 2 trabajadores de ambulancia que estaban atrás empezaron a removerse rápidamente, preparando el desfibrilador mientras una joven Jamie miraba atemorizada lo que estaba pasando, como si no pudiese creerse que esa fuese la realidad.
Muchas imágenes del pasado, con Milly también en esa misma ambulancia, empezaron a cobrar vida en la joven pelirroja y sus temores se hicieron más fuertes que nunca.
—¿Que pasa? —preguntó Jamie con la voz completamente destrozada.
—Esta entrando en parada. Prepáralo —dijo uno de ellos sin dirigirse hacia Jamie, solo hacia su compañero y tratando de hacer lo posible por salvarle la vida a esa joven muchacha.
Colocaron aquellas 2 placas en el pecho desnudo de Milly y empezaron a dejar que los voltios hicieran lo demás, moviendo el cuerpo sin vida de la joven rubia.
Jamie no podía ver otra cosa sino como trataban de reanimar a su hermana, tras parar la ambulancia para poder volver a traerla a la vida.
No supieron cuanto estuvieron así, hasta que los latidos volvieron a sonar en la pantalla, algo débiles, pero estabilizándose y todos, aunque no demasiado, se tranquilizaron, volviendo su marcha hacia el hospital.
—Se ha estabilizado.
Corriendo, llegaron al hospital, bajando la camilla con una sábana tapando el cuerpo de la joven y entraron a urgencias con los médicos de batas blancas esperándola tras las puertas.
Jamie no quería alejarse de su hermana, mucho menos dejarla sola en el momento que más la necesitaba, pero uno de los médicos la frenó, diciéndole;
—Tiene que quedarse aquí. Nosotros haremos lo demás.
Jamie se quedó parada en medio de aquel largo pasillo, viendo como los médicos llevaban a su hermana a la sala de operaciones, sin poder dejar de llorar, destrozada y arrepintiéndose por no haberse quedado aquella tarde en ese piso como lo llevaba haciendo esos últimos 2 años.