A Escondidas [+18]

T R E I N T A Y U N O | G R U P O 🎭

«Necesitaba hablar con ella, explicárselo todo y abrirme con Jamie, como ella lo había hecho conmigo. Merecía conocerme como yo lo estaba haciendo con ella. Solo esperaba que me escuchase»

Colson.

Las teclas de aquella guitarra hablaban por la persona de la que la tocaba.

Solo tenía ojos y oídos para aquella guitarra roja que siempre tenía consigo.

Era imposible no ver como ese hombre estaba completamente distraído, como si algún problema estuviese rondando en su cabeza una y otra, y otra vez. Cada vez más y más veces, como si de un bucle interminable fuese.

Colson se encontraba con su grupo en uno de los ensayos que solían hacer en el local cerrado de aquella antigua pizzería de los padres del batería de grupo. Mientras que tanto Elijah como Bambi estaban discutiendo sobre unos acordes, Colson simplemente pensaba en lo que había sucedido hacía unos días con Jamie y la otra joven.

Solo tenía ojos para esa pelirroja, y no podía pensar en otra cosa que en su mirada fría y su tono tan cortante con el que se había dirigido hacia él aquel día. Fue como escuchar un jarrón romperse en mil pedazos y dejar los trozos de vidrio en el suelo.

Dolió demasiado ver aquella reacción de ella y que no se dejase explicar.

Si, Colson se sentía culpable, ya que había cometido el error de haber dejado entrar a la que fuera su novia por muchos años. Una de esas relaciones tóxicas que se dejaban y volvían, una y otra vez. Pero Colson se había prometido no volver jamás con esa joven, tal fue así que llevaban 5 años sin verse. Desde que había cerrado ese capítulo de su vida con ella había sido lo mejor para su salud física y mental.

Pero ese día ella llegó a su piso, diciendo que no tenía a donde ir tras haberlo dejado con su actual novio. Se la veía bastante mal y tras tantos años que habían compartido tampoco quería dejarla sola. La dejó mientras que él seguía con sus cosas del grupo y aquella joven de cabello rosa se aprovechase para ducharse. No esperaba que se pusiera ropa de él, y menos que abriese su puerta sin su permiso.

Lo peor fue escuchar como ella le decía a Jamie una mentira, destrozándola.

Tan solo pensar que él había sido el causante de aquel malentendido, de haberla dejado entrar, de no haberle explicado las cosas antes a Jamie para evitar esos malentendidos... Colson sabía que podía confiar en Jamie, que podía contarle las cosas, pero a pesar de decirle ciertas cosas, todo no se lo había dicho y Jamie no se merecía eso.

Si ella, tan solo lo escuchase, le explicaría todo y hablaría con ella.

Su mayor preocupación no era el malentendido que había ocasionado, que también. Sino el daño que podría haberle causado a Jamie después de que ella ya empezara a salir de su burbuja en la que estaba metida.