«Ninguna persona podía ser tan buena. Siempre había algo de maldad dentro de ella»
Maverick.
El bullicio de las clases ya no agobiaba a la joven Milly. Era cierto que había días complicados para ella, pero aquel agobio que le daba continuamente debido ha aquella experiencia tan traumática ya no lo tenía.
Había trabajado mucho y muy duro para poder enfrentarse a la vida de siempre tras aquel punto que hubo en su vida. Tras aquella pausa, la cual le costó avanzar. Pero lo consiguió.
Por ello, aquella joven rubia, caminaba por los pasillos de aquel lugar en medio de la ciudad, lleno de estudiantes y los cuales, solo se podía escuchar gritos, risas, charlas amistosas y sonidos fuertes de puertas y puertas cerrándose. Cuando alguien se agobiaba, aquello podía ser el mismo infierno y la opción correcta no era huir de ese infierno cuando sufrías de ansiedad, sino quedarte ahí, enfrentándote a aquellos miedos en los que tu mente trataba de hacerte dependiente.
Y es que, la mayor cárcel que existía en el mundo, era nuestra propia mente. Hacíamos lo que ella deseara, cuando ella quería y donde fuera. Pero para que eso no sucediera debíamos adueñarnos de nuestra propia mente y ser libres de ella, vivir la vida, porque la vida no era tan complicada como lo pintábamos.
Varios silbidos de algunos personas se escucharon mientras pasaba la joven Milly, la cual ignoraba esos hombres para poder saludar a su novio, el cual se encontraba divirtiéndose con alguno de sus amigos.
—Ahí está la más guapa de toda la ciudad —dijo Lewis que, sin moverse de su sitio, apoyado en la pared, alargó la mano para colocarla sobre la cintura de su novia y acercarla a él para besarla de una manera poco elegante frente a todos.
Milly, enamorada y con las mejillas rojas, terminó de saludar a su novio para luego mirarlo a los ojos.
—No he parado de pensar en ti este fin de semana. La estancia con mis padres en la cabaña ha sido muy larga —murmuró, pero no lo suficientemente bajo para que sus amigos le escucharan—. La próxima quiero que vengas conmigo y así calientas mi cama de la cabaña.
—Vaya, como se lo pasan algunos —contestó uno de los amigos de Lewis a su lado mientras se mordía el labio al ver a la novia de su mejor amigo.
Milly saludó a los amigos de su novio, pero no intercambió nada más con ellos. No era algo que le gustase y menos de esos jóvenes, ya que siempre la hacían sentir incómoda con sus miradas y gestos.
Apretando sus piernas mientras se tocaba una pequeña parte de su prenda con nerviosismo se despidió de su pareja para seguir hacia su clase en esa mañana.
—Nos vemos, nena.
Y dejando a aquellos jóvenes, Milly caminó hacia su clase topándose, como siempre, a la que fue su mejor amiga y la cual, ahora, era su mayor enemiga.
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A Escondidas [+18]
RomantizmLas hermanas Russell han pasado por una horrible experiencia que las ha cambiado por completo. Milly es la más popular, la más hermosa y con un novio que es el capitán del equipo. Pero ese hombre no la hace feliz y la tóxica relación que tienen la h...