Capítulo 5

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Giro mi cabeza,y está justo a mi lado. Levanto mi mirada hasta llegar a su altura. Es tan atractivo y perturbante al mismo tiempo. Percibo el olor de su perfume y es sencillamente  embriagador. Todo en él es sumamente tentador. Cuando lo tengo tan cerca,siento que le he dado un poder en mí que aún no sabe que lo tiene. Y eso me aterra. Mis pensamientos me invaden sin control y los aparto de mi mente. Le contesto,guardando mi compostura.

-Mañana me espera un día duro de trabajo, así que toca madrugar-respondo mientras unas monedas de cambio son el pretexto perfecto para evadirme de esa mirada que me intimida.

-No seas aburrida y tomate la última copa con nosotros. No puedes negarte a mi invitación-junta sus manos en modo de súplica.

¿Quién pude resistirse a este hermoso hombre?¡Ni en mi sano juicio le podría decir que no! Es como si rechazaras un trozo de chocolate.¿Hay algo más tentador que eso?

-Esta bien.¡Pero solo,una!-recalco con firmeza.

Él sonríe feliz de sentir que ha ganado el juego. Y yo siento que no he perdido.

Nos sentamos los cuatro en la mesa. Y piden una ronda de chupitos de tequila. Yo me niego en rotundo,pues la última vez que lo tome no recuerdo cómo llegue a mi casa. Todos me animan como animadoras de universidad,y yo me siento que voy a dar el espectáculo de mi vida. Así que finalmente,accedo.

El tequila hace que mi garganta me queme literalmente,llegando a mi estómago como una bola de fuego. Empiezan a reírse por mi cara de repugnancia y sus risas me contagian riéndome hasta dolerme el alma. Mi querida madre empieza con sus anécdotas de su desastre vida y las ajenas también. Siempre ha sido el alma de las fiestas a diferencia de mí. Veo de reojo como Daniel no aparta la mirada y empiezo a ponerme un poco nerviosa. Tiene una forma de mirarme que me incita pero a la misma vez me trastorna. Su vaso le cae por accidente encima de su camisa.

Lo observo discretamente y veo como empieza a desabrocharse algunos botones de su camisa. Cuento uno a uno,esperando ansiosa hasta donde va a deleitarme. Su pecho queda descubierto y puedo apreciar una parte de su tatuaje. ¡Lo que desearía saber en como termina ese dibujo!Sus dedos recorren lentamente el camino hasta ese bendito desastre,al mismo tiempo que lo hace mi mirada. Empieza a extenderselo para después llevárselo a su boca. Lo succiona suavemente sin desviar su mirada de mí. Sin darme cuenta estoy mordiendo el borde de mi boca, preguntandome que sabor tendría ese tequila en su piel, seguramente estaría exquisito. Me percato que se ha dado cuenta y actúo como si nada. Se abrocha lentamente la camisa. Dando por finalizado su espectáculo.

-Perdonar, pero me tengo que ir casa se me a hecho tarde. Me lo he pasado genial,y espero volver a repetirlo pronto-me dispongo apresurada a levantarme de la silla,cuando siento un ligero mareo haciendo que me agarré rápido a la mesa.

Daniel me sujeta rápidamente del brazo. Y lo miro fijamente.

-Gracias,estoy bien. Puedo mantenerme de pie sola-respondo con orgullo de una mujer ebria.

-Hija mía,no puedes irte en ese estado. Es mejor que te quedes conmigo en el hotel,está a dos manzanas de aquí.

-Estoy bien, mamá. Sólo estoy un poco mareada-mis pies no concuerdan con mis palabras.

-Si no es ningún inconveniente puedo llevarte. No tengo ningún problema-se ofrece amablemente.

-No hace falta,Daniel. Es un detalle por tu parte. Pido un taxi y solucionado.

-Por mí no es ninguna molestia, Claudía.  Si Daniel se ha ofrecido a llevarte,por mí perfecto. Nosotras nos quedaremos un rato más¿Que le parece señora Elena?

Mi madre acepta encantada. Y finalmente acepto,y me despido de ellas con un beso.

Mis pies tambalean en el camino hasta llegar a su coche. Él intenta agarrarme en más de una ocasión,pero me niego en rotundo. El silencio se apodera de nosotros en esta calle tan oscura,solo las farolas alumbran por donde tienes que ir.

EL PLACER ES MÍO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora