Capítulo 19

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Suena la alarma y estiro mi brazo lo más que puedo para apagarla. Escondo mi cabeza bajo la almohada derrotada por el cansancio. Hasta que finalmente me doy la vuelta con flojera dando grandes resoplidos, mientras mi mirada se queda fija en el techo. Daniel, solo su nombre me sabe caótico, perturbador, incitante ¿Por qué diablos no puedo sacarlo de mi cabeza?

En este caos de pensamientos empieza a sonar mi móvil y veo que me ha llegado un mensaje. Lo abro con pereza y veo una felicitación de mi madre, ni siquiera me acordaba que hoy es mi cumpleaños. Y sinceramente hace tiempo que dejó de ser un día de celebración desde que mis padres se separaron.

Siempre soñe con ver a mis padres envejecer juntos, supongo que es algo que la mayoría deseamos. Ya que para mí había sido el único ejemplo del amor verdadero. Donde detrás de esas arrugas del paso del tiempo escondían vivencias maravillosas como también las penurias que a pesar de todo los habia mantenido unidos.

Recuerdo cómo veía llorar a mi madre de rabia por todos los rincones de la casa, mientras tiraba por la ventana lo que quedaba de él. Maldiciendo una y otra vez delante de ese espejo como pudo haberle regalado su más preciada juventud. Después de todo aquello ya no volvió a ser la misma y sinceramente yo tampoco. Y por ironías de la vida tuve que revivir todo lo que vivió ¿La razón por la que no termine de derrumbarme? Ella. Se convirtió con el paso del tiempo en una mujer fuerte y empoderada. Y verla surgir de sus propias cenizas me dió la suficiente fuerza para motivarme para seguir sus pasos.

Le contesto dándole las gracias y me termino de levantar. Desaciendome de estas sábanas de seda que se escurren sin apenas tocarlas. Me doy una larga ducha para dispersar todos estos pensamientos que se cuelan sin respetar el orden de cola. Donde en el primer puesto está Daniel al que no consigo sacármelo de la cabeza ni siquiera en mis sueños más húmedos. Y como no, Lucas, saltándose el stop para adentrarse en mi mente y facharme todo ese momento. Ladeo mi cabeza de un lado a otro para apartarlo y aparece Ángel y sus ojos de decepción.

Termino de apagar el grifo disgustada y me dispongo a vestirme. Hoy me pondré un vestido ceñido de tirantes de color verde oscuro que termina con una pequeña raja en la pierna derecha dándole un toque más atrevido. Opto por hacerme una cola baja bien repeinada y me pongo unos pendientes diminutos en dorado,un poco de rímel y el labial en rosa pastel.

Llamaré a mi madre y quedare con ella para ir almorzar. Solo rezo porque no aparezca con una tarta de mis 31 cumpleaños así que prefiero decírselo con antelación. Cojo el móvil para marcarle cuando veo que está entrando una llamada de Daniel. ¡Que raro!

-¿Si? -respondo extrañada.

-Buenos días, Señorita, ¿Cómo amaneció la mujer más reclamada de todas las portadas de la ciudad?

-¿Cómo? ¿A que te refieres? -pregunto confusa.

-Mira las noticias en internet ¡Te dije que ibas a causar sensación, Señorita!

Busco rápidamente en el ordenador y salgo en primera plana junto con Daniel, donde nos han titulado los periodistas como:

«La pareja más sensual de la noche ha causado gran excitación en esta gran velada empresarial»

Definitivamente salimos excepcional y sumamente atractivos. No puedo negar que hacemos muy buena pareja y la complementación entre seductor y una mujer sensual hace que explotemos puro erotismo.

-¡Esto es genial, Daniel!-le contesto eufórica.

-Me siento totalmente complacido por usted, Señorita-responde con orgullo-. Y ahora quiero que te asomes por la ventana.

-¿A la ventana?-. Voy apresurada hasta allí y lo veo que está aparcado. Saca su brazo de la ventanilla mientras me saluda con entusiasmo.

-Quiero que bajes ahora mismo tengo una buena noticia que darte -es lo último que escucho cuando corta la llamada.

EL PLACER ES MÍO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora