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Resulta que el sueño no era del todo lo que tenía a Jimin irritado. Era algo llamado empacho. Jimin había estado pegado a su titi por tanto tiempo, que comió de más. Seokjin y Taehyung estaban muy asustados, tanto que no habían seguido con su rutina. No se negaban a darle pecho y Jimin estaba más que feliz por eso. Solo bastaba un berrinche o decir que tenía miedo de la mujer que le gritó feo, para que sus mamis lo apapacharan, lo mimaran y le dieran su titi.

A Jimin no le importaba que su estomaguito estuviera satisfecho, él quería seguir pegado a su titi y eso le estaba pasando factura. Consultaron con Hoseok y habían recibido la regañiza de su vida.

Le dieron un masajito en su estómago, pero eso no lograba calmar el malestar. Jimin lloraba y ellos que creían que podían dormir de corrido y bien en esa noche, pero noooooooooo.

-Mami... ma-a

Jimin fue interrumpido por un eructo antes de seguir pidiendo por sus mamis.

-No, mi vida, mamis necesitan descansar.

Jungkook seguía con los masajes.

-Titi.

-No, no puedes tomar más titi, estás empachado, bebé.

Cuando quiso hacer berrinche, un amargo sabor subió por su garganta y seguido de eso un poquito de vómito que hizo a Jimin asquearse. Jungkook y Yoongi lograron escuchar la arcada de su pequeño y corrieron para llevarlo al baño. Afortunadamente llegaron a tiempo y no hubo desastre. Jimin lloraba, las arcadas no se detenían y ese sabor amargo, asqueroso se apoderó de su boquita.

Enjuagaron con mucho espero la boquita de su bebé, para evitar que el vómito regresara. Seokjin entró a la habitación con un biberón que tenía infusión de manzanilla.

-¿Ya vomitó?

Yoongi asintió. Dejó a Jungkook hacerse cargo del pequeño a lo que él se acercaba para recibir el biberón.

-Ya preparé las raciones nocturnas de Jimin.

-En un momento vamos a la cama, adelántense.

Los hermanos estaban decaídos, les encantaba saciar la barriguita de su nene con la titi. Lástima que no pudieran hacerlo por unos días.

Ya más calmado, Jimin intentaba limpiar con sus mangas, las estorbosas lágrimas. Yoongi se encargó de limpiar sus moquitos.

-Vamos a dormir, mi amor.

Jimin asintió, aunque en realidad, las palabras iban dirigidas a Jungkook. Al llegar a la cama, Jimin buscó acostarse entre sus mamis, gateó sobre la cama hacia ellos, pero Jungkook lo tomó de los tobillos y jaló de él. El pequeño mimado soltó unos gritos y pataleó para soltarse del agarre, sin lograr nada.

-Pero qué lindos piecitos.

Cuando quiso volver a protestar, Jungkook sopló sobre las plantas de los pies del menor y las carcajadas se escucharon. Una guerra de cosquillas no estaría mal para cerrar el día.

Los gritos y risas de Jimin inundaban la habitación, le encantaba que sus papis jugaran con él y que le hicieran cosquillas hasta hacerse pis. Amaba a sus papis, en verdad que lo hacía. Cuando las cosquillas se terminaron, Jungkook se acomodó a un lado de Taehyung. El acomodo para dormir fue diferente y así sería por unos días. A la orilla estaba Seokjin, después Taehyung y seguido de él Jungkook; Jimin seguía y al otro extremo Yoongi.

Ahora los papis serían los que se harían cargo de Jimin por las noches a lo que su bebé glotón se recuperaba y de paso, dejaban descansar a las mamis.

El pequeño estaba tan cansado, que no se opuso a beber del biberón, tampoco se quejó del líquido, solo se dejó guiar al mundo de los sueños.

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☆Mochi Compartido☆ ||BTS||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora