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Seokjin había perdido la cuenta de los berrinches que había hecho Jimin en esa semana. Los tres adultos restantes no le tomaban importancia alguna, siempre concedían todo lo que su nene quería en el momento que lo pedía, de lo contrario, Jimin comenzaba a llorar. Al principio Seokjin había estado igual de perdido que ellos por la herida que su nene tenía, pero al verlo sollozar desesperadamente sin ninguna lágrima en su rostro, le hizo pensar que el pequeño tramposo estaba haciendo de las suyas.

-¡MAMI!

Como ahora mismo, que Jungkook corría hacia el jardín para traer el carrito que Jimin había olvidado.

-¡MAMI TAE!

Yoongi pudo observar lo que ocurría, despreocupadamente observó a su marido y le sonrió.

-¡Jeon Jungkook!

Reprendió Taehyung sin saber lo que había ocurrido. Jungkook llegó jadeando al lugar, una ligera capa de sudor cubría su frente, asustado, le entregó el carrito a Jimin, pero como ya era tarde, el niño lo aventó y sin querer le tocó en la cara a Jungkook. Taehyung vio en cámara lenta como el juguete se impactaba en el rostro de su amado esposo, un tanto molesto observó a su marido mientras intentaba contener las palabras altisonantes que quería decirle. Antes de que alguien pudiera hacer algo más, Seokjin se paró en medio de Taehyung y Jungkook, más que nada para prevenir la próxima pelea.

-¡Alto!

Jimin dejó de gimotear, Taehyung se quedó en silencio, Jungkook sobó el lugar herido y Yoongi borró su sonrisa. Cuidadosamente Seokjin tomó la manita de Jimin y lo guio al sofá. Jimin estaba a punto de abrazar a su mami mayor cuando fue detenido por la palma de la mano.

-Vamos a hablar.

Les dijo a todos. Sentó a Jimin a su lado mientras las tres personas restantes se acomodaban en los sillones.

-Sé que están entusiasmados por tener a nuestro bebé, pero creo que es momento de poner algunas reglas. De otra forma todo esto se va a volver un caos como el de hace unos minutos.

-Mami.

Intentó intervenir Jimin.

-No, corazón, te amamos, pero tu comportamiento no es el correcto. Ahora voy a decir las reglas y estas son para todos, no quiero que alguno de ustedes las rompa o habrá consecuencias. Tu hora de dormir es a las ocho, la hora de levantarse es a las siete, la hora de la siesta es después de la comida, aprenderás a comer carne porque también es necesaria para el cuerpo, nada de galletas después de la siesta y lo más importante: no debes golpear a nadie. Si papis o mamis dicen que no, es no y nada de hacer berrinche. ¿Quedó claro?

Todos en la habitación asintieron.

-Muy bien, ahora, Jungkook, te harás cargo de la comida y la losa por una semana. Jimin, quince minutos en el rincón. Tienes que pensar lo que hiciste mal.

Jungkook se encaminó a la cocina y Jimin se quedó sentadito en el sillón.

-Mami, quelo vel tele.

-No, mi amor. Debes de cumplir con tu castigo, anda al rincón.

Jimin puso la carita más triste que pudo, su mami mayor no le iba a ganar, claro que no. Pero al ver que Seokjin seguía serio decidió intentar con su papi mayor.

-Papi~.

-No querrás un castigo como el de Jungkook ¿verdad, Yoongi?

Yoongi tragó en seco y sonrió a su maridito. Carraspeó solo para ganar un poco de tiempo y valor, al final, no le quedó de otra más que aceptar que su marido tenía razón. Jimin era un niño muy lindo y tierno, pero ellos  lo habían convertido en un monstro llorón y berrinchudo. Suspiró rendido y se enfrentó a los ojitos de perrito que puso su bebé.

-Hijo, debes de hacerle caso a mami, ve al rincón, estás castigado.

Jimin no pudo contener su desagrado, no podía ser posible que su papi más consentidor no lo ayudara. Enojado brincó para bajar del sillón  y volvió a hacerlo mientras  pateaba varias veces el piso. Sus manitas se movían conforme al movimiento de su cuerpo y sus quejidos cambiaron a gritos. Estaba forzando su llanto cuando sintió una nalgada en sus pompitas. Cuando intentó reaccionar sus pompis fueron atacadas una vez más, otra, otra y otra.

-He dicho al rincón y si me haces repetirlo, Jimin, te juro que no podrás sentarte en días. Anda.

Le dijo y lo impulsó con una nalgada más fuerte que las anteriores. Jimin fue tomado de la manita por su papi Yoongi quien lo acompañó hasta el rincón y lo dejó con la naricita pegada a la pared. Regresó junto a su marido y junto a Taehyung caminaron hasta la cocina. Jimin volteó ligeramente para ver lo que sucedía, no terminaba de comprender cómo fue que llegó hasta ahí. Pero no le gustaba. Al ver que sus papis se iban el miedo lo inundó y corrió tras ellos.

-Maaaaamiiii

Lloraba mientras caminada detrás de los tres adultos.

-Jimin, no quiero castigar a esa colita traviesa, por favor, regresa al rincón.

-Maaami, mielo. No vayas.

Seokjin se dio una patada mentalmente al acordarse del miedo que tenía su bebé a quedarse solo.

-No me voy, pero regresa al rincón.

Jimin, un poco más tranquilo, tomó la mano de su mami y caminó hacia el rincón que lo había llevado su papi Yoongi. Al terminar el castigo, Seokjin tomó en brazos a su bebé y caminó rumbo a la cocina. Taehyung lo esperaba con un biberón con leche tibia para Jimin y los dos papis bebían un té sentados frete a la mesa. Taehyung tomó a Jimin en brazos y lo acunó, de inmediato le dio su leche y Jimin quedó dormido al instante. Esto de hacer berrinches sí que le quitaba la energía.

-Tenemos que tomar nuestro papel de padres en serio o lejos de ayudarlo le haremos un mal. Sé que puede ser difícil, pero ahora es un niño y tenemos que cuidarlo y velar por su bienestar.

Los tres hombres asintieron.

-¿Por qué debemos de tener castigos nosotros?

Taehyung preguntó un tanto en desacuerdo. 

-Porque no solo es culpa de Jimin, si no de nosotros que lo permitimos. Así que espero que puedan poner de su parte.

Los tres menores asintieron de acuerdo, después de todo Seokjin era el mayor. 

...

☆Mochi Compartido☆ ||BTS||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora