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A lo largo de todo este tiempo, en el que Jimin ha compartido con los mayores, había pasado casi de todo; ese CASI, era lo que hacía la diferencia del resto. Sí había castigos, pero las eran por berrinches, por no querer comer la comida, ninguno por travesuras.

Hasta cierto punto, las travesuras que había hecho, no eran tan fuertes como para castigarlo. Pero Jimin ya había jalado lo suficiente de los bigotes del gato.

Cuando Taehyung fue a buscarlo lo encontró jugando con el dispensador de jabón. Como el aparato era automático, en vez de sacar shampoo sacaba espuma, a Jimin se le hizo fácil pasar sus maniatas por el sensor una y otra vez.

No se había dado cuenta cuánto tiempo había pasado, ni cuánto jabón había gastado, él solo la estaba pasando bien.

-¡Ah que bonito! ¿Para eso querías venir a lavarte las manos solo?

Jimin brincó en su lugar, podía jurar que una gota de sudor recorría su frente.

-¡Ma-mami...!

-Mami nada, Jimin. Te dije que no podías entrar al baño sin permiso, pero no haces caso. ¡Ya te acabaste el jabón del baño también! No, es que esto ya es el colmo.

Jimin intentó manipular a su mami con un puchero, pero no funcionó. Taehyung quitó las manos de su hijo de debajo del dispensador, la máquina ya se estaba forzando para sacar hasta la última gota de jabón. Taehyung enjuagaría las manos de su hijo y lo llevaría a comer sin excusas, estaba seguro de que su hijo conocía el punto en el que estaba.

Sin embargo, con todo el historial de travesuras de ese día, Jimin se opuso. Gritó enojado, quería zafar sus manitas del agarre que tenía su mami, no tenía el jabón suficiente para que sus manitas se limpiaran.

-Ya, ya, ya... suficiente.

Y como era de ser, la paciencia de Taehyung se había ido de vacaciones al otro lado del mundo, sí, estaba muy lejos, por lo que tardaría en regresar. Tomó a su hijo por una de sus manitas, Jimin seguía con su griterío, hasta que sintió la primera nalgada. La mami creyó que con eso sería suficiente, pero no, se atrevió a hacer un berrinche.

Taehyung a toda prisa bajó la tapa del retrete para sentarse. Puso a su hijo frente a él y de una bajó el pantaloncito junto al pañal de tela, abrió sus piernas y el castigo comenzó.

-No se juega con el jabón, no se juega con la pelota dentro de casa, no se juega en el cuarto de baño. Entiende, puedes tener un accidente, te puedes enfermar si te sigues mojando de esa manera, te lo he repetido muchas veces y tal parece que hablo con una pared.

Taehyung ya había perdido la cuenta de las nalgadas que le había dado a su hijo. Lo único que le importaba era dejar claro el mensaje.

-Ya, ya, ya, mami.

-Nada de ya, todavía te opones, no haces caso y te opones. Ándale, te voy a terminar de lavar las manos y vas a ir a comer. Fue suficiente de hacer lo que quieres.

Tal como lo dijo Taehyung sucedió. Le lavó las manos, ahí se percató de todo el jabón que tenían las magas de su playerita.

-Mira nada más cómo tienes la playera. Ve al cuarto, me esperas a un lado de la cama y cuidadito, Jimin, cuidadito y hagas de las tuyas porque no te la vas a cavar.

Jimin salió corriendo del cuarto de baño, llorando y gritando por el castigo que le habían dado. Los papis y la mami mayor no dijeron nada para consolarlo.

-Ya se lo chingó.

Fue lo único que salió de los labios del papi mayor. Yoongi no quería ni mencionar lo que hizo su hijo en el baño, con lo que sus mamis sabían era suficiente. Al poco tiempo llegó Jimin con la carita toda roja y empapada por las lágrimas.

☆Mochi Compartido☆ ||BTS||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora