☆Mochi Compartido☆ ||BTS||

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Esta es una petición que me hicieron, poco a poco iré cumpliendo sus peticiones, pero no pongan spoilers o cancelaré la historia... ¡Nahh  mentira! no la voy a cancelar, pero sí me voy  a enojar. Espero que la estén pasando bien y que tengas felices fiestas KORI's. Les amo.  sigan comentando mucho, me hacen muy feliz. 

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Seokjin se hizo cargo de vestir a Jungkook mientras Yoongi preparaba el auto. Solo iría él, pues Jimin necesitaba de sus mamis por el resto de la noche. El mayor no estuvo de acuerdo, pero con un bebé las cosas suelen cambiar. Yoongi cargó a Jungkook en su espalda y lo llevó hasta el auto, el menor se quejó un poco por el cambio de temperatura, sin embargo, el mayor no pudo hacer nada.

Yoongi se sentía desesperado, el menor se veía muy pálido, con los labios resecos y el rostro sudado. No pudo evitar pensar en que le gustaba más verlo sudar mientras tenían intimidad que ahora. Cuando se recuperara, le iba a dar un castigo doble, uno por hacer enojar a Seokjin y otro por poner en riesgo su salud.

En cuanto se estacionó, gritó por ayuda y unos hombres corrieron a él con una camilla.

-¿Qué sucede?

-Mi pareja tiene fiebre, por favor, ayúdenlo.

Un par de enfermeros llevaron a Jungkook a una habitación. Lo revisaron, tomaron sus signos vitales y otras cosas más, antes de volver a tomar la temperatura para confirmar lo que Yoongi les había dicho. Colocaron una intravenosa y ahí mismo un enfermero se encargó de inyectar el medicamento para bajar la fiebre.

-En cuanto despierte, toque el botón, un doctor vendrá a revisarlo, por el momento déjelo descansar.

Yoongi asintió y tomó asiento a un lado de la cama de la habitación. Se acomodó para seguir durmiendo un poco. Eran aproximadamente las siete de la mañana cuando Jungkook comenzó a despertar, Yoongi no pudo dormir, estaba incómodo y el olor del lugar no ayudaba. Caminó un tiempo por la habitación, pero se dio cuenta de que estaba estresándose y no quería que Jungkook despertara y lo encontrara de mal humor. Así que salió a comprar un café.

De camino a la habitación, después de haberle dado el primer sorbo al café, se dio cuenta de que fue lo peor que pudo hacer, sabía asqueroso, así que se deshizo de él. Una vez en la habitación, se acercó a Jungkook, paseó su mano por la frente del menor y se relajó al ver que ya no tenía fiebre.

Sacó su celular para informar a los hermanos cuando Jungkook le habló.

-¿Qué hacemos aquí, hyung? Regresemos a casa.

Pidió, ya más despierto.

-¿Cómo te sientes, amor?

-Estoy bien, pero mi mano...

Intentó moverse para ver lo que tenía pero antes de hacerlo Yoongi lo detuvo.

-No te muevas, Kookie, puedes lastimarte.

Para calmarlo le dio un beso de buenos días en los labios.

-Ya me quiero ir, no me gusta este lugar.

Yoongi sonrió, era gracioso, le encantaba ver a un Jungkook enfermo porque se volvía en un niño. Tan tierno, temeroso y sumiso.

-Aunque me encantaría hacerte caso, no podemos irnos. Debemos esperar a que el doctor venga a darnos el alta.

-No me gusta estar aquí, hyung.

-A mí tampoco, bebé, pero no estaríamos aquí si cierno nene hubiera hecho caso a las indicaciones de su mayor. ¿Estás de acuerdo?

Jungkook recordó las palabras de Seokjin, en donde le advertía sobre las posibles consecuencias y él lo ignoraba porque su mayor se estaba poniendo molesto.