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Jimin estaba confundido, su carita lo decía todo. Sus manitas se movían nerviosamente y de vez en cuando golpeteaba sus piernitas. Cuatro hombres estaban frente a él, completamente serios, en su mente tenía la imagen de mil y un maneras en la que lo echarían del lugar al informarles de su baja economía, muy muy baja, por los suelos.

-Jimin...

Su cuerpo tembló al escuchar la filosa voz del hombre con ojos gatunos. Sabía que no estaba bien hablar con extraños, que era peligroso, ahora no sabía la razón de la presencia de cuatro hombres, dos de ellos le habían pedido ir a su casa; pero estaba casi seguro de que estaba metido en problemas.

-Lo siento.

Su voz no tembló, salió en un susurro que si no fuera por el silencio de la habitación nadie lo habría escuchado. Su cuerpo comenzó a temblar.

-¿Por qué te disculpas?

Taehyung intentó acercarse a él, eso lo intimidó y provocó que su cuerpo se hiciera más pequeño de lo que ya era. Jungkook detuvo a su marido al ver lo temeroso que era el chico.

-Yo no... no puedo.

-¿Qué no puedes, cariño?

Jin se acercó.

-No puedo ir con ninguno de ustedes.

Ambas parejas se observaron. Jin se abrazó a Yoongi, estaba a punto de romper en llanto.

-¿Por qué?

Taehyung no pudo contener su llanto y tristeza. No le importó que Jungkook lo estuviera abrazando, se acercó a Jimin y el joven se encogió de miedo. Su desesperación le pedía una respuesta a la negativa de Jimin.

-Yo... ustedes deben de buscar a alguien mejor, yo no merezco todo lo que me ofrecen.

Tres pares de ojos observaron a Yoongi, ahora todo dependía de él.

-Jimin, en este mundo te vas a encontrar con gente muy mala y gente buena. Nosotros te estamos ofreciendo un hogar, pero no estás obligado a aceptarlo. Reconocemos que te hicimos esta propuesta por egoísmo, porque pensamos en tus debilidades antes que en ti, en lo que sientes y lo que quieres, pensamos en nosotros. No te vamos a obligar a estar con nosotros. Puedes irte si quieres.

-Nosotros pagaremos la cuenta del hospital y tus medicamentos.

Dijo Jungkook. Jin y Taehyung salieron de la habitación con las mejillas llenas de lágrimas. Decepcionados no era la palabra correcta, tristes, esa sí lo era. Se habían encaprichado con una persona, lo habían tratado como un objeto. Dios si sus padres se enteraran...

-Voy a firmar el alta, ¿Me acompañas, Jinnie?

Yoongi estaba un poco preocupado por el estado de su marido. Jin se colocó a su lado.

-Nosotros iremos por los medicamentos, nos vemos aquí para despedirlo.

Yoongi asintió, tomó la mano de su marido y se encaminó en dirección contraria. Una enfermera le entregó un par de papeles, Yoongi los firmó después de leerlos y se los regresó. Hasta ese momento Jin se había mantenido serio, su llanto se había calmado, pero aún tenía rastros de su reciente llanto.

Yoongi sabía que faltaba poco para ver a Jin completamente destrozado. Se sintió impotente al ver y ser la causa de su estado. Si tan solo lo hubiera presionado un poco más, si le hubiera amenazado, o si le hubiera ofrecido el suficiente dinero estaría seguro de que Jin estaría brincando de emoción. Pero no podía hacerlo, porque no se trataba de un auto, de un nuevo celular, una marca de ropa o un objeto simplemente, era una persona de la que estaban hablando y él no era capaz de obligar a un joven inocente a hacer realidad su capricho. Se sentía como un león cazando a una pequeña oveja.

Estaban afuera de la habitación en donde se encontraba Jimin, Seokjin no lo resistió más y rompió en un llanto desgarrador.

-Lo siento, en verdad lo siento tanto, Jinnie.

-Creí que al fin lo habíamos encontrado, soñé tanto con este momento, que no creo tener la fuerza suficiente para buscar a alguien más. Ya no quiero sufrir esto otra vez.

-Mi cielo, ambos sabíamos que esto sería difícil.

-Cambiemos de sueño, Yoonie, cambiemos de sueño porque este ya no me gusta.

Yoongi se sorprendió al escuchar la sugerencia de Seokjin, realmente había sido un golpe duro. Seokjin nunca quitaba el dedo del renglón, es verdad que algunas veces tardaba en lograr sus metas, pero era Kim Seokjin y nadie lo detenía. Escucharlo decir que quería cambiar de sueño hizo que el corazón de Yoongi doliera, sin darse cuenta, la primera lágrima había salido.

-Voy a llamar a Hyorin para que se haga cargo de la empresa. ¿A dónde te quieres mudar?

Seokjin sonrió, Yoongi siempre lo consentía.

-No me importa en donde vivamos, siempre que tú estés a mi lado, todo estará bien.

...

-Kookie, no quiero entrar. Si entro no soportaré el verlo marcharse.

Taehyung estaba a brazado a su esposo. Sus lágrimas estaban empapando el saco de Jungkook.

-¿Bebé, te acuerdas de la plática que te doy cada vez que cumplo tus caprichos?

Taehyung asintió y a Jungkook le bastó sentir el movimiento en su hombro para seguir hablando.

-No siempre voy a poder comprar todo lo que tú quieras. Jimin es una persona y tú viste que nosotros lo intentamos. Quiero que me digas cómo te sentirías si alguien te obligara a separarte de mí, sin preguntarte lo que sientes, lo que piensas o lo que quieres, simplemente arrebatándote tu felicidad.

-No quiero vivir lejos de ti, tú eres mi vida, Jungkookie.

-No podemos obligarlo a hacer algo que él no quiere, a lo mejor, él es feliz con su vida.

-¿Cómo puede ser feliz con ese estilo de vida?

-No todos tenemos la misma definición de felicidad, bebé. Debemos dejarlo vivir su vida. Porque...

Taehyung interrumpió a su esposo.

-Porque es SU vida.

-Exacto.

Resignado, Taehyung se abrazó lo más fuerte que pudo a su esposo sin la intención de soltarlo en un buen tiempo.

Yoongi y Seokjin les habían dado su espacio al verlos acercarse. Cuando Jungkook les habló, Taehyung ya estaba un poco más tranquilo. Ambas parejas entraron a la habitación y vieron a Jimin, con la ropa que le había llevado Yoongi, el joven se sonrojó al tener la atención de Yoongi y Jungkook.

-Yo no sé cómo agradecer todo lo que han hecho por mí.

-No tienes que hacerlo, simplemente esperamos que seas feliz y disfrutes de tu vida. Aquí tienes los medicamentos que te recetaron, asegúrate de tomarlos con el estómago lleno o te hará daño.

-Si necesitas ayuda, utiliza nuestros nombres y haz que se comuniquen con nosotros, nosotros estaremos para ti. Lamentamos habernos aprovechado de tu situación y creo que esa es la única manera de reparar nuestros actos. Nos sentimos avergonzados, esperamos que nos disculpes.

Jimin se sorprendió, el único que se había aprovechado de su amabilidad era él. Ellos le habían ofrecido todo y lo único que había hecho era rechazarlos. Hacerlos llorar y sufrir. Dos de ellos se irían de Seúl solo por él. Uno de ellos, el que tenía la piel canela, estaba a punto de colapsar por el llanto. Y todavía le ofrecían su ayuda. Park Jimin se consideraba un aprovechado. En verdad quería ir con ellos, pero su "arrendador" no se lo permitía. Él era su esclavo y hasta que él no lo liberara Jimin no podría vivir feliz y en paz.

...

☆Mochi Compartido☆ ||BTS||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora