72 entrega del primer regalo de cumpleaños

1.2K 130 27
                                    

Especial. Primer regalo de cumpleaños.

Vacaciones en la playa.

Todo parecía un sueño. Era algo nuevo. Creía que la felicidad no era para mí, e incluso alunas veces seguía pensando lo mismo, pero tener a mis mamis abrazándome, a mis papis jugando conmigo y a los cuatro dándome todo su apoyo, me hacía reflexionar sobre lo mucho que tengo.

Además de sentirme afortunado, tenía miedo, de perderlos en cualquier momento, de que se esfumaran, de tener que regresar a los peligros de la calle. Sin amor, sin alguien que me abrace, solo.

No sé cuánto tiempo dormí, desperté cuando sentí ese frío, el que se solía colar siempre que mis mamis y mis papis me dejaban abandonado en esa camita tan suave como una nube y con protección. Cuando reaccioné, me sostuve como pude de mi mami, pero había alguien que me separaba de ella y el miedo me invadió. Todo fue peor cuando ninguno de mis papis hizo nada para abrazarme.

Afortunadamente no pasó nada, ese juguetito curioso que me enseñó logró entretenerme y tener a mis papis cerca, aunque no me estuvieran abrazando, me ayudó a confirmar que nada malo sucedía. Creo que estaba nervioso, al final, el vuelo no fue como en esas películas extrañas que mis papis veían, en las que el avión caía y todos morían.

-El avión no se cayó, papi Gigi.

Mis mamis se rieron, pero no le di importancia. Papi solo negó y siguió caminando hacia el hotel.

-¿Mami, vamos a ir a nadar?

-Hoy no, porque ya es tarde, pero no es lo único que se puede hacer aquí.

Yo quería ir a la playa, jugar en el agua, sentir por primera vez la arena. Era mucho mi emoción, que no podía conmigo. Mi mami Tae no soltó mi manita por nada y eso era aburrido. No quería seguir así, Zelo siempre me contaba cosas impresionantes, verdaderas aventuras, no como lo que solía vivir toooooodos los días.

Quería una verdadera aventura que contara para mi primer día de clases.

Subimos al elevador y estaba a punto de presionar otro botón cuando mi papi Kookie me interrumpió, dejó un beso en ella y después hizo ruiditos graciosos. De pronto estaba en brazos de mi papi y él soplaba mis mejillas, me hacía muchas cosquillas. Sin notarlo ya estábamos saliendo.

-Paaaaaapiiiiii.

Me estiré, a lo mejor lograba presionar uno o dos botones, pero mi papi caminaba y caminaba. Comenzaba a enojarme.

-No, no es correcto presionar todos los botones, te lo he dicho todas las veces que subimos a los ascensores.

-Pelo... tenen cololes monitos ¡Mila, mila! ¡Blillan!

-Bebé, si no quitas las manitas el elevador se pondrá furioso y se comerá tu manita. Tú decides.

Me dijo mi mami Jin, pero yo no caería en esa mentira. Hasta que vi cómo ambas puertas comenzaban a cerrarse.

-¡Nooo! ¡Mi manitash nooooooo!

Y ya no pude presionar ningún botón, esos que brillaban con colores llamativos, los números parecían ser encerrados en gotas de agua y no podía, simplemente no podía irme sin presionarlos. Mi cuerpo tembló al imaginarme al elevador con ojos rojos, completamente enojados y un hambre feroz que busca saciar comiéndose mis manitas. ¡Qué horror!

Me abracé a mi papi Kookie y me oculté para llorar, no quería dar un motivo más al señor elevador para comerme.

-¿Qué pasa, mi amor? ¿Por qué lloras, príncipe hermoso?

Mi cuerpo volvió a temblar por el temor de que el elevador escuchara a mi papi Kookie y se sintiera más hambriento.

-Mi-mi-i mi va a comel.

☆Mochi Compartido☆ ||BTS||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora