☆Mochi Compartido☆ ||BTS||

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No me digan SEÑORA, KORI's, es lo peor que me pueden hacer jejeje. Les hice sufrir un ratito. 

Taehyung tardó en llegar a la habitación, Jungkook y Seokjin se acomodaron en la cama, sin embargo, Jungkook esperaría hasta que Jimin durmiera para contarle lo que había escuchado hace unos minutos. Estaba agradecido de que su hijo estuvieran en su espacio de cabeza, siendo un bebé, así no tendría que preocuparse por lo que había dicho el mayor. Que equivocado estaba.

Jimin no pudo dormir tan rápido. Estuvo pegado más de media hora a la titi de su mami, pero el sueño no llegaba a él. Su corazón estaba triste, había algo que no lo dejaba tomar su leche en paz y eso no le gustaba. Tal vez si cerraba sus ojitos... pero lo único que logró fue que sus papis dieran por hecho que estaba dormido.

-Yoongi está inseguro, creo... creo que quiere terminar con esto.

Comentó Jungkook. Seokjin lo observó, no creía lo que estaba escuchando. Principalmente porque Yoongi estaba acostumbrado a esa relación. Porque eran años los que habían pasado juntos y nunca se había presentado algo así.

-¿Pero... qué cosas dices?

-Lo escuché hablando con Tae, creo que lo de Jimin le está afectando.

-Solo han sido unos días, Yoongi no puede dejarnos por eso, no es razón suficiente. Él siempre quiso ser padre.

El pecho de Seokjin se movía por los espasmos del llanto que intentaba controlar, no quería alarmar a su bebé.

-Tranquilo, hay que darle tiempo. A lo mejor me estoy adelantando.

-¿En dónde está?

A Seokjin le urgía verlo, quería hablar con él y aclarar las cosas.

-Salió, cuando regrese, te prometo que hablaremos. Por el momento, por favor, cálmate o nuestro bebé se dará cuenta.

Pero Jimin había escuchado todo. En su mente, buscaba y buscaba imágenes que delataran algo sobre una infidelidad, pero en todos esos recuerdos solo estaba la sonrisa de su papi y esa mirada gatuna divertida que no observaba otra cosa que no sea él. Su papi no se enojó cuando jaló de él hacia la salida del centro comercial para evitar que la siguiera viendo. De hecho, parecía no importarle. Él era muy celoso, lo sabía, pero era por el bienestar de su familia. No soportaría el perderla. Sin embargo, tal parecía que estaba pasando lo contrario, su familia se estaba destruyendo.

Durante la noche, Jimin se despertó más de tres veces y en todas buscaba a su papi mayor en la cama, pero no lo encontraba. La última vez que despertó, se quedó sentado por un tiempo en su lugar, vio a su papi que dormía sin problema alguno, sus mamis estaban por igual. ¿Es que acaso no tenían miedo que su papi se fuera por ahí a buscar otras mujeres u hombres?

Vio las mejillas empapadas de sus mamis y recordó, aquella vez en la que sus papis habían desaparecido y él había llorado porque no le avisaron a dónde fueron. Su mami le había hecho ver que ellos estaban bien por la confianza, por el amor que se tenían. No había rastro de celos en los rostros de sus mamis.

¿Qué era lo que hacía que sus celos aumentaran?

Pues fácil, sus papis son muy atractivos, son buenos, son lindos y según sus mamis... son muy sabrosos. ¡¿Cómo no iba a estar celoso de que alguien más los vea?!

-¿Papito?

Pero nadie le contestó. Ahora entendía, su papi debía de sentirse igual de mal que él porque su hijo no le tenía confianza. Con pesar, terminó dormido, no se volvió a acomodar entre sus papis, quería intentar mantenerse despierto por más tiempo a lo que esperaba por su papi mayor, pero no lo logró.