Rei Suwa - Buddy daddies

4. Cuidado de aseo

Mientras seguía jugando con el cabello del pelinegro, Kazuki y Miri regresaron. Kazuki tenia una sudadera roja y unos pantalones caqui con unas zapatillas blancas. Miri tenia una camiseta que seguramente era de alguno de los dos padres y unas zapatillas blancas. 

Fruncí el ceño, ¿acaso va a dejar a miri? 

—¿vamos?— Pregunto. 

—¿Miri va a venir?— Pregunte de regreso.

—Si, claro. 

—Ah. No.— Solté. 

El rubio me miro aturdido y frunció el ceño, sentí la mirada del pelinegro de reojo. 

—¿no?

—No. No pienso que vaya. No vestida de esa forma. ¿Acaso la has visto? 

—¿Qué tiene de malo?— La miro de reojo. La niña se miro ella mismo. 

—¿ Que tal todo? Tiene una camisa que ni siquiera es de su talla. No pienso ir si ella va así. 

Me cruce de brazos. No será un muy buen padre, ¡Pero esto es pasarse de la raya!

—¿Dónde esta su habitación? Yo misma la vestiré. 

Deje de jugar con el cabello del pelinegro y antes de irme, envolví su cabello en una coleta alta. Me asegure de dejar un peinado bien hecho, con dos cabellos sobresaliendo, dejando mucho mas llamativo su rostro y fui donde el rubio quien me guio al cuarto de la niña. 

—¿La bañaste?— Pregunte. 

—Ehmm no. 

—El baño, entonces. 

Volvimos a la sala donde me guio a una puerta e ingrese con la niña en brazos. 

—¿Se baña sola? 

—Si, no pienso bañarme con ella. 

Fruncí mi cejo. Sigue teniendo 4 años, por dios. Tal vez sepa ser independiente pero algunas veces no lo suficiente y siendo una niña con dos hombres seguramente no sabe hacerlo bien. 

Suspire resentida, guardando mi paciencia. 

—Tráeme su toalla. ¿Tiene productos de aseo personales?

—Ehmm su toalla la tiene en la guardería ni... 

—¿¡Cuanto tiempo llevas siendo su padre!?— Me gire, gritándole en la cara. 

Le tome por sorpresa y retrocedió unos pasos, su rostro se distorsiono en segundos al igual que el del pelinegro. 

—Una semana y media.— Respondió.

Abrí los ojos de par en par. Bueno, eso explica muchas cosas.. Volví a estar apacible, manteniendo la calma. 

—Tráeme una toalla nada mas, yo me encargo del resto. 

Cerré la puerta y empecé a desvestir a la niña. Supongo que viviendo con dos chicos y sin ninguna madre, debe ser algo difícil. Le sonreí mientras me miraba curiosa. 

—¿Qué vas a hacerme?

—Te voy a bañar como se debe.

—¿Enserio? ¿Cómo lo hacia mi mami?

—Oh, ¿Tu mami te bañaba? 

—Si, eso era cuando estaba mas pequeña. 

Cuando termine de desvestirla, llene la tina de agua entre caliente y fría, cuando obtuve la temperatura adecuada, la coloque en la tina. 

—Supongo que no tienen Shampoo infantil, así que a la próxima te bañare con burbujas, ¿De acuerdo? 

—¿Burbujas?