Al día siguiente todo era normal, tuve que llevar a Miri al colegio, los chicos salieron y me dedique a hacer los deberes del rubio.
Limpie, hice la comida y cuando acabe todo, me fui a dormir un rato. Cuando desperté, ya los chicos y Miri estaban en casa.
Por alguna razón, estaba bastante feliz y contenta. Así que con muchos ánimos baje hasta el primer piso donde recibí a Miri con un fuerte abrazo.
—¿como te fue en la escuela?
—Muy bien, hice un nuevo amigo!
—¿ah si? Me alegro mucho, querida.
Sonrió, mostrándome todos sus dientes.
—Ve a cambiarte y después ven a comer.
Asintió y antes de irse, plante un beso en su frente.
Apenas Miri se fue y vi al pelinegro entrar por la puerta con varias bolsas en las manos, un escalofrío recorrió mi espalda recordando todo lo que sucedió anoche.
Me aproxime a ayudarle, agarrando varias bolsas y dejándolas sobre la mesa de la cocina.
Cuando termino su trabajo, su expresión de flojera seguía impresa en su rostro, alzó su vista hasta alcanzar mis ojos y ladeo la cabeza.
Sin decir nada me abalance sobre el y plante un beso en sus labios, saboreando su dulzura.
Sus manos llegaron a mi cintura, apretando un poco y profundizando el beso.
Iba a seguir, si no fuera porque el rubio nos interrumpió.
—Ahora si tengo que hablar con ustedes dos.
Dio un fuerte golpe contra la encimera de la mesa, sobresaltandome.
Deje a Reí y mire atónita al rubio.
—¿que sucede?
—¿que sucede? Muchas cosas. 1 ayer hicieron sus "cosas" y Miri escucho tus gritos.
Me señaló y mis mejillas empezaron a arder.
Dios, no me lo puedo creer que no me importo Miri en ese momento. Me siento tan....
—Perd-
—y tu.— Señaló al pelinegro.— ni se te ocurra volver a cambiar las pastillas del botiquín con otras porquerías.
Mire al pelinegro y ni se inmutó, solo se dio media vuelta bostezando, aproximándose al sillón, donde Tini estaría dormida plácidamente.
Mire preocupada al rubio.
—Lo lamento por lo de ayer, puedo hablar con ella y...
—No, no hace falta. Ya me ocupe de eso.
Mis ojos se abrieron como platos, ladee la cabeza y me pregunté como.
—¿como-?
—le dije que estaban viendo una película de terror a todo volumen.
Oh. Eso explica muchas cosas.
—Cambiando de tema, tu hermano quiere verte pronto. Así que te recomendaría que mañana mismo lo vayas a ver.
—entiendo. Gracias
—no hay de que. Y gracias por hacer la comida.
Sonreí y fui hacia la sala, donde estaba tini encima del pelinegro que jugaba inconsciente un juego de su colección.
Me senté a su lado y le hable al oído, sacándolo de su trance.
—Tenemos que hablar.
Me miró inmediatamente y frunció el ceño, me levante de mi puesto dirigiéndome a las escaleras.
Sentí sus pasos detrás de mi, así que no me preocupe en llamarlo dos veces.
Cuando entre al cuarto me senté sobre la cama y espere a que entrará. Su cuerpo esbelto después entró y cerró la puerta.
—¿de que...?
—¿cambiaste las pastillas por viagra?
Se quedo en silencio.
—Rei...
—No, tal vez, no..
—¡Rei!
Una sonrisa se dibujo en su rostro, se fue contra de mi hasta dejarme boca arriba y el encima de mi.
—Tal vez
—Eres un...
—Era mi venganza.
—¿Venganza? ¿De que?
—De que siempre me andes provocando.
Hice una mueca de indignación.
—al menos piensa en Miri si vas a hacer tus diabólicos planes.
—¿Osea que no te arrepientes de que te diera sin querer esa pastilla?
—Mmm.. no
Empezó a dar besos desde mi cuello, subiendo por mi mejilla y deteniéndose en mis labios.
—¿No?
Sonreí.
—No.
Iba a besarme, pero lo detuve, alejándolo con un dedo.
—Pero... si vas a hacer eso, piensa en Miri, si lo vas a hacer llévame a otro lugar.
—¿Otro lugar?
—Donde te pueda gritar...
—Perfecto. Ya tengo otro lugar.
—Pero-
No me dejo hablar, solamente me beso, adueñandose de mis labios y mi boca. Mi vientre tembló, sintiendo las súplicas que pedía la noche anterior para que parara.
—Eres un...
No me dejo hablar, siguió con su ataque de besos. Sus manos pasaron por mis muslos, subiendo a mi cadera y deteniéndose en mis pecho.
Los masajeo, apretó y devoro con solos sus manos.
Lo detuve un momento y una estúpida pregunta cruzo mi mente.
—Rei
Ladeo la cabeza, esperando lo que vaya a decir.
—¿Tu y yo ahora que somos?
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Rei Suwa - Buddy daddies
FanfictionMiri necesita una niñera que la cuide durante la noche, cuando los asesinos necesitan realizar una misión que dependerá de sus vidas y trabajos. Mientras buscan enloquecidamente una niñera se encuentran con Tn, una niñera de medio tiempo quien tiene...