Rei Suwa - Buddy daddies

21. La raíz del problema.

Este capitulo será especial, ya que se lo dedico a mi buena amiga.

Disfrútenlo! 

( . . . )

Me levante del sofá, mientras me sacudía la nariz y soltaba varias lagrimas. No podía parar de llorar y eso solamente me hacia frustrar aun mas. Y si me frustraba mas, chillaba mas y no podía parar de llorar aun mas. 

—Por favor... deja de llorar, no me gusta verte llorando.— Susurró, el pelinegro a mis espaldas. 

Chillé aun mas fuerte, las lagrimas escurrían por mis mejillas, mientras caminaba de un lado a otro, asimilando todo lo que acababa de pasar.

—No.. no puedo.— Suspire.— ¡Murió.. el.. murió!— Chillé aun mas fuerte, dolida por la noticia. 

—Pero.. Por favor, no llores.

El pelinegro, tenso y nervioso por mis lagrimas, se levanto del sofá y se acerco, acurrucando mi cabeza en su pecho. Lloré aun con mas fuerzas. 

—Yo... ¡Lo amaba! 

Hizo una mueca, desvió la mirada y se limito a abrazarme con fuerzas. 

—Perdón.. 

—¡Con un perdón no lo regresaras a la vida!— Gruñí. 

—Pero..- 

—¡Esto es tu culpa!— Lo señale, separándolo bruscamente de mi. 

Frunció el ceño, confundido. 

—¿Mi.. culpa?— Dolido y nervioso. 

No podía parar las lagrimas que se derramaban en mis mejillas. Asentí, furiosa mientras me acercaba y golpeaba su pecho aun chillando. 

—¡Tu culpa! ¡Tu culpa! 

Mi labio inferior empezó a temblar, mi cuerpo se derrumbo en el suelo mientras lloraba desconsoladamente. A mi lado, el se sentó y paso un brazo por mis hombros, atrayéndome hacia el. 

—Tiny.

Lo mire de reojo, aun llorando. Su mirada reflejaba nervios y preocupación. 

—¿Estas llorando porque murió el barco de la serie que te gusta ver?— Masculló, sorprendido. 

Me levante rápidamente, furiosa.

—¡No solo es un barco! ¡Es un compañero! ¡Sin el no hubieran podido cruzar el mar ni tampoco hubieran conseguido llegar a la isla del cielo! ¡El.. el..! 

Me volví a derrumbar en lagrimas, dolida mientras los lamentos de la tele de los miembros llorando por el barco, se combinaban con los míos. 

—Eh...— El pelinegro no dijo nada mas y solamente se dispuso a vigilarme hasta que pare de llorar. 

( . . . )

—¿Aun sigues llorando por ese tonto barco?— Arqueo una ceja, el rubio. 

Me levante de la mesa, furiosa.

—¡No es un tonto barco! 

—Si, si.. Otro "miembro" de la tripulación. 

Me volví a sentar, brusca y enojada. Desvié la mirada a un lado mientras al frente de mi, Kazuki cocinaba la cena. Un dolor empezó a palpitar en mi cabeza, me lleve la mano hacia la zona que empezaba a incrementar. 

—¿Te duele algo?— Pregunto el rubio, preocupado. Asentí.— ¿Te duele la cabeza? Te dije que no lloraras tanto, ahora te duele la cabeza.

Hice una mueca, mientras que le hacia una seña que dejara de molestar. Suspiro y fue al segundo piso y regreso un minuto después con una pastilla roja en las manos. La coloco en la mesa, al frente de mi vista y busco un vaso de agua.