Ha pasado dos semanas. Dos semanas. Y literalmente nuestra rutina es: levantarnos a las seis, preparar a Miri y llevarla a la guardería. Y el resto del día es vagar hasta que llegue Miri y pueda alegrar la vida de Kazuki.
La alegría de Rei, es su gatita. Si tiene a la gata es más que feliz. Aunque algunas veces le tengo envidia por lo cercano que lo tiene todo el tiempo. Me levante con dificultad y baje a la sala tomando una manzana como desayuno.
—¡Miri al baño!
Volví a subir y espere a Miri en el baño para bañarla, últimamente se baña ella misma y yo la supervisó. Cuando llego, se baño y termino, la dejé que ella misma se vista y baje al comedor. Me senté a desayunar junto con los otros dos que estaban absorto en sus cosas.
—Buenos días, al menos, ¿eh?
—Hola, querida.— Saludo Kazuki.
No levanto su vista de la laptop. Mire al pelinegro que me miró de reojo y saludo con un asentamiento de cabeza. Desayunamos en silencio y me toco llevar —Como todos los días— a Miri a su colegio. Los otros dos idiotas ni siquiera me acompañan.
Cuando regrese, fui a la habitación y termine de dormir el resto de la mañana.
Desperté y baje, la sala estaba en completo silencio y el lugar a oscuras, aun siendo pleno día.
—¿Kazuki?— Llamé.
Nadie contesto.
En la sala estaba Rei jugando un juego de búsqueda del tesoro. Era uno de sus favoritos, aun cuando ya lo había completado y se conocía todas las mecánicas, seguía jugándolo con bastante frecuencia.
—¿Dónde está Kazuki?— Pregunté.
—Fue a ver a Kyu.
Hice una mueca indignada.
—¡No me llevo con el!
Me senté a su lado, no se inmuto y continuo jugando. Me quede mirándolo fijamente, con varias ideas en mente.
¿Y si...?
Desde que nos besamos por primera vez, tenemos "bastante" cercanía, por no decir que es más parlanchín y también muy sumiso. Carraspeé y llame su atención, no me miró pero sabía que estaba prestándome atención. Ya sabía como leerlo.
—¿Cómo estas, Rei?
Pensó unos momentos la pregunta, me acerque lentamente y enrolle mis brazos por su cuello. A su lado estaba la gata durmiendo entre sus piernas. Fruncí el ceño e hice una mueca.
—Bien.— Contesto.
Mire de mala gana a la gata y de un empujón, lo aleje de el. Ahora es mi momento de estar con el. La gata se levanto a regañadientes y me miró fulminante, se volvió a acomodar en su lugar y volví a alejarla.
Te dije que ahora me toca a mi.
Volvió a levantarse, esta vez se puso en su regazo. Tome a la gata y la tire a un lado. Se subió al sofá y volvió a colocarse en su regazo.
Ya me tiene harta.
La tome nuevamente y la tire lo más lejos posible. Me senté en el regazo del pelinegro antes que llegara a subirse al mueble. Sonreí victoriosa cuando gane esta batalla.
Ventajas de ser más grande.
—¿Terminaste de pelear con la gata? No puedo ver.
Me removí en mi lugar, sin darle una vista de su pantalla. Se movió a un lado para ver y volví a taparlo, esta vez apropósito. Empezamos a pelear para que pueda ver, hizo un ademán de ponerme a un lado y no se lo permití.
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Rei Suwa - Buddy daddies
FanfictionMiri necesita una niñera que la cuide durante la noche, cuando los asesinos necesitan realizar una misión que dependerá de sus vidas y trabajos. Mientras buscan enloquecidamente una niñera se encuentran con Tn, una niñera de medio tiempo quien tiene...