Rei Suwa - Buddy daddies

26

Los dos guardaron total silencio apenas vieron a Miri, o al grandote chico que estaba detrás de mi.

Kazuki, bueno... el apenas vio a Miri cayo al suelo de un desmayo. Rei se quedó inmóvil mirando hacia nosotros.

Se acerco lentamente y escudriño con una mirada para nada amistosa a mi compañero, después cargo a Miri en brazos y desapareció escaleras arriba.

No sabia que hacer o que decir.

Me acerque a Kazuki que empezó a balbucear idioteces en idioma Kazuki. Le tire un vaso de agua y despertó, se levantó con rapidez y me tomó por los hombros.

—¿¡Que le paso a Miri!? ¿Quién le hizo eso? ¿Qué tiene mi niña?

—Un niño la golpeó.— conteste a secas.

—¿¡QUE!? ¿¡QUIEN GOLPEARIA A UNA NIÑA TAN HERMOSA E INOCENTE COMO MIRI!?

Suspire.

—No lo se. No estuve allí cuando pasó.

—¿¡Y porque no!? ¡se supone que ibas a buscarla al colegio!

—¡Y fui! ¡y lo primero que vi fue a Miri así! ¿¡Porque crees que llegue lo más rápido que pude!?

—¡ahora que voy a hacer! ¡mi hija será acosada toda su vida por ese infeliz, luego la va a torturar y... AHHHH LA VA A MATAR! ¡TENGO QUE HACER ALGO PARA QUE ESE-

Le tire otro vaso de agua, se quedó pensativo y minutos después se calmo.

—esto no se resuelve así, Kazuki. Mañana iremos a la guardería y hablaremos sobre el tema.— gruñi.— por el momento, Miri es lo más importante.

Me gire sobre mis talones y vi a Mace, tenía una mueca misteriosa y un rubor apareció en sus mejillas. Frunci el ceño y chasquie los dedos enfrente de el.

—¿Universo llamando a Mace? ¿Sigues vivo?

—Oh, si, disculpa, Tn.. ¿Ya sabes que vas a hacer?

—Si, iré mañana a la guardería. Por el momento voy a quedarme en casa.— sonreí levemente.

Asintió y me dio un beso y un abrazo y desapareció detrás de la puerta, me di la vuelta exhausta y un pecho fornido me detuvo.

Mire hacia arriba y allí estaba una mirada gélida que me escrudiñaba.

—¿Que pasa, querido?— musite.

—¿Quién era el?

—¿el? Oh, bueno. Es mi compañero de trabajo.— sonreí, lleve mi mano a sus hombros para alzarme y plantar un beso en sus labios.— ¿como esta Miri?

—Esta mejor, se está dando un baño.— contesto a secas. Frunci el ceño con la resequedad de su voz.— ¿Que hacia aquí?

—¿Mace? Es el que me trae del trabajo, y nos deja a Miri y a mi en la puerta. Pero con lo de Miri, subió con nosotras.

Alzo las cejas, perplejo.

—¿Te trae del trabajo?— asentí.— ¿Porque?

—El primer día me retrase en recoger a Miri, y el me llevó. Desde ese día nos hicimos muy buenos amigos.

—Mmm

Achicó los ojos, serio.

—¿Tienes algo, cariño?

—¿Yo? No.

—Parece.

Enrolle mis brazos por su cuello, abrazándome a el, me agarró de la cadera y mis pies ya no tocaban el suelo. Enrolle mis piernas por su cintura y me agarre fuertemente a su cuerpo.