Entro a mi casa con enojo y subo por las escaleras para caminar hasta el baño e ir a bañarme. Pero en el camino me encuentro a mi mamá que estaba con un canasto de ropa.
—¿Qué te pasó, amor? — pregunta fichando su mirada en la cerveza que todavía estaba sobre mi remera, rápidamente lo saco y lo tiro en la basura.
—El vecino otra vez — digo sin más y antes de que me siga preguntando me meto al baño y entro a bañarme. Tenía un olor a cerveza impresionante.
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Estaba haciendo un poco de tarea y leyendo de qué se va a tratar el trabajo práctico de Biofisica. En la facultad tenes que hacer las cosas rápido porque en cuando te descuidas te llenan de parciales y trabajos prácticos que no te dan tiempo ni para respirar (no irónicamente). Escucho que el timbre de la puerta principal suena pero no le presto atención, estoy contestando los mensajes de Lean.
Últimamente estuvo siendo más cariñoso que lo normal y me dice que me ama cada cinco minutos. Pienso que ya sabe que sospecho algo de su infidelidad pero tampoco es capaz de decírmelo, yo prefiero fingir demencia hasta que tenga las pruebas suficientes y por fin pueda cortarle. Por más que me diga que me ame no puedo olvidar de todo lo que me hizo.
Termino de leer el trabajo práctico y hago los primeros puntos. Cuando termino me cambio de ropa por un pijama cómodo y acorde al clima. El calor de octubre es húmedo pero soportable. También estoy lista para dormir, pero justo tocan la puerta. Seguro ya estaba hecha la comida.
—Vicky, ya está la comida — escucho la voz de Matías del otro lado de la puerta.
—Voy — contesto mientras dejo mis cosas, me levanto de la cama y salgo de la pieza. Bajo por las escaleras hacia la cocina y me quería matar cuando lo veo.
—Hola Vicky — me dice Enzo agitando la mano y con una sonrisa más falsa que billete de tres pesos.
—Me voy — estuve por darme la vuelta, pero mi mamá me llama la atención al instante.
—No, vos te quedas — sentencia ella — No puedo creer lo que le hiciste a Enzo hoy a la tarde, encima que aceptó en venir a comer con nosotros e hizo un espacio para venir, vos te vas — en su voz había molestia, yo ruedo los ojos.
—Tiene razón tu mamá, Vicky. No seas maleducada — intervino Enzo aún con esa sonrisa de mierda en su cara. Más bronca me dió que lo haya dicho con una voz angelical. Las ganas de golpearlo me consumen. De ángel no tiene nada.
Apreto los dientes con fuerza y arrastro mis pies a la mesa, sentándome en frente de Enzo. Obviamente con la mirada de mi mamá amenazante y la de diversión de Enzo encima mío.
—Voy a traer el puré, ya vuelvo — mamá se da vuelta y se va a la cocina. Yo lo miraba a Enzo con odio y el igual. Tenía ganas de patearle la cabeza.
El celular de Matías suena y él contesta, se levanta de la mesa y se va a seguir hablando en un costado de la casa. Dejándome sola con Enzo.
—¿Estás feliz después de haber tirado latas de cerveza en mi patio, Victoria? — dijo Enzo y una sonrisa ladina se forma en mi cara.
—Demasiado, lástima que me perdí verte en vivo y directo levantando todas esas latas.
—Bueno, entonces quizás mañana lo vuelvas a hacer, porque voy a hacer otra joda y va a estar tan buena que se va a caer la casa de la música fuerte que va haber. Seguro termine a las 7 de la mañana — sonrié burlón y sentí mis mejillas calentarse, mis puños se cerraron con fuerza. Me estaba haciendo enojar.
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Vecinos | Enzo Fernández
FanfictionEnzo pone la música a todo lo que da un jueves a la noche, cosa que molesta a Victoria porque al otro día ella tiene que cursar a la mañana y no la deja dormir. comenzada el 3/01/23 terminada: ...