O11

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—Por favor Enzo andate, déjame en paz — le pido de la forma más sutil que puedo, pero no me sale. Solo me sale llorar aún más fuerte. Este pibe me hacía sentir mal.

—¿Y si mejor me contas lo que te pasó? — dijo sentándose en la silla que estaba Kiara minutos antes. Alzo mi cabeza para mirarlo con el ceño fruncido.

—¿Y por qué debería contarte mis problemas? No te importa y a mi no me interesa tus consejos — respondo de mala manera, pero él tiene una sonrisa en su rostro que parece afectarle poco como lo traté.

—¿Y por qué no? Podría ayudarte, hablar con alguien ayuda mucho. Como no me interesa tu vida, soy perfecto para hablar — agrega lo último con gracia. Yo posta quería liberar todo lo que siento, pero no creo que Enzo sea la persona indicada — Pero bueno, si no me queres contar está bien — Enzo se pone de pie y está justo de darse vuelta para irse.

—Mi novio me gorreó y habla mierda de mí — hablo antes de que se vaya. Enzo se vuelve a dar vuelta y se sienta a mi lado.

—Uy, cuernos... es terrible eso — tira su labio de costado y yo solo vuelvo a esconder mi cara entre mis piernas — Cuando yo iba al colegio me gustaba una piba que para mí era la más hermosa — comienza a contar Enzo, alzo mi cabeza denuevo y lo miro — Para mi "buena suerte", esa piba me dio bola y terminó siendo mi novia. Pero lo que yo no sabía en ese momento es que lo había hecho para burlarse de mí, seguía cogiendose a otros pibes mientras yo le era super fiel. Cuando me enteré de esto le corté al toque. Ella se enojó y se puso como loca, o sea ¿Cómo le pude haber cortado a la piba más famosita del colegio? Luego se encargó de hacerme la vida imposible. Habló de cosas horribles sobre mí y me hizo pasar vergüenza frente a todo el colegio. Fueron los peores meses de mi vida, lleno de chistes y burlas sobre mí — contaba como si estuviera recordando algo lindo — Obviamente me puse re mal y lloré lo que tenía que llorar, pero me di cuenta que ya no valía la pena hacer eso, no merecía que yo esté mal por ella. Entonces agarré y comencé a ir de joda en joda, me puse en pedo y fumé mi primer cigarrillo, eso me alivió un poco digamos — dijo así como si fuera algo común.

—No entendí, ¿Enronces tu lección de vida es sacarme la depresión saliendo de joda y fumando? — le pregunto confundida.

—Ah, banca, no lo había pensado así — dijo con gracia y yo río, ambos comenzamos a reír. Tengo que admitir que tiene una linda sonrisa.

Nuestras risas cesaron, y cuando eso pasó, Enzo me mira directamente a los ojos. Tenía una leve sonrisa en su cara y se mordía el labio inferior. Enzo no es un chabon feo, pero su forma de ser arruinaba todo su físico. Me doy cuenta que su rostro se acerca al mío, pero cuando está real cerca, cierra los ojos. Rápidamente lo empujo, alejándolo de mí.

—¿Qué te pasa? ¿Enserio me ibas a besar? — digo con el ceño fruncido, él solo se encoge de hombros.

—Sinceramente, iba a aprovechar el momento... Aparte te estaba haciendo un favor. No hay nada mejor para el mal de amores que desquitarte de la misma manera.

Niego con la cabeza, a pesar de todo lo que acaba de decir, no saca el hecho de que sigue siendo un tarado.

—Sos un estúpido — digo molesta.

—Bue, nada nuevo — dice con gracia, yo solo lo miro y niego — Creo que deberías ir a tu cuarto, lavarte la cara y descansar un poco. Después lo llamas a tu novio y le decis que te cogiste a su mejor amigo — dice y yo suelto una carcajada. Está loco si piensa que voy a hacer eso.

—No me va a creer.

—¿Por qué no? ¿No te cree que seas tan forrita?

Niego.

Vecinos | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora