O25

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Buenos Aires, Argentina.
5 de noviembre, 2022. 22:30



Me miro al espejo por décima vez cuando me pongo el disfraz, no me gusta que el short sea tan corto pero Kiara me dice que así está bien, que tengo que sugerir un poco. A mi no me gusta usar así, pero bueno. Para que me deje en paz hice lo que me dijo.

Tengo puesto una camisa corta de color celeste que tiene una placa de policía, un short negro que era bastante corto, enganché las esposas en donde se pone el cinto y en el bolsillo tengo guardado una pistola de juguete que compramos con Kiara del cotillón, también me puse mis botas negras que son infaltables. Soy un intento de policía pero al menos parezco serlo.

Escucho que Kiara suelta un silbido mirándome de arriba a abajo — Estás hecha una diosa amiga, Enzo se va a enamorar de vos así y más ganas de ponerla le va a dar — dice en tono de burla y se ríe.

Me muerdo el labio inferior mientras sonreía.

—Sos una ordinaria, amiga.

—Perdón, ya es parte de mi ser — me dice cesando su risa.

Ella estaba igual vestida que yo, solo que en vez de tener una camisa celeste tiene una de color negro, le queda super lindo.

—¿Vamos? — me pregunta mientras se levanta de la cama y se acerca a mí.

—No, banca que me maquillo un poco y vamos — le digo y ella asiente.

Me acerco al espejo de cuerpo entero y me coloco un poco de rimel, delineado y un labial de color carmesí. Me peino el pelo con mis manos acomodandolo y sonrío conforme.

Me doy media vuelta para mirar a Kiara con una sonrisa satisfecha —Ahora sí vamos — le digo y agarro mi celular para salir con ella del cuarto.

Salimos de mi casa y caminamos hasta la de Enzo, una vez que llegamos a la puerta veo que puso un timbre nuevo así que lo toco y espero a que abra.

Me empiezan a sudar las manos y mi respiraciónse vuelve pesada, no entiendo este nerviosismo que tengo por verlo. Se supone que lo que tenemos ya es normal.

Verlo aparecer cuando abre la puerta hace que me salga de mis pensamientos, tiene una sonrisa en su rostro y me mira de arriba a abajo de manera descarada, parece que no se percató que estaba Kiara al lado mío.

—Que onda chicas — dice sonriente — Pasen, pasen.

—Hola Enzo — Kiara acerca su cara para darle un beso en la mejilla y él hace lo mismo para saludarla, la deja entrar a la casa y luego se acerca a mí, me doy cuenta tarde que me quiere dar un beso en los labios porque desvío los míos a su mejilla — Bue, ahora te haces la otra y no me querés dar un beso — dice de forma burlona y yo suelto una risita — Vení para acá.

No me deja responder porque rápidamente apoya su mano en mi cuello y me atrae a él bruscamente para darme un beso corto. Sonrío como boba mientras abro los ojos lentamente.

—No me hago la otra, — le replico — es que hay mucha gente y no quiero que piensen cualquier cosa.

—A mí qué me importan lo que digan los demás — se encoge de hombros — Que te chupe un huevo todo, si opinan de vos es porque no tienen vida propia — me dice y yo asiento. Tal vez tenga razón y no tengo porqué estar tan pendiente del "Qué dirán". Pero aunque quisiera, no puedo. El solo pensar que corté con Lean hace muy poco tiempo y ya meterme con otro es para que me critiquen — ¿Vas a pasar o te vas a quedar afuera? — se burla y yo niego con la cabeza mientras entro a la casa.

Vecinos | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora