Enzo pone la música a todo lo que da un jueves a la noche, cosa que molesta a Victoria porque al otro día ella tiene que cursar a la mañana y no la deja dormir.
comenzada el 3/01/23
terminada: ...
Me tiro enojada en mi cama y me tapo la cabeza con la almohada, estaba harta de escuchar la música fuerte de la casa de al lado. Encima Enzo se me hace el piola y no quiere bajarle, es un pelotudo de mierda. No entiendo por qué hoy mi vieja y Matías no le dijeron nada cuando estuvieron comiendo en el patio ayer ¿Ahora lo quieren acaso? Dios que bronca tengo amigo.
Para colmo, cuando por fin intento conciliar el sueño, escucho gritos del la ventana de en frente. ¡Dios! Esta piba gritaba más que la anterior, es demasiado incómodo e insoportable esto. Me levanto y cierro con fuerza mi ventana, en la ventana de en frente solo llego a verlo a él, de la mitad de su abdomen hacia arriba. Bajo la cortina e intento dormir, pero nada, sigo escuchando esos ruidos y la música que no me dejaba.
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—Ya tengo las ojeras enormes. Estoy harta de ese chabon y eso que todavía no llegó al mes en el barrio — me quejo mientras subo al auto de Lean, esta vez se ofreció para alcanzarme hasta la facultad, que de ahí se iba a entrenar. Estaba enojada, otra vez no pude dormir, la música estaba a full y ni hablemos de los gritos que daba esa chica que seguramente se la cogía. Mínimo que cierre la ventana para eso, asqueroso de mierda.
—Gorda, deberías dejar de quejarte, ya hasta a mi me cayó mal el pibe y eso que no lo conozco — dijo Lean mirándome molesto. Encendió el auto y comienza a manejar.
—Es que no me entendés porque no tenes un vecino como ese tarado — le digo más molesta, él solo rueda los ojos.
—No quiero que hablemos más de él, Victoria. Ya me tenes cansado con ese temita — dijo Lean, yo ruedo los ojos y me cruzo de brazos mirando hacia la ventana. Estoy enojada ahora, si tanto no le gustaba que hable entonces me voy a quedar callada en todo el camino.
Cuando estaciona en la facultad después de 20 minutos, tomo mi mochila y quiero bajar pero Lean es más rápido y me toma del brazo para querer darme un beso pero yo corro mi cara y le doy un beso en la mejilla. Él me mira desconcertado pero no me importa, bajo del auto y camino hacia la facultad, sin darme vuelta para verlo.
Entro a la facultad y camino por el pasillo para subir las escaleras. Antes de eso me choco con Martina y su amiga Luana, ambas pasan por mi lado mirándome con cara de orto y susurrando cosas entre ellas, son un par de víboras que no tienen nada importante que hacer que hablar mal de los demás. Esas pibas me caen para el orto, pero no era la única, a la mayoría que cursaban con ellas también no las soportaban.
Ignoro el hecho que estén susurrando cosas y sigo mi camino, me sigo sintiendo incómoda porque siento las miradas de ellas pegadas a mi, pero sigo caminando hasta llegar al aula.
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Salgo de la facultad y lo veo a Lean denuevo, apoyado sobre su auto con los brazos cruzados. Sonríe cuando me ve acercándome a él y quiere darme un beso en la boca pero yo me corro y termino dándole un beso en la mejilla. Frunce el ceño.
—¿Seguís enojada amor? — pregunta agarrándome de la cintura y yo asiento. Veo a las dos mismas chicas de hoy a la mañana que pasan cerca de nosotros y se ríen — Da gorda no te enojes, perdón por lo de hoy a la mañana, bebé — me dice dándome besos en el cachete, yo ruedo los ojos. De los dos Lean es el más cariñoso, en el sentido de que me pone apodos y me vive demostrando su amor.
—Sos un nabo — le digo molesta, pero se me escapa una sonrisa ladina — Te perdono.
—¿Qué decís si vamos a ver películas en mi casa? Hoy a la tarde no tengo entrenamiento y estoy libre pura y exclusivamente para vos.
—Bueno, pero a tu casa no vamos a ir, porque transformas el ver películas en otra cosa — digo con molestia, Lean suelta un suspiro.
—Bueno, vamos a la tuya entonces — contesta resignado.
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Estamos viendo Shrek en mi casa, ambos acostados en mi cama, Lean me abrazaba por la cintura y yo apoyaba casi todo mi cuerpo sobre él, reposando mi cabeza en su pecho.
Escucho que le llega un mensaje por el sonido de la notificación, agarra el celular para ver lo que era mientras yo seguía con mi vista en la película. Al rato comienza a reírse mientras escribe en su celular.
—¿De qué te reís tanto? — le pregunto llamando su atención.
—Nada, Otamendi me mandó un meme re guarango y le estoy respondiendo — me dice entre risas. Asiento y sigo mirando la película. Deja el celular sobre la cama y hace lo mismo que yo.
Mis ojos comienzan a cerrarse, estaba muy cansada y no había dormido bien anoche. Cierro los ojos para dormir pero escucho que su celular suena, pero esta vez es un tono de llamada. Me hago la dormida para escuchar. Desde hoy que está pegado al celular, lo noté raro también.
Siento como él se levanta y me deja sobre la cama, segundos después escucho que la puerta del baño se cierra. Abro los ojos y en efecto, él está en el baño. Me acerco sigilosamente a la puerta y pego mi oreja a ella.
—Martu, ya te dije que no me llames ahora, estoy con mi novia y puede escucharme o verme — comienza a decir en un susurro — Si, yo también la pasé bomba anoche, pero yo te voy a avisar cuándo lo podemos repetir, hoy casi senti que se daba cuenta. No tenías que reírte con Luana cuando estaba ella — dijo y ahí es cuando siento que mi corazón se parte en pedazos.
¿Con Martina? Es posta que me está metiendo los cuernos con ella, me engañó... no no no, él me ama. Eso no puede ser posible.
Rápidamente salgo de la pieza y cierro la puerta con fuerza para que me escuche, camino a la cocina y trato de controlarme y no romper en llanto. Esto no puede estar pasando. Era imposible que Leandro me esté gorreando.
Saco una jarra con agua fría de la heladera y me sirvo en un vaso, le doy tres tragos y escucho que Lean baja por las escaleras hasta llegar a la cocina.
—Gorda, te fuiste — me dice nervioso. Yo le doy una sonrisa antes de tomar agua.
—Me desperté y no estabas, entonces bajé a buscarte ¿Dónde estabas? — le pregunto fingiendo demencia.
—Estaba en el baño, pero vamos a seguir viendo la película amor — me estira su mano y yo tengo ganas de gritar. Resignada tomo su mano y me atrae hacia él para agarrar mi cintura.
—Lean — murmuro rodeando su cuello con mis brazos.
—¿Mhm? — me mira a los ojos con nerviosismo.
—¿Vos me amas? — lo miro y él asiente.
—Obvio que sí gorda.
Mentiroso de mierda.
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JAJSJAJAJAJ SE PUDRIÓ TODO CON LEAN. MALDITO INFIEL.
bueno abro espacio publicitario para preguntarles si les va gustando la fic o ni ahí. Acepto todo tipo de críticasjajsjs.
al principio puede que sea medio aburrido, pero les prometo que pronto se va a picarrrrr