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Me despierto con pesar y me levanto de la cama para cambiarme, había dormido muy mal como por quinta vez en la semana, las ojeras eran mu notorias y por eso tengo que ponerme mucha base para que no se noten tanto. Desde que llegó Enzo que no puedo dormir bien y eso me pone de muy mal humor. Lo odio. Juro que lo odio.

Bajo a desayunar y saludo a mamá y a Matías como todos los días. Después de eso tomo mi mochila y salgo de la casa detrás de Matías que estaba por subir al auto, pero me quedo quieta porque escucho que mi mamá me llama.

— Vic, hoy no voy a poder ir a buscarte, voy a estar en la casa de la tía Romi, pero va ir Matías que va a estar de paso por ahí — me dice y yo asiento rodando los ojos. No me gustaba la idea pero prefiero que vaya él a buscarme antes que volverme con Leandro. Me subo al auto y Matías arranca.

En el camino hacia la facultad siento que mi celular vibra, eran mensajes de Lean preguntándome si quería que venga a buscarme, no le di bola y apago el celular para seguir mirando por la ventana. Cuando estaciona a la facultad saludo a Matías y me bajo del auto, caminando hacia la enorme institución.

Entro al aula y me siento en la silla que me siento siempre, me percato de que hay una chica sentada al lado mío pero la ignoro, no sé quién es, supongo que es nueva ni idea.

—Hola — dice ella amablemente, yo le sonrío falsamente.

—Hola.

—Me llamo Kiara, soy nueva en el grupo, ¿Cómo te llamas? — pregunta. Pensé en no hablarle pero pensándolo bien no tengo amigas... así que por qué no podría tener una ahora.

—Soy Victoria, un gusto — le respondo con una sonrisa.

—El gusto es mío. ¿Sabes bien el horario de clases? Es que recién ayer me adapté a este curso y estoy perdida — dijo ella y yo asiento, abrí uno de mis cuadernos A4 y le muestro los horarios que tenía pegado en la tapa de adentro — ¿Le puedo tomar una foto? — dijo a lo cual yo asiento, saca su celular y le saca una foto.




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Con Kiara caminamos hacia unos bancos que habían pegados a una pared y nos sentamos ahí. Tenía en su mano un paquete de galletitas Maná rellenas de frutilla.

—¿Querés una? — me ofrece el paquete de galletitas y yo asiento agarrando una.

—Gracias — murmuro con una sonrisa.

—¿Siempre viniste a esta facultad? — pregunta empezando un tema de conversación mientras lleva una galletita a su boca.

—Si, empecé el cbc en esta facultad así que también pienso terminar la carrera en esta, ¿Vos? — termino de hablar para también darle una mordida a la galletita.

—No, yo iba a la UCA, que es una facultad privada viste, hice hasta primer año nomas ahí porque cuando más iba avanzando, más caro era, entonces decidí cambiarme a una pública, pero no en cualquiera dan la carrera que yo quiero estudiar, en esta sí — dijo ella y yo asiento. Desde hoy que estamos hablando con Kiara de las facultades y de la carrera, ambas estamos estudiando lo mismo y era lindo hablar de algo que me gusta con alguien, necesitaba esto en mi vida. También me contaba un poco más sobre ella, era una chica copada, me cayó bien.

De pronto siento unas miradas sobre mí, y sin poder evitarlo  mi mirada se fue sobre el hombro de Kiara, eran Martina y Luana que estaban una esquina murmurando cosas. No pude evitar sentir odio, rabia, enojo, ira. Quería ir y romperle la cara a ver si se le borraba la sonrisita estúpida a Martina, No la soporto.

—¿Todo bien? — mi vista vuelve a Kiara que me mira con el ceño fruncido. Yo sacudo la cabeza.

—Si todo bien ¿Por?.

Vecinos | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora