Wren completó su relato poco antes de que Julian apagara el coche en el estacionamiento de su piso.
―A ver si entendí. ―Julian se movió de cuerpo entero hacia ella―: ¿quieres crear noticias falsas para atrapar a un falsificador?
―Copista de mierda me gusta más. ¡Sugerencia de Mara, no mía! ―aclaró al fijarse en la reprimenda que le dio con la mirada―. Pero sí, esa es la idea.
―Para empezar, no puedes crear noticias falsas sobre alguien. Es un delito que se llama difamación, cabeza hueca.
―Tampoco tenemos que llegar a los insultos ―apostilló al borde de una carcajada.
―En el caso de que la reputación de alguien resulte severamente dañada y pueda comprobarlo, podrías ir a juicio.
―Pero si el agraviado eres tú, por ejemplo, y sabes que lo publicado tiene un fin mayor que perjudicar tu reputación...
A Julian lo recorrió un escalofrío de incertidumbre al comprender sus planes. La manera inocente en que lo miraba, con la boca haciendo un puchero, se lo confirmó.
―¿Quieres que ofrezca mi reputación como voluntaria?
―Solo por unos días.
―¡Solo eso! Qué descaro el tuyo. ―Por alguna extraña razón, esa absurda ocurrencia le pareció divertida, y se arrepintió de haberse reído. Lo último que debía hacer era alentarla a seguir adelante con esa idea.
―Julian, necesito encontrar a esta persona pronto, o...
Se quedó callada y pensativa. Julian detalló el lento fruncimiento de su entrecejo.
―¿Tan grave es el asunto? ―Julian buscó su mano y le concedió un reconfortante apretón―. Sigo siendo un abogado, aunque no esté ejerciendo la profesión. Puedo ayudarte a encontrar una solución legal.
―No, no es eso. Es que... ―Volvió a quedarse callada. Le estaba ocultando algo. Su mirada esquiva la delataba―. Nada, olvídalo. ―Sacudió la cabeza e intentó sonreír, pero acabó convirtiéndose en una mueca―. De todas maneras, Mara y yo ideamos un montón de noticias falsas de gente que no existe y que cualquiera puede corroborar.
―Bueno, pero... ―Reflexionó antes de echar leña al asunto. Por desgracia, Wren lo notó.
―¿Qué? ¿Es información valiosa que aporta a la causa? Si es así, considero mandatorio que me lo digas.
Julian se cruzó de brazos y le concedió una mirada divertida.
―No puedes exigirle a un abogado que inflija la ley, ¡es un delito!
―No le voy a decir a nadie que tú me ayudaste. ―Retomó la táctica del mohín. Julian suspiró con resignación.
―En el caso de que una de esas noticias falsas llegara a publicarse en tu sitio web, podrías defenderte si demuestras que tú, como operadora, no fuiste la que publicó la declaración. El demandante solo puede identificarte si posee evidencias en tu contra.
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Royal Affair (Serie Herederos 3)
RomanceElla está llena de secretos; él quiere conocerlos todos. Ser la cotilla más detestada de Inglaterra no estaba en los planes de Wren Carmichael, como tampoco lo estaba reencontrarse con un recuerdo que se supone que había quedado atrás. Julian Remse...