Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía Amazon.
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– ¿Qué demonios te pasa? –Su voz sonó fría.
– ¡Tu mataste a mis padre! –Me acerqué a él. – ¡Sé que me recuerdas!
– Basta, estas llamando la atención de las personas.
Empuñé mi mano y lo golpeé en el rostro. Su mirada cambio de serena a un demonio. Sus ojos parecían estar negros. Tomó mis brazos con ambas manos mientras yo continuaba intentando golpear su cuerpo con mis pies.
– ¡Ya basta! –Se alteró haciendo que me detuviera en seco. Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos paulatinamente.
– Estás loca –Me miró sin nada más que enojo. –No me conoces, nunca te he visto antes de que llegaras al instituto, no me fastidies ¿Escuchaste bien?
– ¡Voy a pudrirte en la puta cárcel! –Le grité.
– Quiero ver eso. –Continuó tranquilo.
– Eres un infeliz, sé que me recuerdas.
Caín me observó unos segundos, luego miró hacia adentro de la pizzería y me esquivó para caminar y entrar al local a recoger su pizza. Sequé mis lágrimas rápidamente y en cuanto salió me observó.
– Hablaremos de esto, pero no ahora –Su voz gruesa me importó una mierda.
– ¿Estás bromeando? -Sonreí sarcástica. –Matas a mi padre y encima debo sacar número para insultarte y golpearte.
– Tu no vas a insultar ni golpear a nadie –Se acercó a mi lo suficiente, pero no me moví. –No me conoces y jamás me has visto, recuerda eso si no quieres meterte en problemas.
– Voy a pudrirte en la cárcel –Me acerqué aún más a él.
– Haz lo quieras, maldita sea. Vengo a comprar una puta pizza y llega una maniática a culparme de algo que no hice.
– ¿Me estas fastidiando? Sé que me conoces, Caín.
– ¿De dónde demonios sacaste eso? –Escupió enojado. –Hey Blanca Nieves, mantente lejos y vete a la mierda –Sus palabras fueron fuertes y claras. Volteó y caminó sin mirar atrás.
Mis piernas temblaban, no sé si de frío o de lo nerviosa que estaba. Los recuerdos de hace catorce años comenzaban a atormentarme, estaba en el mismo instituto que el asesino de mi padre.
El chico de la pizzería me llamó, caí en la realidad de que estaba en la calle. Pague y tome la pizza en mis manos. Caminé a paso rápido hasta el edificio, subí en el ascensor, mi apetito se había esfumado.
Cerré la puerta a mis espaldas, dejé la pizza encima de la mesa y tomé mi celular para marcar el número de Annie.
– ¿Hola?
– Ann, soy yo.
– Hola Cailín ¿Cómo está el dolor de cabeza?
– Necesito que vengas, rápido –Hablé.
– ¿Te ocurrió algo?
– Si, no sé qué hacer en éste momento.
– Voy enseguida, Tranquila Cailín.
– Nos vemos –Colgué.
Pasó alrededor de media hora y el timbre sonó. Corrí a abrir encontrándome con mi amiga. Ella enseguida notó que había estado llorando.
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CAÍN © #1 EN LIBRERÍAS
ActionLIBRO DISPONIBLE EN PAPEL POR EL EQUIPO PENGUIN RANDOM HOUSE, GRUPO EDITORIAL. ENTRA AQUÍ PARA SABER EN QUÉ PAÍSES PUEDES ENCONTRARLO Y TAMBIÉN A DÓNDE HAY ENVÍOS! ¿Qué harías si te reencontraras con quien destruyó tu infancia? No lo nombres, no...