Capítulo 40

382K 25.3K 19.6K
                                    

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía Amazon. 


– ¿Ian no quiso venir? –Le pregunté a Dante cuando estábamos en mi departamento. Los demás habían ido a comprar.

– No, Cailín lo invitó, pero dijo que no quería venir.

– Él es el idiota que se está alejando de todos –Rodé los ojos.

– Así es ¿Pero qué vamos a hacer?

– Nada –Me encogí de hombros. –En realidad ya no me importa.

– A mí tampoco –Dijo Dante. –Se está comportando como un imbécil.

– ¿Y Cailin?

– Cailín se aburrirá de él, tarde o temprano.

– Espero que temprano –Reí.

– Es tu noche hermano –Me guiñó un ojo.

– No puedo creer que después de toda la mierda que pasó sigas confiando en que a mi lado va a estar mejor.

– Es que no hay otra manera Caín.

– No estoy seguro de esto, Cailín es demasiado para mí y no quiero que nada malo le pase. Intente protegerla esa vez, pero ellos fueron más rápidos.

– Te daré un consejo, como hermano... No pienses en tu entorno cuando quieras estar con alguien, así no conseguirás nada.

– Sabes muy bien que es una mierda –Bufé.

– Lo sé, pero también sé que ahora tienes un lado enamorado.

Reí mirándolo. – Imbécil, jamás me volverás a ver así otra vez.

Me duché rápidamente y luego me vestí, me daba confianza que Dante me dijera "Es tu noche hermano" Tal vez él si pensaba que Cailín estaba enamorada de mí y no de Ian.

Cuando los chicos llegaron con comida y cosas para beber, nos sentamos en diferentes lugares del living mientras compartíamos, nunca pensé en tener un grupo de amigos, pero se sentía bien. Nos reíamos a carcajadas recordando cosas.

Eran alrededor de las cuatro de la madrugada y a todos comenzó a darles sueño, aparte de que Jaxon y Annie estaban algo ebrios, Dante no bebía y yo estaba dejándolo. Zoe y Cailín no bebieron más de un vaso cada una.

– Hay dos habitaciones por ahí, pueden acomodarse –Les dije.

Annie y Jaxon se encerraron en una habitación, de seguro mañana tendría que limpiar todo. Zoe y Dante se quedaron mirando unos segundos y Cailín sonrió incómoda.

– Yo puedo prestarle mi cama a Cailín, ustedes vayan tranquilos –Reí mirando a Dante.

– Bien, tengan cuidado –Dijo Dante antes de desaparecer en la habitación.

Cailín entró algo incómoda mientras yo cerraba la puerta detrás de mí.

– No te sientas incómoda, ya has estado aquí otras veces –La miré.

– Si, lo sé –Me sonrió.

Me quité todo solo quedando en bóxer y una remera. Ella se quedó con todo menos con sus zapatillas.

– No vas a dormir así –Fruncí el ceño.

– ¿Por qué no?

– Porque es muy incómodo dormir con jeans y no puedo abrazarte así en la noche –Bromeé y ella sonrió.

CAÍN © #1 EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora