Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon.
*
En cuanto llegamos a la dirección que le di a Caín, abrí la puerta del auto.
– Se dice "Gracias, Caín" –Me dijo antes de que yo pusiera un pie en la solera.
– Gracias –Respondí cortante y orgullosa.
Cerré la puerta del auto con fuerza. Caín bajó el vidrio de su lado para gritarme "Hey, se te quedó la puerta abierta" Lo fulmine con la mirada y seguí mi camino. Él sólo encendió su auto y se fue.
Estuve alrededor de diez minutos esperando a mi primo hasta que llegó. Corrí a abrazarlo, me apretó con fuerza y yo también a él.
– ¡Te extrañaba! –Giró conmigo en sus brazos.
– Yo también a ti, no sabes cuánto –Sonreí separándome de él.
Con Dante nos llevamos bien, en realidad somos como hermanos. Nos contamos todo, reímos, hacemos estupideces y nos cubrimos todo lo que hacemos, creo que es muy difícil que entre nosotros existan mentiras o que omitamos cosas. Ésta vez tendré que mentir, pero por su bien... No quiero meterlo en problemas.
– Eres muy despistada –Dijo mientras caminábamos hasta su edificio. –No puedes dejar las llaves del departamento en el instituto.
– Si, no sé. Creo que he tenido muchas cosas que hacer éste último tiempo –Sonreí. –Debes tomarlo como si hubiese querido venir a quedarme contigo.
El rio. –Bien, lo tomaré así. ¿Te gustó la ciudad?
– Si... No me acordaba de casi nada, pero es bastante divertida –Me encogí de hombros. – ¿Y por qué escogiste venir a vivir aquí?
– Es que tengo un par de amigos aquí y en el instituto que me inscribí pago menos que allá. Así que de todas formas es bastante más económico.
– Querías estar cerca de mí –Me burlé. –Sé que me extrañabas.
– Si, esa es la verdadera razón –Sonrió.
El departamento de mi primo era muy acogedor, totalmente masculino, pero espacioso.
Compramos algo para comer y nos quedamos viendo películas hasta la madrugada, conversando, riendo y contándonos anécdotas. Dante logró hacerme olvidar todos los problemas que estaba teniendo totalmente.
Al otro día, cuando Dante se fue a su instituto decidí irme al departamento. Salude al conserje quien me sonrió amable, subí en el ascensor y luego entre. Todo estaba tal cual habían dejado, desordenado. Comencé a ordenar y a ordenar hasta que todo estuvo impecable. Me di una ducha y luego me vestí. Comencé a poner toda mi ropa dentro de bolsos para irme, debía irme porque a pesar de todo, Caín tenía razón.
Mi celular comenzó a sonar, era Annie.
– ¿Hola?
– Cailin, soy Ann.
– Lo sé, te tengo registrada.
– ¿Dónde te habías metido? Ayer llegué a tu departamento y el conserje me dijo que habías salido con un hombre de edad.
– Si, lo lamento. No sabía que vendrías para acá.
– ¿Qué te pasó? ¿Quién era él?
– No puedo hablar ahora por teléfono. Deberías venir al departamento ahora.
– Bien, en media hora estoy ahí.
ESTÁS LEYENDO
CAÍN © #1 EN LIBRERÍAS
ActionLIBRO DISPONIBLE EN PAPEL POR EL EQUIPO PENGUIN RANDOM HOUSE, GRUPO EDITORIAL. ENTRA AQUÍ PARA SABER EN QUÉ PAÍSES PUEDES ENCONTRARLO Y TAMBIÉN A DÓNDE HAY ENVÍOS! ¿Qué harías si te reencontraras con quien destruyó tu infancia? No lo nombres, no...