Capítulo 43

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Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía Amazon. 


De pronto, el mismo tipo que me había hecho entrar abrió la puerta.

– Lamento mucho esto, sospecho que Anthony se demorará en venir aquí porque están atendiendo a Caín.

– ¿En un hospital? –Me puse de pie.

– No, unos paramédicos privados de acá.

– ¿Puedo esperarlo?

– Si, ven –Me indicó.

Lo seguí hasta que llegamos a un tipo de cafetería que había en el lugar, me sirvieron un café para que me calmara y me indicó que podía esperarlo en una de las mesas. Mis ojos estaban hinchados y él se dio cuenta, pero en realidad no me importó.

– Lo lamento mucho –Dijo nuevamente pasándome un sobre, lo miré con extrañeza y antes de poder preguntarle lo que sucedía se había ido.

Tome mi café pensando en qué tal vez se había equivocado en pasarme ese sobre a mí, pero no había nadie más que yo en el lugar, no entendía como los chicos podían haberse ido, Caín es su amigo.

Abrí el sobre de todas maneras porque estaba desesperada, quería secar mis lágrimas aunque sea leyendo algún tipo de noticia o ensayo.

"Hay personas, momentos o recuerdos que siempre te dejan algo bueno y algo malo. Al principio siempre es malo, luego de un tiempo lo malo queda atrás y viene todo lo bueno. Igual a ti. Todo malo al principio, pero luego de un tiempo no había nada malo que encontrar. Si estás aquí es porque tu corazón está apretado, tu garganta a punto de reventar y si no adivino ya has estado llorando hace unos minutos o tal vez tuviste ganas de ponerte de pie a detener a ese tipo que me dejó "Inconsciente". Es difícil descifrar quien estará contigo en los buenos y malos momentos, pero con esto me alegra saber que te tendré en cada situación de mi vida porque no dejaré de boxear como tampoco te dejaré a ti. Me enamoré de cada detalle, de cada sonrisa y de cada mirada que me das. Llegaste a voltear todo y quiero que sigas haciéndolo.

No estoy inconsciente, no estoy en coma, no me están viendo paramédicos, no estoy a punto de morir, el tipo con el que peleé no es un enemigo, Anthony no estaba alterado realmente. Debes estar odiándome justo ahora.

Sólo quiero que sepas que cada día intentaré ser mejor por ti, jamás volveré a dejarte y si debemos enfrentar a diez mil tipos, lo haremos, pero juntos. Desde cero, porque éste es mi comienzo desde cero... Saber que estas aquí preocupándote tal vez por el mayor hijo de puta que vas a conocer. Te amo Blanca nieves.

PD: Los chicos sabían de esto"

Me quedé unos minutos mirando el papel, no sé si tenía ganas de golpear algo o simplemente llorar y lanzarme a abrazar al tipo que me ha hecho sufrir con esto. Deje la carta sobre la mesa y mire alrededor hasta que vi a Caín sentado en las sillas del público, con sus codos en sus piernas y mirándome con una sonrisa. Se puso de pie y yo también, caminamos hasta estar lo bastante cerca.

– Eres un idiota –Le dije. Mis ojos seguían llenos de lágrimas.

– Pero estoy enamorado de ti –Sonrió sin mostrar sus dientes.

Algunas lágrimas recorrieron mis mejillas, a él no le interesó demasiado. Caminé hacia él y lo único que hice fue abrazarlo con fuerza porque a pesar de que había sido un imbécil, jamás había estado necesitando tanto que estuviese bien. Él rodeó mi cintura con fuerza mientras yo hundía mi cara en el hueco de su cuello.

CAÍN © #1 EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora