Capítulo58

319K 20.6K 9.6K
                                    

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía Amazon. 


- ¿Sólo eso quieres? ¿Fastidiarme? -Fruncí el ceño molesta. -Eres un idiota.

-No puedo creer que seas así de fácil con una persona, vienes recién conociéndolo.

- ¿Que te da el derecho de hablar así? No dormí ni me acosté con él.

-Pues si lo dejas dormir en tu habitación en tan poco tiempo, poco falta para que te acuestes con él.

Ni siquiera lo pensé antes de hacerlo. Golpeé su rostro con una cachetada tan fuerte que llegó a voltear el rostro.

-No vales nada -Dije con rabia entre mis palabras. Él se quedó sorprendido mirándome como si estuviese imaginando la escena, pero no... En realidad si lo había golpeado y se sentía bien.

-Te vas a arrepentir.

- El único que se arrepentirá, eres tú -Entré rápidamente al departamento y cerré la puerta con fuerza en su cara.

Todos se quedaron mirándome, pero no dije nada y sólo me dirigí a mi habitación. Cuando estuve en mi habitación respiré profundo contando hasta diez lentamente, necesitaba calmarme. Por un momento pensé que Caín sólo me llamaba para pedirme disculpas, pero ¿A quién demonios engaño? Así que a esto se refería mi mejor amiga y Dante cuando en un principio me decían "Caín es un hijo de puta", "Siempre será un hijo de puta", "Cuando estés con él intenta mantener tus pies en la tierra, te volverás loca con todos los problemas que él tiene".

La mirada de él estaba pegada en mi cabeza, sus ojos celestes, su manera de decirme cuánto me quería y las miles de veces que repetía "Siempre voy a protegerte no importa si estás lejos o cerca" ¿Cómo una persona puede llenarse de odio hacia la persona que le decías "Te amo" de la noche a la mañana? Si eso es ser una persona normal, pues soy un fenómeno intentando entender a éste tipo.

Lo extraño, pero merezco alguien mejor. Me repetí subconscientemente.

O simplemente alguien mejor me merece a mí, yo no soy una mierda. He intentado de todas las formas posibles entenderlo. Pedí perdón más de diez veces, sintiéndome horriblemente culpable por haberle contado a Darell sobre Mark, pero ¿Si no lo hubiese hecho? Tal vez Caín ya no estaría junto a mí, tal vez hubiese seguido entregando drogas y su vida de boxeador se habría ido a la mierda. No puedo ser así. Si quiero a alguien de verdad lo primero que quiero es verlo bien de salud, emocionalmente y con ganas de ser mejor. No hubo nada mejor en nuestra relación tan fugaz que su sonrisa honesta y la forma en como ese caparazón se rompía mostrándome un Caín oculto desde su infancia.

Yo quiero a ese Caín.

El Caín infantil, que ríe a carcajadas, que se conforma con sentarse en la arena de una playa a mirar como las olas chocan contra la blanca arena. Quiero a ese Caín que me miraba con honestidad articulando un "Estoy enamorado de ti" que nadie podría decirlo mejor. El que cuando estaba angustiada sólo se quedaba en silencio abrazándome y no hacía preguntas al respecto. Aquel que recorría cada pedazo de mi cuerpo llenándolo de cariño... Ese Caín que no era un hijo de puta ni tampoco parecía podrido por dentro. ¿Realmente hice mal al querer protegerlo? Yo entendí mil veces la forma en como él me protegía a mi ¿Por qué él no me pudo entender una vez?

Y como si fuera poco todo mi puto dolor... Llega un Caín multiplicado por mil, con aún más odio a llenarme de más dolor gratuitamente ¿Así es como se venga de las personas que le hacen daño? ¿Realmente éste Caín es el que yo conocí?

CAÍN © #1 EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora